Cine clásico
Ciclo de Cine Clásico en Montauca,
los sábados por la tarde,
con el té de las 5,
coordinado por Tomás Prieto.
.
Leer másClub literario
Es lo que tienen los grandes Colegios Mayores, sean oxonienses o navarrensis. Terminas de cenar y puedes relajarte y coronar la jornada, charlando en la sala Donju sobre la magia de Cunqueiro, la fuerza de Neruda o la genialidad de Chesterton. Muy lejos de la vulgaridad política o televisiva, la vida real también nos sorprende con estas formas de amistad y convivencia culta.
.
Leer másElecciones
“En una campaña electoral, una robusta mujer de Somerset, con mirada algo amenazadora y casi malévola, no me dejó pasar del umbral de su casa porque su marido todavía era conservador. Me contó que había estado casada dos veces, y que sus maridos conservadores se habían vuelto liberales después de casarse con ella y antes de morir. Luego movió el pulgar por encima del hombro, señalando al invisible conservador que estaba dentro, y dijo: Lo tendré listo para las elecciones”.
Lo cuenta Chesterton en su sabrosa Autobiografía, publicada por Acantilado. En la imagen, la insuperable biografía de Pearce, Encuentro.
.
Leer másEs que soy adolescente
Si es verdad que la adolescencia se alarga entre nosotros hasta los treinta y los cuarenta, me temo que este libro es la radiografía de media España, y creo que harán muy bien en leerlo hijos y padres, alumnos y profesores.
En cualquier caso, Pilar y Carlos Goñi observan por dentro y por fuera lo que es un adolescente. O sea: lo que piensa, lo que siente, lo que quiere, lo que dice y lo que hace. Para ello toman casi cuarenta expresiones típicas entre adolescentes, y muestran en qué medida son verdaderas y en qué medida son equivocadas, exageradas, subjetivas, perjudiciales, negativas. Por ejemplo: No sirvo para nada; estoy de bajón; no sé qué hacer con mi vida; este mundo apesta; el futuro me da miedo; no sé qué me pasa; solo quiero rollo; hago lo que me apetece; déjame vivir en paz; quiero irme de casa; no se puede hablar con mis padres; quiero ser famosa; hay que probarlo todo…
Leemos en una de sus páginas que “a un adolescente no hay que vencerlo sino convencerlo. No queramos hacerle capitular, porque no lo va a hacer. Podemos asediarlo a castigos, pero nunca tomaremos la plaza, pues no se trata de eso, sino de educarlo. Hagamos que abra las puertas y nos deje entrar. Entonces podremos dar criterios y orientaciones, que serán percibidos como propios y no como impuestos por el invasor”.
Un libro sereno y dialogante, que Sócrates recomendaría entre la bibliografía de la asignatura siempre pendiente del conocimiento propio. Un libro admirablemente escrito, a la altura de Savater o Marina, que revela en los autores el poso de incontables lecturas y, sobre todo, la experiencia como padres de dos hijos y como profesores de innumerables alumnos.
.
Leer másAviso de Bertolt Brecht
No aceptes lo habitual como cosa natural.
Porque en tiempos de desorden,
de confusión organizada,
de humanidad deshumanizada,
nada debe parecer natural,
nada debe parecer imposible de cambiar.
.
Leer másCambiar el mundo
Leo en el magnífico blog de Rainer Uphoff:
Después de Iqbal Masih, el chico pakistaní que pagó con su vida su lucha contra la esclavitud infantil, ahora conocemos la lucha de Malala Yousafzai. ¿Por qué cuesta tanto recordar en los países enriquecidos que la adolescencia no es lugar para el infantilismo, sino para la lucha?
.
Leer másJUP’ 2015
No es fácil reunir varios días a personalidades tan relevantes como Phillipe Nemo, Higinio Marín, Rafael Alvira, Inocencio Arias, Sherif Girgis y Jack Valero. Las Jornadas Universitarias de los Pirineos, en la última semana de julio, han vuelto a ser una fiesta para tantos forofos del debate, la política, la música, el cine, la literatura, la historia, la filosofía, la gastronomía, la piscina… Tampoco es fácil reunir a más de 150 estudiantes y profesores de 20 universidades. Todo un lujo, con el telón de fondo de la amistad.
.
Leer másHolandays
Más que un país con bosques Holanda es un bosque con país, un verde interminable salpicado de casas, pueblos, granjas, molinos, campanarios… Y surcado por canales como venas por donde circulan sin prisa euros y mercancías. Canales que conservan la belleza pintada por Vermeer o Van Gogh. Quizá esa belleza geométrica, ese mundo de diseño, explique en parte la pintura holandesa, tan paisajista y minuciosa, todo un milagro estético: ahí está la fabulosa Museumplein de Amsterdam, y pinacotecas como el Rijks, el Kröller-Müller y el Maurithuis, donde puedes asomarte a esa incomparable vista de Delft o encontrarte con la mirada de la chica de la perla.
El país se mueve plácidamente en bicicleta, supongo que muy lejos del peligro de infarto. Preguntar a un holandés si usa la bici es como preguntarle si se pone calzado o pantalones para salir de casa. Además de pedalear, le encanta el orden y la precisión, como salta a la vista en la arquitectura, los jardines, las máquinas, los horarios… “Pensamos poco pero calculamos mucho”, me explica Daan. A mí me han parecido tipos tranquilos, deportistas, educados, políglotas y sumamente respetuosos. ¿Es que aquí no hay macarras? “Esos cruzan los Pirineos”, me dice Jan en broma. Creo que lo único que escapa al control del holandés es el aguacero, siempre acechante a la vuelta de la esquina; pero esa lluvia asegurada es una bendición para los campos y convierte en una fiesta la aparición del sol.
.
Leer másPalabra de Hannah Arendt
Si Séneca hubiera vivido entre nosotros, sus Epístolas a Lucilio habrían sido emails. Es lo que hace Teresa cuando responde a su sobrina Sofía y abordan la figura de Hannah Arendt. Gracias a ese intenso intercambio de correos, recogido en el título Palabra de Hannah Arendt, asistimos los lectores al poderoso retrato de una mujer judía que nace en Hannover en 1906; que es alumna aventajada, entre 1924 y 1928, de maestros como Heidegger, Guardini, Husserl o Jaspers; que colabora después con la resistencia sionista en Alemania y es conocida como Atenea, la diosa de la guerra, inteligente en la estrategia, protectora de Ulises.
Tras ser detenida y puesta en libertad, Hannah huye a París con su madre. En Francia es Secretaria General de Youth Aliyah, agencia judía para Palestina; se encarga de rescatar niños judíos de Austria y Checoslovaquia; se casa con Heinrich Blücher; es internada en un campo de refugiados. En 1941 se exilia con su marido a Estados Unidos, se establecen en Nueva York y comienza a trabajar como periodista. Después de haber comprobado la inmensa capacidad de manipulación del periodismo nazi, Hannah Arendt sabía que los periodistas crean en gran medida la cultura de una época, porque la gente ve la realidad a través de sus historias.
Publicado por Ediciones Encuentro, Palabra de Hannah Arendt nos brinda algunas claves del oficio periodístico en nuestros días, analiza el periodismo de Arendt y se centra en los reportajes que realizó sobre el juicio al nazi Adolf Eichmann, en Jerusalén. Reportajes que fueron publicados por The New Yorker en 1963. En esos artículos, así como en el libro donde son compilados, Eichmann en Jerusalén, Hannah se atreve a airear una verdad sepultada por el judaísmo oficial: que muchos judíos habían colaborado con sus verdugos en las tareas de reclutamiento para el envío a los campos, y también en la supervisión de trabajos y matanzas en aquellos infiernos. “El papel que desempeñaron los dirigentes judíos en la destrucción de su propio pueblo constituye, sin duda alguna, uno de los capítulos más tenebrosos de la ya tenebrosa historia de los padecimientos de los judíos en Europa”.
El libro fue prohibido en Israel y desencadenó una campaña internacional contra su autora. El hecho de que la periodista fuese una mujer judía con enorme prestigio intelectual y moral, no hizo más que aumentar la afrenta y el escarmiento. Pero la verdad ya no podía ocultarse. En el propio libro, Hannah reconoce que “cientos de miles de bondadosos americanos de clase media habrán aprendido de esos artículos que los líderes judíos de Europa fueron cobardes, ineptos e incluso colaboracionistas; que la comunidad judía ayudó a los nazis a cumplir su objetivo de genocidio racial”.
Con notable maestría, Teresa Gutiérrez de Cabiedes, periodista y doctora en Comunicación Pública por la Universidad de Navarra, especialista en Hannah Arendt, nos acerca en este nuevo libro a la gran periodista, filósofa y escritora.
.
Leer más