Amy Winehouse, una caída libre sin fin
Archivado en: música, concierto, Amy Winehouse, Belgrado, Frank, Black to black, drogas, imagen, Marcos Blanco
Antes de criticar lo sucedido en Belgrado (sólo hay que observar las imágenes) con Amy Winehouse y la caída libre de su figura artística quiero insistir en la admiración que me produjeron sus dos primeros discos ('Frank' y 'Black to Black'). Sin lugar a dudas, la cantante londinense era una de las grandes esperanzas vocales del siglo XXI. Aunque sean palabras mayores, me recuerda a Billie Holiday y posee aptitudes interpretativas sobresalientes para abordar el pop, el soul, la música negra en sus diferentes vertientes o el reggae. Estoy seguro de que muchísimos estilos más si ella se lo propusiese. Me refiero a su capacidad como cantante e intérprete. Sobre el escenario es otra cosa.
Cuando la descubrí (personalmente, quiero decir) en Benicassim (2007) sentí que estaba ante una mujer grandiosa, sin límites positivos sobre un escenario. Nada que ver con el progresivo deterioro de su imagen pública o las cansinas noticias sobre su estado psicológico y de salud. Cada directo de Amy se ha convertido en una interrogante, en una incertidumbre sobre qué ofrecerá a sus seguidores. Como fan ya estoy cansado de todo esto.
Hizo el ridículo en Lisboa durante Rock in Rio 2008, cumplió mínimamente en Madrid y poco a poco fue desapareciendo del mapa. Desde hace tiempo esperamos nuevo material, pero siempre salen fechas que no se cumplen. Admito la compasión o la humanidad que pudo producir su situación en un principio, el hecho de que necesitase tratamiento, pero todo tiene un límite. Ya no me vale que le echen la culpa a su entorno (seguro que la explotan como la gallina de los huevos de oro) para explicar lo que sucede. Inmadura por su juventud o actitud vital, esta chica ha iniciado una caída libre sin fin. Algunos medios comparan su situación con los casos de Kurt Cobain, Jim Morrison, Janis Joplin o Jimi Hendrix. Todos murieron cuando tenían 27 años, la edad actual de Winehouse. Quizá sean casos comparables en cuanto a su despreocupación general por la vida y su querencia por las drogas, pero hicieron mucho más por la música que Amy. Sólo hay que analizar sus trayectorias. Winehouse estaba en la rampa de lanzamiento, se ha puesto a volar y nadie le ha puesto un paracaídas.
Publicado el 21 de junio de 2011 a las 10:15.