Keane y Garbage, nostalgia festiva para cerrar el BBK
Archivado en: BBK Live 2012, Kobetamendi, Garbage, Keane, Corizonas, Eli Paperboy Reed, Marcos Blanco, Melómanos
Aunque para muchos era el día más flojo en cuanto al cartel del festival, casi 33.000 personas (32.280) festejaron, en buen número hasta altas horas de la madrugada, el cierre del BBK Live en su séptima edición. Keane y Garbage focalizaron la atención con dos ‘shows' tan notables como complementarios en su propuesta estilística. Además, Corizonas y Eli ‘Paperboy' Reed pusieron el nivel muy alto y muy pronto para las medianías posteriores en un sábado discreto.
Con una temperatura más que agradable durante el día y muy fresca por la noche, Kobetamendi acogió la última jornada de un festival que para numerosos melómanos ya había compensado por las dos jornadas anteriores con The Cure y Radiohead. Probablemente, quienes optaron por permanecer hasta el final, argumento que permite comprender la buena afluencia del sábado, para aprovechar el bono músico-social decidieron exprimir las últimas energías que les quedaban.
Si estuvieron arriba desde el principio, abrirían la boca de admiración tras los pasos de Corizonas (primeros en subir al escenario 1) y Eli ‘Paperboy' Reed (idéntica situación en el 2). Los primeros, fusión de Los Coronas con Arizona Baby, rentabilizaron su escaso tiempo (casi una hora) con rock, folk, surf y blues de calidad, mucha calidad. Lo mismo le sucedió al ‘soulman' de Boston, grandioso junto a su band ‘The True Loves' en el único y escaso guiño de la programación a la música negra. Lo suyo parece un don divino por sus desgarradores agudos y una actitud incansable hasta el aplauso definitivo.
Luego, con todos mis respetos y la ignorancia de quien seleccionó sin exhaustividad por el hecho de ser una rubia de bote aclamada por las masas, el nivel descendió a niveles marginales con nombres como The View o Glassvegas, principales actuaciones antes de los cabezas de cartel. El sonido machacón de unos y otros, escoceses en ambos casos, afectaba incluso a la jovialidad de las conversaciones. Afortunadamente, el comienzo de un ‘prime time' festivalero que alcanzó las cuatro horas inutilizaría casi dos y media de incomodidades sonoras.
Dentro de su pop-rock elegante y armónico, muy definido y caracterizado en las estructuras con la espectacular voz de Tom Chaplin, Keane firmó un recital estupendo con un repertorio que repasó sus ocho años de vida desde ‘Hopes and Fears', el bombazo inicial, hasta ‘Strangeland', última y bonita creación discográfica de los británicos. Obviamente, ‘Somewhere only know' o ‘Everybody's changing', piezas de aquel álbum, fueron dos puntos álgidos en carne y hueso.
Para completar la fiesta, hubo un trasvase de la melancolía actual proporcionada por Keane a la generacional de unos Garbage cuya popularidad en España durante la década de los 90 con su pop-rock electrónico cautivó a quienes nacieron entre finales de los 70 y principios de los 80. El grupo de Shirley Manson cumplió con creces y, sobre todo, elevó los ánimos del respetable con clásicos como ‘Stupid girl' o ‘I think I' m paranoid'.
Con poco que rascar tras la conclusión de Garbage, los más ‘bailongos' y ávidos de cachondeo hasta el agotamiento corporal se acercaron a la carpa para disfrutar con los ‘hits' de Independance y Nasty Monday's. A las siete todavía quedaba gente allá arriba. Una lluvia final y escasos rayos solares advertían la llegada de un nuevo día. ¿Nos veremos en 2013?
Publicado el 15 de julio de 2012 a las 12:00.