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Gente en León

un amigo de león

Ni abierto al amanecer

O jugamos todos o rompemos la baraja. Esto decían dos hosteleros a la puerta de otro bar en el que, con las restricciones oportunas, servían café al exterior. Cada vez que paso por delante de comercios y demás sitios que permanecen abiertos, sin que me oponga a ello, voy que me llevan los demonios pensando cómo van a poder a hacer frente a los gastos que conlleva el tener el bar cerrado. Esto, más o menos, es el pensamiento que navega entre los profesionales de la hostelería.

Archivado en: Maximino Cañón, cierre de la hostelería,

Maximino Cañón
27/11/2020 - 01:10

Como he venido manifestando en este medio, lo primero es la salud, sin lugar a dudas, pero lo que a mí me llama la atención de los que se encargan de protegernos de esta maldición, que es peor que las diez plagas que asolaron Egipto, con la sustancial diferencia de que sólo se dieron en el citado país, mientras que esta pandemia impregna todo el mundo sin posibilidad de escapar de ella.
Me gustaría saber con datos contrastados el nivel de incidencia que la hostelería representa sobre los contagios declarados. Es decir, cuál ha sido la disminución de brotes activos que se ha podido apreciar en estas dos semanas que han pasado, en relación con el total de la población. De lo que no cabe la menor duda es que los bares, en nuestra España, son como el aire, es decir: son necesarios para tener una vida digna y esperanzadora. Por ello, ante la falta de bares abiertos, nos agarramos a los servicios que muchos de ellos, con el fin de aminorar las pérdidas, prestan facilitando sobre todo cafés con la correspondiente tapa que luego se consumen buscando lugares apropiados, o con la consumición en la mano mientras caminas lo cual, a veces, te hace parecer que vas de procesión ofrecido con la vela en la mano. Esta es la realidad que nos ha tocado vivir, mientras muchos otros, por desgracia no lo pueden contar, ya que solamente computan para engrosar los números de fallecimientos que diariamente nos presentan. Mientras esperamos la ansiada vacuna (o vacunas), seguimos cumpliendo con las medidas que las autoridades sanitarias nos recomiendan, eso sí, mirando a los bares con la esperanza que pronto vuelvan a ser los lugares en donde pasamos buena parte de nuestra vida en compañía de amigos, bien de pie o sentados en una mesa sin tener que leer carteles en los establecimientos que pongan la siguiente leyenda: 'Cerrado hasta más ver'.
A cuidarse mucho y compra en León, y si puede ser en tu barrio, y todavía mejor si son producidos aquí.

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