"La música es mi vida, vivo a su servicio y no concibo mi existencia sin ella". Quien habla es Rebeca Rods, artista viguesa afincada en Madrid. Cantante, compositora y arreglista, Rods posee una amplia formación musical en el plano académico y también en el ámbito profesional. Ha trabajado con gente tan importante como Pitingo o Alejandro Sanz. "Cada uno de los trabajos que se plantean a un artista a lo largo de su carrera plantean un nuevo reto y hay que darlo todo para estar a la altura de las circunstancias y del aprendizaje. Así lo vivo yo, como una aventura nueva cada día". Su espíritu aventurero tiene como última expresión el proyecto Black Light Gospel Choir, un grupo de gospel con 25 voces y diversos músicos que ha publicado un disco con el mismo nombre de la formación. Al frente de todo está Rebeca. "Me considero una persona muy apasionada, exigente, sensible por dentro pero con mucho carácter. Y agradecida por poder dedicarme a lo que me da la vida: la música. Sagitario de pura cepa... ¡Fuego!", bromea la cantante sobre su personalidad, visible en la filosofía del disco.
Rebeca, ¿cuándo comenzaste a cantar? ¿Por algún motivo en concreto?
Llevo cantando desde que puedo recordar, provengo de una familia de músicos (el factor genético ha jugado un papel primordial) y la causa es un impulso natural, la necesidad de la comunicación a través de la voz.
¿Qué canciones interpretaba por aquel entonces?
Cabeceras y anuncios de televisión, las canciones de mis películas favoritas (Walt Disney y musicales en primer lugar), mis propias compilaciones de radio, etc. ¡Todo! (risas). Cualquier melodía era una fuente de inspiración para cantar y para hacer segundas voces, buscar nuevos caminos de creación, coger a los amigos, la guitarra y disfrutar de la música en cualquier lugar. Creo que muchos hemos comenzado así.
¿En qué grupos o proyectos estuviste metida cuando estabas en Vigo o en Galicia? Cuéntame un poco esta experiencia.
Fue curioso el comienzo. Tuve dos grupos, uno de heavy y otro de soul, con amigos que hoy en día tienen sus propios discos y unas trayectorias musicales muy interesantes, además de pasar por todos los coros que que me encontraba por delante. Ell trabajo musical a voces es algo que siempre me ha gustado mucho y ha llamado mi atención. Después, estuve bastante tiempo con un proyecto de tributo a Mariah Carey en Galicia y en Madrid. Fue ahí donde comenzó el contacto real con la profesión, hasta que monté mi banda con un repertorio de temas propios.
¿Qué formación exacta conseguiste en el Conservatorio de Música de la ciudad olívica?
En el conservatorio entré a los ocho años, disfruté de una formación de solfeo y canto, pero después lo dejé para dedicarme a tiempo completo al patinaje artístico profesional, ya que compaginar ambas actividades era muy complicado por una cuestión de tiempo. Finalmente, parece que la música se ha hecho con el espacio que le pertenece en mi vida.
¿Qué fue lo que te hizo llegar a Madrid para desarrollar tu carrera profesional?
Bien, supongo que como todos los padres desean que sus hijos estudien, mi madre me decía siempre que lo de cantar estaba muy bien, pero que no dejase de estudiar, así que me busqué un buen argumento para venir a Madrid a desarrollar mi carrera profesional mientras cursaba Magisterio Musical en la Universidad Complutense. ¡Fue una buena coartada!
¿Qué tipo de trabajos has realizado en la capital?
Fui buscando caminos que me resultaban de verdad interesantes y que me permitieran ir abarcando más terreno y más experiencia. Comencé presentándome a castings y haciendo musicales. De ahí, pasé a dirigir las voces de la compañía y grabando los arreglos en estudio por lo que también me fui curtiendo como cantante de sesión. Hice arreglos de voces para otros artistas, preparé el montaje de mi banda y por supuesto 'Inside Voices', un maravilloso coro de Gospel dirigido por Sheilah Cuffy. Me dio la oportunidad de adentrarme muchísimo más en este género que tanto me apasiona y estuve haciendo también giras como corista, programas de televisión, anuncios y 'jingles' para radio, hasta ahora con Black Light.
¿Había pocas posibilidades para tu carrera como vocalista, compositora y arreglista en Galicia? ¿Crees que la situación ha mejorado?
Las había, pero es muy complicado. En Madrid hay muchas más puertas a las que tocar y muchas más opciones, aunque sólo sea por la cantidad de público al que puedes acceder aquí. También es cierto que mucha gente viene a buscar su oportunidad, por lo que la competencia es mucho mayor. Creo que es una carrera de fondo. Hay que luchar, no desmotivarse nunca por las adversidades y seguir aprendiendo. Siempre.
¿Qué significado ha tenido en tu vida la creación del proyecto Black Light Gospel Choir?
Black Light es mi presente y futuro. Significa nuevas expectativas y nuevas ilusiones. Este es un trabajo en conjunto para acercar el mundo del Gospel a nuestra cultura. Es precioso, algo así como tener una nueva familia con la que compartir algo tan bello como las ganas de cantar, todo por una causa común. Y todo gracias a los chicos de BLack Light, que están luchando a mi lado.
¿Porqué has elegido el gospel como lenguaje musical para expresarte y canalizar otros estilos como soul, funk, pop o rock?
Primero porque la energía de este estilo es incomparable, la gente sale cantando, bailando y sonriendo de los conciertos. Es maravilloso verlo. Y segundo porque creo que es un estilo que aún le queda por descubrir a mucha gente en este país. Hay que aprovechar esta oportunidad, que es un privilegio en sí mismo.
¿Cuáles son tus referentes?
Hay muchísimos artistas que podría mencionar, pero por nombrar a algunos desde el gospel más clásico al más moderno me quedo con artistas como Aretha Franklin, Mahalia Jackson, Sam Cooke, Kirk Franklin, Smokie Norful o Kirk Franklin. Me han inspirado mucho.
¿Crees que existen muchas dificultades para vivir del mundo de la música? ¿Qué factores afectan más a esta complejidad: los medios, la formación, la cultura que posee la gente, etc?
No es que lo crea, es que lo vivo en la piel. Nunca ha sido sencillo, pero ahora se viven tiempos especialmente complejos como todos sabemos y la música, que ya estaba tocada de antes por problemas como la piratería, está sufriendo mucho. La industria está viéndose forzada a la reinvención y los artistas lo están sufriendo en todos los aspectos, por causas como la piratería o la falta de medios para la contratación. Es realmente complicado, pero hay que seguir luchando.
Publicado el 27 de mayo de 2011 a las 16:30.