Expectación insatisfecha para ver a Fuel Fandango en Moby Dick
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Habían puesto a la venta un número determinado de entradas anticipadas a través de Atrapalo, éstas se agotaron y advirtieron en Internet que todavía se venderían algunas a partir de las 21 horas en la sala Moby Dick, escenario del concierto. Pocos minutos después de la hora señalada, allí estaba con un par de amigos haciendo cola. ¡Y qué cola! ¡Hacía tiempo que no veía algo parecido!
Lo más recomendable habría sido venderlas todas a través de la Red para mayor comodidad de todos, porque hubo gente que estuvo allí para nada, pero lo importante es que la expectación generada por el concierto madrileño de Fuel Fandango habría doblado el aforo de la sala. El jaleo previo provocó que el concierto comenzase con media hora de retraso, lo habitual en estos saraos musicales. Y la Moby Dick estaba hasta arriba.
Evidentemente, tenía que haberme colocado en las primeras filas para advertir con mayor detenimiento el espectáculo, pero nunca me gustaron los agobios y finalmente acudí solo, circunstancia muy recomendable aunque poco propicia para pegarse a otros cuerpos. La belleza atemporal de Nita, vestida como una auténtica flamenca, estaba flanqueada por Ale Costa y el inestimable apoyo de Carlos Sosa. La propuesta sonora resulta muy atractiva para quienes se alejan de los cánones clásicos de la música. Ante ustedes, una mujer vestida de 'bailaora' al ritmo de una melodía electrónica que podría encadilar al público más 'cool' de cualquier población anglosajona. De repente, canta en inglés como una reina del soul y al rato tira de 'quejío' patrio.
Al público le costó entrar en calor, pero se fue aclimatando a la temperatura explosiva 'made in Fuel Fandango'. Se sucedían los piropos dirigidos a Nita y los vítores cuando el ritmo endurecía los oídos. Desde mi humilde punto de vista, faltó un poco más de funk, de guitarras rasgadas. Quizá la acústica percibida desde el fondo de la sala no ayudaba a saborear en su justa medida este envoltorio, pero así me quedé. Ahora, los chicos andan por Inglaterra, tocando y finiquitando los detalles de su primer álbum. A finales de noviembre estarán por Galicia. Ale y Nita se comportan como un par de valientes atrevidos, conscientes de la singularidad que poseen. Por eso Fuel Fandango provocará más colas como la que asustaba el pasado sábado 30 de octubre en la sala Moby Dick. Seguro.
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Publicado el 3 de noviembre de 2010 a las 10:45.