Carros de fuego

Hugh Hudson, 1982. Gran Bretaña presentó esta gran película al festival de Cannes de 1982. Su acción transcurre durante los dos años anteriores a las VII Olimpiadas, que se celebraron en París en 1924. Los jóvenes protagonistas son Harold Abrahams, un judío de origen social modesto que estudia en Cambridge, y Eric Lindell, hijo de un misionero protestante escocés. Ambos son magníficos atletas, seleccionados para la Olimpiada. Abrahams, humillado por su condición modesta, aspira a una medalla para superar su complejo. Lindell, que quiere ser misionero como su padre, considera que corriendo y ganando sirve mejor a Dios.

Las vicisitudes de los dos atletas, el proceso de maduración de uno y la fidelidad del otro a sus creencias son el fundamento de una historia sabiamente construida, llena de aciertos en los diálogos y situaciones. La fuerte y diversa personalidad de los dos jóvenes, plasmada en secuencias magistrales, es un certero estudio de psicología humana. Carros de fuego, ganadora de cuatro Oscars, es una obra maestra por su interpretación y su fuerza dramática, por la fotografía de David Watkin y la música de Vangelis.

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