Un pletórico recuerdo a los Earth, Wind & Fire
Archivado en: Earth, Wind & Fire Experience, Al McKay & The All Stars, Teatro Circo Price, Madrid, Veranos de la Villa, Marcos Blanco, Melómanos
7 de julio de 2012 en el Circo Price de Madrid (Veranos de la Villa)
Había ganas de marcha en las caras del público que casi llenaba las gradas y la pista del Teatro Circo Price, un espacio tan amplio como íntimo para la ocasión. La posibilidad de revivir las canciones de Earth Wind & Fire a través del repertorio escogido por ‘Al McKay (mítico guitarrista de la banda durante mucho años) & The All Stars' provocaba tanta emoción por la intensidad de los recuerdos como incertidumbre debido al enorme reto que supone rememorar un sonido tan potente y a uno de los grupos más trascendentes del funk mestizo de los últimos cuarenta años. Precisamente, esta circunstancia temporal propició la presencia de un público muy adulto, en muchos casos acompañados por jóvenes familiares. No obstante, éste regresó a la adolescencia sin parar de cantar ni de bailar desde el primer instante del espectáculo.
Hubo muchos motivos para ello porque quienes jamás han podido ver en vivo a Earth, Wind & Fire y soñaron alguna vez con hacerlo revivieron esta posibilidad durante más de 90 minutos con una fiesta descomunal, una ceremonia musical integrada por 13 músicos (10 instrumentistas entre los que estaba el propio McKay y tres vocalistas) cuyo talento y entrega creó una conexión brutal con los espectadores. Desde ‘Serpentine Fire' hasta ‘Let' Groove', los rostros de los presentes en el Circo Price tuvieron una sonrisa puesta en la cara y esa felicidad propia de quien ha entrado en trance.
La banda sonó a las mil maravillas, ofreciendo esos arrebatos instrumentales tan propios de las grandes formaciones, transmitía una cohesión brutal sobre el escenario y desgranaba cada ‘hit' de los Earth, Wind & Fire como si los hubiesen mamado desde la cuna. Cayeron todos los grandes temazos (‘Got to get into my life', ‘Shining star', ‘That's the way of the world', ‘After the love has gone', ‘September'). Incluso, pocos se acordaron del gran Philip Bailey durante el momentazo vivido entre la marcha del amor y un ‘Reasons' que produjo lágrimas invisibles.
Había tal emoción en el ambiente que McKay fue incapaz de hablar. Entonces, esta leyenda viva habló con su guitarra para inspirar el cierre de un directo que parecía una clase de aerobic con todo el recinto puesto en pie, ejercitando sus caderas, levantando las manos y entonando los clásicos de aquella inolvidable formación norteamericana. Así, la cita superó las expectativas y formará parte del pasado como una experiencia imborrable.
Publicado el 8 de julio de 2012 a las 09:30.