Lichis, qué bonito nombre tienes
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Hubo un tiempo en el que Lichis y yo éramos la misma persona. Mis amigos se partían el pecho cuando manifestaba a los cuatro vientos semejante predilección por Miguel Ángel Hernando, ese ingenioso poeta que dio vida a 'La Cabra Mecánica' más simpática de ese país con forma de toro llamado... ¿España?. "Tú que eres tan lista y tan guapa, tú que te mereces un príncipe, un dentista, tú...". Con María Jiménez ejerciendo de ilustre invitada, aquella 'Lista de la compra' fue la canción del verano en 2001. La música es una fuente inagotable de prejuicios y mis colegas afilaban sus lenguas cada vez que expresaba tal devoción por el Lichis, un 'increscendo' inevitable después de saborear tema tras tema 'Vestidos de domingo'. A mí, 'plin'. Cierta noche 'verbenera', les pillé 'in fraganti' dándolo todo mientras sonaba la Cabra nada más regresar del baño. Incluso, alguno gesticulaba como si hubiese estado entrenando en casa, flirteando con las prójimas... Menuda foto.
Comentaba Miguel Ángel en su momento que durante el embarazo compositivo de 'La lista de la compra' no encontraba un estribillo y saliendo a tomar cañas en Vallecas vio un poster de María Jiménez... Resultó ser iluminación divina y la canción surgió de golpe. De forma súbita, también comencé a tararear 'Felicidad'. Hasta la extenuación. "Felicidad, qué bonito nombre tienes, felicidad vete tú a saber dónde te metes. Felicidad, cuando sales sola a bailar, te tomas dos copas de más y se te olvida que me quieres". Aquí, quiso hacerle un homenaje al cantautor canario Arístides Moreno. De bien nacido es ser agradecido, ¿no?. Con Pedro Reguillo al bajo, Carlos Hidalgo en la bateria, Julian Kanevski en la guitarra y Fernando Polaino en la guitarra española, la cabra del Lichis aunó ese aire cañí del 'pararapapa pararapachín' con el mestizaje extraído de lugares tan eclécticos como Lavapiés. Las letras ofrecen un rompecabezas imposible, tan denso, tan nítido. Desarrollan el olfato, las papilas gustativas, las comparaciones, los dobles sentidos, proponen metáforas gratamente incomprensibles. "Entre las cosas que no sé y las que no quiero saber, hay un espacio para que guardes tus cosas y te vengas conmigo". ¡Toma ya! ¡Dale Lichisssssssssssss!
Le comparaban con Estopa y han salido copias baratas de su estilo como Melendi. Pero, la autenticidad siempre será un rasgo distintivo en la obra del Lichis. Con 'No me llames iluso', canción que fue utilizada para un anuncio de la Once, Miguel Ángel Hernando se asomó al estrellato masivo. Sin embargo, cayó en el olvido comercial porque el personal pasó a catalogarlo como 'artista de un sólo éxito (o dos si queréis)'. ¿Sabes una cosa?. Mejor así, quienes te compartimos lo haremos con gustosa exclusividad. Apúntense 'Ni jaulas ni peceras', fascinante recopilatorio, y aquel álbum en que la cabra daba sus primeros pasos: 'Cuando me suenan las tripas' (1997). 'Vengo de Lavapiés, 'Mi única riqueza', 'La Reina de Mantequilla' y... bueno, ya saben, tres simples palabras puede expresar los mil demonios que llevamos dentro ante presencias o situaciones ingratadas. Ahí va el colofón, un 'temita' dedicado a esa o ese ex de insoportable recuerdo. A esos supuestos amigos cuyos principios se han caído por su propio peso. A quienes fomentan su ceguera ninguneando al Lichis... Hoy he visto muy de cerca a un representante de la segunda especie. Casi se lo digo. Mejor, díselo tú, Lichis.
Publicado el 7 de enero de 2009 a las 20:30.