La actuación de Metallica fue un potente epílogo para la segunda edición de Rock in Rio Madrid, que congregó a 250.000 durante cinco días. El último, el pasado lunes 14 de junio reunió a 48.000 personas. La banda compuesta por James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammett y Robert Trujillo destiló un extraordinario 'heavy metal', tocó clásicos, temas del último álbum 'Death Magnetic' y tuvo una simbosis excepcional con el público en la Ciudad del Rock.
Con tres décadas de música cañera a sus espaldas, Metallica impacta con una puesta en escena atractiva, la virtuosidad de sus músicos y esa capacidad gestual idónea para el estilo sonoro en el que se mueven. Evidentemente, el negro, combinado con la fogosa pirotecnia, dominó el Escenario Mundo durante una jornada repleta de tatuajes, melenas, prendas de cuero y muchos cuernos. Motörhead, Sôber, Marillion, Hail y Barón Rojo daban más motivos para este paisaje.
"Madrid, depende de ti, queremos ruido", gritaba Hetfield antes de 'Creeping death', canción perteneciente a uno de los mejores álbumes del grupo: 'Ride of Lightning'. La banda le dedicó su 'Sad but true' a Motörhead y emocionó a los amantes de grandes éxitos de Metallica como 'Nothing else Matters' o 'Enter Sadman', hasta el punto de salir tres veces para tocar después de una hipotética y engañosa despedida. La simbiosis entre el cuarteto y Madrid se fundió en un recuerdo inolvidable.
Pasaban unos cuántos minutos sobre la hora prevista. Silbidos. No salían. Un griterío ensordecedor presagiaba su aparición. Con la mítica estrella roja de cinco puntos (la bandera del Ejército Zapatista de Liberación Nacional) como fondo en el Escenario Mundo, los Rage Against the Machine tomaron posiciones como si estuviesen dando un paseo por las calles de su barrio. Ante todo, naturalidad.
Ubicado entre el escenario y las primeras filas por unos instantes, uno alucina con el fervor popular que despiertan los artistas o cualquier persona que provoque miles de cámaras digitales y móviles preparadas para inmortalizar la cita hasta la eternidad. Quienes esperaban a RATM probablemente hayan regresado durante su espectáculo a los 90, cuando esta banda provocó un lío descomunal durante sus dos primeros discos, con aquella rebeldía individual y social que todos llevábamos encima, negándonos a aceptar las reglas impuestas por el sistema. Como todos los medios han indicado en sus crónicas, resulta paradójico, contradictorio o, al menos, sorprendente, que semejantes valores brillen en una gigantesca fiesta comercial llamada Rock in Rio Madrid. Un espectador decía en la televisión que la situación tiene sentido. Para crear himnos anti-sistema, hay que hacerlos dentro del propio sistema.
El caso de Rage Against the Machine forma parte de esa innumerable lista de grupos con un directo increíble, causado por músicos de indudable categoría, que viven del pasado, porque tienen poco presente. Maticemos. Fascina observar como ‘Killing in the name' suena igual de bien que hace 18 años, cuando se hizo popular, pero duele admirar a una formación cuya creatividad, compuesta por tres discos (el cuarto era de versiones), se atascó en la penúltima década, aunque sigan tocan por todo el mundo con el mensaje de que su existencia se puede ir al garete en cualquier momento.
Vestido con una camisa roja y ese pelo tan característico, Zach de la Rocha y los suyos, con Tom Morello espléndido a la guitarra, se entregaron al personal con una respuesta inmediata, fácil. El desarrollo del repertorio fue muy adecuado, con la inclusión paulatina de los ‘hits' y la configuración de una ceremonia basada en rock, funk, rap y metal. Las cuatro señas de identidad creadas por esta banda californiana que provocan movimientos corporales tan impulsivos como metódicos. El sonido, bestial. Si les ves de cerca constatan que, cuando salen a la arena, son lo que fueron, aunque éste sea más bien un consuelo personal, la satisfacción de que el concierto ha merecido la pena y formará parte de nuestras vidas.
Rage Against the Machine fue una de las actuaciones estelares de Rock in Rio Madrid en su jornada del viernes 11 de junio. El próximo lunes 15 finaliza el festival.
O'Funk'illo ofreció un directo tremendo en Rock in Rio Madrid durante la jornada del viernes 11 de junio y cuando se bajó del escenario, Andreas Lutz, su vocalista, tuvos unos minutos para nosotros. Ha sido papá hace cuatro días. ¡Felicidades!
Jaleo, mucho jaleo. Cuando uno acude a Rock in Rio Madrid tiene que llevar las pilas corporales y mentales bien cargadas para disfrutar de todo lo que ofrece la Ciudad del Rock. Un poco de cotilleo por los 'stands', alguna atracción y, sobre todo, mucha música. "Vamos a la salida de emergencia", gritaba riéndose un asistente con su grupo de amigos después de observar los paneles informativos del recinto. Hace falta. Un mapa, las ideas claras, mucho dinamismo en las piernas y los cinco sentidos bien encendidos oídos bien encendidos son recursos fundamentales para sacarle el máximo rendimiento a la entrada, que también cuesta lo suyo.
A las siete de la tarde, el servicio de autobuses funcionaba de forma ágil en los aledaños del Santiago Bernabéu, uno de puntos de transporte hasta Arganda del Rey. "¡Jefe, hace mucho calor aquí! Ponga el aire acondicionado", bromeaban desde los asientos. El aspecto desenfadado de quienes se sentaban a mi lado tenía mucho que ver con el cartel. Con cada estilo, su imagen. Como no, el personal hacía tiempo en la entrada de Rock in Rio Madrid tomándose unos refrigerios y lo que hiciera falta. Una vez dentro, los chicos de Dinero daban mucha caña en el Escenario Sunset. ¡Se salieron!
Al mismo tiempo, Draco exprimía el sonido del Escenario Mundo. Hay que medir bien los tiempos en la Ciudad del Rock porque si tienes prisa en ir de un lado a otro lo llevas claro. Luz y color no faltan en este inmenso espacio, donde sobresale una onírica noria. Rock in Rio ofrece algo diferente a lo que tenemos en España si pensamos en el concepto de festival porque la vertiente publicitaria con los 'stands' y sus acciones, ya sean karaokes, regalos o atractivos audiovisuales para el público, ha sido innovadora en nuestro país. Critiquen lo que quieran, pero si vienen miles de personas, que corren de acá para allá, con sus cervezas, pizzas, sentados en amenas conversaciones o haciendo cola para cualquier actividad eso implica la aparición de un 'algo' necesario. La moda y esa zona destinada a los niños le dan más atractivo a este parque de atracciones con banda sonora. ¡Ah! La música. En este blog, hablamos de música y este grupo de espectadores me llamó mucho la atención durante su magistral interpretación de 'Años 80' un tema de Los Piratas, en una divertida propuesta publicitaria. Perdonen la indiscrección, pero el vídeo hay que colgarlo...
O' Funk'illo y The Rumblers, interesante combinación, fueron el segundo plato del Sunset, para deleite de la gente, entregada ante el escenario. De hecho, se estiraron más de la cuenta en el espectáculo. Así da gusto. No como los Cypress Hill, adorados por quien escribe, que apenas estuvieron cuarenta y cinco minutos, si tenemos en cuenta el horario de comienzo, sobre el Escenario Mundo. "Han estado muy divertidos", comentan en las primeras filas, pendientes de pillar un buen sitio para ver a Rage Against the Machine.
La lluvia hizo acto de aparición durante un buen rato, anécdota desagrable cuando estás al aire libre, pero prontó remitió. "¡Vamos, vamos, que no llegamos!", le grita una amiga a otra. A saber a dónde se dirigen. Con la llegada de la noche, el cielo de Arganda presenta un aspecto mágico con la iluminación de Rock in Rio Madrid. La Electrónica se llena de personas con ganas de buenos sonidos y nos trasladamos al siglo XXII con un montaje llamativo. Los Jane´s Adicction lo dan todo en el Escenario Mundo y la sobredosis de rock sienta muy bien. Como decíamos ayer, rock, funk, rap y metal forman una grata combinación para el cuarto día del festival. Y todavía falta el gran momento del día: Rage Against the Machine. La rabia siempre triunfa sobre la máquina. No lo olviden. ¡Mañana contamos la vibrante experiencia de estar ante los RATM! Sean buenos. Y felices.
Rock in Rio Madrid ha anunciado esta misma mañana a través de su página web la inclusión de Metallica en su cartel para la próxima edición del festival. La banda, considerada una de las mejores del mundo en el ámbito del 'heavy metal', lleva 30 años tocando y actuará el 14 de junio en el Escenario Mundo de la Ciudad del Rock, situada en Arganda del Rey (Madrid).
'Enter Sadman', 'The Unforgiven' y 'Nothing Else Matters' son algunos de los temás conocidos del grupo, formado en Los Ángeles a principios de los 80. James Hetfield (voz y guitarra), Lars Ulrich (batería), Kirk Hammett (guitarra), y Robert Trujillo (bajo) estuvieron en España el pasado año 2009 con su gira 'World Magnetic Tour', con la que presentaron este disco. Asimismo, fueron protagonistas en Rock in Rio Lisboa 2008 con un fantástico concierto, inenarrable para sus seguidores.
Asimismo, Calle 13 (el 5 de junio) y John Mayer (4 de junio) también formarán parte de Rock in Rio Madrid 2010, después del anuncio oficial realizado durante el pasado martes. Bon Jovi, Rihanna, Shakira, Myley Cyrus (más conocida como Hannah Montana) y Rage Against the Machine son los otros nombres confirmados para Rock in Rio Madrid 2010, cuyas entradas se pondrán a la venta el día 23.
Publicado el 17 de febrero de 2010 a las 09:00.
Marcos Blanco
Vigués. Gallego. Periodista 'todoterreno'. Entusiasta de la vida. Melómano. Loco del deporte. Celtista. Enérgico. Radiofónico. Así es Marcos Blanco, periodista que actualmente colabora en el Grupo de Comunicación Gente con este blog, que nació un 19 de noviembre de 2008 con un 'post' sobre Jamie Cullum.
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