Los días todavía son muy cortos y hay que tener mucha suerte para ver la luz sin prisas, comprobando cómo se escapa por el horizonte, tiñendo el cielo de rosa. Entonces, las luces artificiales surgen de la nada como luciérnagas para iluminar un interminable mapa urbano desde la Casa de Campo, un tesoro formidable.
Entre múltiples dedicatorias amorosas se cuela un clásico de las radiofórmulas ‘poperas’ con una efectiva melodía que sale de algún teclado antes de que una voz aguda invite a tomarse con calma ese mal día tan habitual en cada semana. La locura se resuelve buscando la letra por Internet.
‘Bad Day’ probablemente sea el tema más conocido de Daniel Powter. Este cantante, compositor y pianista canadiense se dio a conocer ante el mundo con un disco homónimo en 2005, idóneo para corazones delicados. Allí estaba esta canción, cuya escucha ayuda a pasar página, borrando los malos pensamientos.
Apenas 24 horas después de gozar con el mítico Jimmy Cliff en el Circe de Price de Madrid, el emblemático escenario madrileño acogió otra noche (18 de julio) precedida por grandes expectativas debido a la presencia de Erykah Badu, esa artista estadounidense de 41 años que desde ‘Baduizm' (1997) encabeza las referencias femeninas en la música negra contemporánea.
Había una buena entrada, que distaba mucho del lleno, en el recinto para disfrutar con una mujer tan bella (físicamente) y brillante (desde el punto de vista musical) como impuntual. Badu salió al escenario con más de 20 minutos de retraso sobre el horario previsto. Mientras tanto, sus alucinantes coristas, ángeles caídos del cielo, entonaron ‘Amerykahn Promise' y hubo un grata percusión para calentar el ambiente.
Como si de una diva se tratase, Erykah Badu apareció envuelta en una gabardina, un sombrero y unas alas doradas monísimas. Miro al público, entregado sin que hubiese abierto la boca, con sus ojos color miel y se dispuso a iniciar un ‘show' precioso en intensidad y eclecticismo sonoro (funk, disco, electrónica, hip-hop, soul), que tuvo su momento álgido cuando, en pleno ‘Bad Lady', se lanzó sobre la gente. Desgraciadamente, andaba muy lejos para poder acariciar su cuerpo.
Badu puede presumir de ser una de las artistas más originales e innovadoras por la música que ha hecho en sus quince años de trayectoria, caracterizada por una voz única y un talento inconmensurable sobre las tablas. Sin embargo, los escasos 75 minutos del espectáculo fueron inadmisibles. No puedes marcharte tan pronto, querida. Por muy diva y única que seas.
Ahí lo tienes. Nunca ha sido demasiado dicharachero ante los micrófonos y las cámaras. Pocas palabras. Muchos gestos emotivos. En su interior. Hacia el público enloquecido que quería verle en el O2 Arena de Londres. Confirmado. Vuelve a subirse a los escenarios. Diez conciertos. Julio de 2009. En el mismo sitio donde tuvo lugar la rueda de prensa. ¿Qué sucederá en esos espectáculos? Dice que cantará las canciones que quieran sus fans, tantos y tan repartidos por el mundo. Se movilizarán para colgar el cartel de 'no hay entradas'. Seguro. Quien tenga expectativas, puede quedarse en casa. El resultado es una incógnita, aunque si 'Jako' consigue estar al nivel de su última actuación, aquella del Madison Square Garden en 2001 (disfruta viendo los vídeos del 'show') le estaremos eternamente agradecidos. Ya me he apuntado, a través de su web, para la preventa de las entradas. Ojalá consiga una. Lo juro. Aquí le tienen, interpretando 'Beat it' con la guitarra de Slash hace ocho años...
Sobre su figura personal existen numerosos fantasmas. Acusaciones de pedofilia, problemas psicológicos y cuestiones de salud como el vitílogo han alterado sobremanera la percepción artística que debe sembrar Michael Jackson en el futuro de la humanidad. A mí eso del 'rey del pop' me parece una definición incompleta, porque bien podríamos englobarlo entre los diez artistas que más han influido e innovado en el mundo de la música. Rock (¿Acaso 'Beat' o 'Dirty Diana' no son arrebatos 'rockanrolleros'?), rhythm&blues, soul, funk, disco, dance, hip-hop.... Ha hecho de todo, aportando unas cuerdas vocales privilegiadas, un sentimiento sobre sus canciones que roza la perfección y la magia corporal imprescindible en cualquier tema potente. Esos bailes portentosos, un sentido del ritmo brutal... Qué grande has sido, Michael. 'Bad' fue mi primera cinta. En 1987 ese era el lenguaje más común para los consumidores sonoros. Su pelo negro rizado tapaba aquel rostro juvenil. Su vestimenta, única. Aquella portada hablaba por sí sola. Guitarras rabiosas, bases sublimes, sensiblerías con una armonía bestial.. Nunca he dejado de escucharlo. ¿Mi preferida del 'Bad'? ¡Man in the mirror! Si todoso siguiésemos los consejos de este tema..
Este fue mi primer contacto con Michael Jackson. Posteriormente, 'Dangerous (1991) y cuando cuando encontré a mi media naranja (la música, claro) quise indagar en terrenos apetentes como 'Thriller' u 'Off Wall', el primer trabajo discográfico de Michael Jackson con Epic Records, Sony o cómo leches se llamase el sello. Hace unos días, escuchando por causalidad el 'Don´t stop the music' de Rihanna recordé cómo la barbadense había copiado parte del estribillo coral de 'Don´t stop till you get enough' de aquel 'Off the wall'. A la jovencita de 'Umbrella' sólo le falta hacer alguno de los sonidos onomatopéyicos de Michael para que todo sea un poco más creíble. Evidentemente, también es necesario remontarse a los primeros pinitos de 'Jako' con sus hermanos en 'The Jacksons five'. Con cinco años ya daba la nota y cuando tenía diez cantaba 'I want you back, I want you back...'
Después, voló por su cuenta, entonó 'Ben' y el resto ya es de sobra conocido.Los cuatros álbumes citados con anterioridad, junto a alguna canción nueva del 'History' me han acampañado a todas partes, teniendo en cuenta que a partir de los 90 Jackson ha ido desapareciendo gradualmente del escaparate. Ahora, ha decidido volver a modo de traca final. ¿Una hábil estrategia de marketing? Me importa un pimiento. Habrá un jugosísimo contrato económico en los diez conciertos, pero como espectador y admirador de todo lo que has apostado a nuestro adorado arte sonoro, sólo espero una cosa: que viajar hasta Londres para verte merezca la pena. Nos debe una, Michael. Lo sabes.
Vigués. Gallego. Periodista 'todoterreno'. Entusiasta de la vida. Melómano. Loco del deporte. Celtista. Enérgico. Radiofónico. Así es Marcos Blanco, periodista que actualmente colabora en el Grupo de Comunicación Gente con este blog, que nació un 19 de noviembre de 2008 con un 'post' sobre Jamie Cullum.
Esta web ha funcionado durante todo este tiempo como una banda sonora diaria, repleta de canciones que nos hacen amar la vida. Recuerdos, descubrimientos, opiniones, novedades, entrevistas o crónicas de conciertos han formado parte de 'Melómanos' y seguimos en la brecha: