Emotivo, profundo, sentido y lleno de alegría. Sin duda, el homenaje a José Saramago fue un acto atípico. Un acto que sirvió de reencuentro entre los amigos del ya fallecido escritor portugués, que como confesó, irónicamente, su mujer Pilar del Río "no le hemos pedido permiso".
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Gentedigital.es/Carolina Díez Mateos
21/10/2010 - 21:45
Con su permiso, Saramago, hago sus palabras: "No os resignéis, indignémonos". No nos resignaremos a olvidar a este ser tan excepcional. Al menos quedan plasmadas sus palabras en el manual terapeútico contra la resignación: 'Saramago en sus palabras', un libro que recoge artículos, entrevistas y fragmentos del ensayista.
Fernando López Aguilera, director de la Fundación César Manrique, ha sido el encargado de inmortalizar la conciencia política de Saramago en esta obra recopilatoria. "Necesitamos la presencia de seres excepcionales. Estoy pensando en Saramago, en la fortuna de que hoy podamos vivir con sus libros", señaló López Aguilera ante el público emocionado de Rivas en el Auditorio Pilar Bardem, la noche del lunes, 18 de octubre.
UN GRAN LEGADO
Durante unas horas, periodistas, políticos, jueces, cómicos, actores, bailaoras, cantantes, pero sobre todo amigos, se unieron en esta ciudad saramaguiana para poner voz a las palabras del premio Nobel de Literatura. Unas palabras cargadas de una abrumadora ironía para definir su conciencia social y humana. En definitiva para definir quién era José de Sousa Saramago.
Algunos sólo leyeron un fragmento de este recopilatorio. Otros, como Emilio Aragón, Luis Piedrahita o el periodista Fernando Berlín, se saltaron el protocolo para contar anécdotas vividas con el portugués, mostrando su afectuoso cariño a Pilar del Río. Y es que Del Río era su inspiración. "Hoy no es un día de luto, es el nacimiento de la red de Ciudades Saramaguianas", decía su mujer con la voz entrecortada. Y el poeta Marcos Ana agradeció a Saramago "haberme permitido ser su amigo y camarada".
Sobre las tablas del Pilar Bardem se abogó con fuerza a la justicia, a la dignidad, a la democracia, a la lectura, al periodismo, a la figura de la mujer y a los derechos humanos, porque como diría Saramago "nuestra gran tarea es humanizarnos".
LOS AMIGOS DEL PREMIO NOBEL DE LITERATURA
La periodista Isabel Gemio subió al escenario del Pilar Bardem para poner énfasis al tema de la democracia. Un tema al que en mucha ocasiones recurría José Saramago: "Soy un comunista que defiende la democracia y no está exenta de crítica". Pilar del Río, viuda del escritor portugués, quiso resaltar la labor humanitaria de Gemio a través de su fundación.
La salida del juez Baltasar Garzón fue aplaudida por el público. Los asistentes al auditorio se levantaron de las butacas para dar la bienvenida al ex magistrado de la Audiencia Nacional. Pilar del Río pidió el Nobel de La Paz antes de un largo aplauso. "Hay que saber decir no al poder porque el poder debe ser vigilado", decía Garzón a través de las palabras de Saramago.
El cómico Luis Piedrahita también quiso estar presente en este emotivo homenaje al autor luso, quien se encargó de poner un toque de humor en la sala. Piedrahita se saltó el protocolo, no sólo se limitó a leer sus palabras, sino que contó alguna anécdota.
"El 18 de junio murió un amigo. Murió un referente ético imprescindible". Pilar Manjón, presidenta de la Asociación de Víctimas del 11-M, puso en el atril y comunicó a los asistentes al homenaje la grandeza de Saramago, pero sobre todo su carga humanitaria. "Siempre estuvo al lado de las víctimas, de los más débiles".
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