La entrada al 'paraíso AC/DC'
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No paran de llegar comentarios a nuestra web de tantos y tantos seguidores que no han podido conseguir una entrada para ver a los AC/DC. Están de mala leche... ¡y con razón! Fastidia demasiado poner toda la carne en el asador, dedicarle horas a una ilusión tan grande como esta y observar o sentir cómo las triquiñuelas empresariales hacen el resto para dejarte con cara de gili.... Pues eso. Si Angus y compañía decidiesen marcarse otro par de fechas en España nadie pone en duda que colgarían el cartel de 'no hay billetes', como en aquel triplete madrileño del 2000. ¡Para que luego digan que estos tíos están acabados¡ Han tardado ocho años en dar señales de vida, pero bendito regreso, queridos.
Servidor se cogió un autobús con otros 50 'colgaos' hace ocho años y recorrió 600 kilómetros para tenerlos bien cerquita. Supongo que como le sucedió a muchos, el directo que grabaron en Donnington Park allá por 1991, bajo el título de 'AC/DC Live' fue el punto de partida hacia una electrificación constante, terrible, adictiva en todo su esplendor. Los comienzos con 'High Voltage' y 'TNT', la oda al género en 'Let there be rock', el sumum de Bon Scott como cantante en 'Highway to hell', la irrupción poderosa de Brian Johnson dentro del 'Back in Black' (¡el segundo álbum más vendido de la historia!), 'hits' noventeros como 'Thunderstruck' en 'The Razors Edge' o hasta el pletórico 'Can´t stand still' del 'Stiff Upper Lipp'... Durante unos un par de lustros había almacenado tantas sensaciones con esta gente que la espera antes del concierto se hacía interminable.
Allí, en el antiguo Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid (¿fue el último concierto gordo que hicieron allí?), el ambiente era excepcional, con esa magia oscura que transmitía el recinto. Cuando apagaron las luces y sonaron los primeros acordes de 'Stiff Upper Lip' respiré hondo y, apretado contra el gentío, me sentía como un cereal en una caja enorme mientras alguien la meneaba a modo de coctelera. Ellos estaban poseídos, nosotros también. 'The Jack', 'Hell ain´t a bad place to be', 'Whole lotta Rosie'... Y cuando Brian o Angus avanzaban por la pasarela central, aquello parecía una jaula repleta de lobos hambrientos. La acción continúa impedia cualquier razonamiento. Cuando se acabó todo, Manu y yo nos sentamos, destrozados. Teníamos la impresión de que un camión había pasado por encima nuestra. Subimos al autobús y me desperté seis horas después, en nuestro lugar de destino. Como si hubiese sido un sueño.
¿'Black Ice' es más de lo mismo? Sí, efectivamente. Por eso han sido número uno en 37 países al poco tiempo de salir el álbum (Julian Ruiz 'dixit' en 'Plásticos y decibelios'). Un compacto ideal para activarse en esas mañanas frías, en las que el cuerpo necesita cafeína existencial. Enhorabuena a quienes tengan su billete para verles de nuevo. Tras admirarles de cerca, se les quedarán grabadas en el alma cuatro letras: 'AC/DC'.
Publicado el 1 de diciembre de 2008 a las 17:30.