La defensa de los logros frente a la necesidad del reequilibrio
Se acabó el tiempo de propuestas, promesas, visitas relámpago a todos los rincones de la ciudad y reproches mutuos. Las urnas decidirán el futuro municipal durante los próximos cuatro años tras una campaña relativamente tranquila, sin gran miga ni en el debate televisivo ni en los encuentros digitales y de cuyo resultado los tres candidatos de los partidos mayoritarios están más que satisfechos.
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Lissavetzky, Gallardón y Pérez (de izquierda a derecha) durante el debate electoral televisado.
gentedigital.es/Marcos Blanco Hermida
19/5/2011 - 18:09
El actual alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, al frente del Partido Popular, opta a su tercer mandato consecutivo y los sondeos apuntan a una nueva mayoría absoluta (34 concejales desde 2007 de 57 posibles) frente a la incierta respuesta socialismo de apoyo a Jaime Lissavetzky (18 en los últimos comicios) y a la probable continuidad numérica de Izquierda Unida con el trabajo de su cabeza de lista Ángel Pérez (5 en 2007).
Gallardón, a través de gallardonconmadrid.es, pretende ganar el voto de los madrileños apelando al trabajo realizando durante sus dos legislaturas con argumentos como el 70% de las actuaciones realizadas de su programa en un minucioso trabajo documental.
GALLARDÓN Y EL EMPLEO
Su principal propuesta electoral consiste en la promesa de que creará 150.000 nuevos puestos de trabajo para llegar a los dos millones de trabajadores en una ciudad que valoro como "mejor" estructurada, equipada y cohesionada" desde que accedió al cargo de alcalde. Además, programa "políticas económicas alternativas al Gobierno de la Nación" como una ventanilla única virtual para los trámites empresariales, un fondo de inversión municipal para emprendedores (comenzaría con 2 millones) o ventajas en el pago de autónomos para menores de 30 años. Describe el futuro de una ciudad "socialmente integrada, calidad de vida, internacional y bien administrada". Piensa en "defender lo logrado, más que realizar grandes proyectos".
PSOE E IU, UNIDOS POR EL DESEQUILIBRIO
Lissavetzky, que ha hecho especial hincapié en el despilfarro municipal (definió a Gallardón como un deudópata) y en la situación de desequilibrio que viven los distritos exteriores a la almendra central. Su decálogo estratégico aborda cuestiones como generar empleo y de más calidad o trabajar por un Madrid más seguro, con más policías en la calle. Asegura que eliminaría la tasa de basuras y la zona SER fuera de calle-30.
Mientras tanto, Ángel Pérez, candidato de IU, desea "una ciudad más a escala humana" y resume su programa en tres puntos básicos: la política fiscal (modificar la Ley de Capitalidad o realizar las bonificaciones sociales en el IBI), apostaría también por un reequilibrio en cuanto a la presencia de equipamientos básicos y fomentaría un mejor acceso a la vivienda.
EL '15-M', UN TEMA DE ÚLTIMA HORA EN LA CAMPAÑA
El movimento social generado en Madrid y en otras ciudades españoles tras el 15-M también tiene opinión en esta campaña. Gallardón entiende, sobre este tema, que las críticas a la acción de gobierno del PSOE "no deben trasladarse a las críticas al sistema democrático. No ha fracasado el sistema, lo que ha fracasado es el Gobierno y no puede el Gobierno extender su propio fracaso al fracaso de las instituciones", afirma. Lissavetkzy asegura comprender a los manifestaciones, pero les pide que voten para tomar una decisión democrática mientras que Pérez manifiesta su apoyo a los 'indignados'.
UPyD, UNA ALTERNATIVA QUE OPTA A TENER REPRESENTACIÓN MUNICIPAL
Unión Progreso y Democracia' puede convertirse en la gran sorpresa electoral del 22-M en Madrid. El partido de Rosa Díez tiene muchas opciones de conseguir representantes municipales y las cifras que se manejan les otorgan un 4% de los votos.
Su candidato a la Alcaldía de Madrid, David Ortega, ha señalado durante estos días que buscan ser una alternativa al 'bipartidismo reduccionista' en una ciudad marcada por una gran presión social que, según el candidato, no se corresponde con los mejores servicios sociales.
Ortega critica la "quiebra técnica" de las cuentas municipales y apuestas, como primeras medidas, por eliminar gastos innecesarios: reducir el número de asesores y cargos de libre designación, la publicidad institucional, los coches oficiales y los excesivos alquileres que pagan las arcas del Ayuntamiento. Asimismo, propone la congelación del IBI, eliminar la tasa de basuras en 2014 y una auditoria externa para controlar cada euro que se gaste en Cibeles.
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