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Cecilia Gessa: "La incomodidad nos hace reflexionar y eso siempre es bueno"

La directora madrileña aborda en el cortometraje ‘Despierta' asuntos "silenciados", como la bisexualidad en mujeres de 60 años en adelante. Pone en valor "la capacidad para enfrentarse a los juicios de terceras personas".

Archivado en: entrevistas, cultura, cine, Cecilia Gessa

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Foto: Joan Crisol

"Intento no pensar en cómo va a reaccionar el público; me acota"

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F. Q. Soriano
12/1/2024 - 00:06

Aunque asegura sentirse "muy orgullosa" de todos sus proyectos, Cecilia Gessa no cae en la autocomplacencia. La actriz, productora y directora madrileña daba en 2023 un paso más en su trayectoria con el cortometraje ‘Despierta'.

'Despierta' ya es una realidad, pero, ¿cuándo y por qué decidiste hacer este corto?
Me he decidido cuando he podido hacerla, por tema de financiación y calendario. Es un proyecto que ya tenía en lista desde hace ya por lo menos dos o tres años. Este 2023 era el año para estrenarlo, aunque lo rodamos en 2022. Le tenía muchas ganas, 'Despierta' refleja una realidad que no se ve y no se habla de ella, quería darle visibilidad precisamente por eso, nadie habla de la bisexualidad en mujeres que tienen más de 60 años, es más, nadie habla de la sexualidad, en general, de ese colectivo femenino. A partir de la relación que se da en la cinta quería también hablar de otras muchas cosas, como las segundas oportunidades o tener la valentía de olvidar el qué dirán, los juicios de terceras personas, para darte una oportunidad sobre algo que quizás ya nunca vas a tener. La relación entre las protagonistas se prolonga durante 7 años, por lo que se habla de manipulación de una mujer sobre la otra a través de promesas como "voy a dejar a mi marido" que nunca suceden.

Has querido plasmar, por tanto, una realidad sobre la que casi nadie habla. ¿Tenías cierto temor por ver cómo lo iba a acoger el público?
Si soy sincera, intento no pensar en cómo va a reaccionar el espectador, si no, no haríanada. Antes sí lo tenía más presente, pero ahora no lo hago, me acota; es como cuando me siento a escribir, si pienso como productora tiendo a reducir y acabo saliendo de la parte creativa y artística. Solo pienso en lo que quiero contar y cómo lo voy a contar. Cuando ya está acabado, ya no puedo hacer nada, todo depende del público y surge un vértigo por ver qué recibo. Muchas veces me sorprenden las reacciones. En 'Despierta' se nota que los espectadores no están acostumbrados a ver a dos mujeres de esa edad semidesnudas, dos mujeres maduras bellas, parece que es algo reservado para la juventud. Necesitaba que las dos actrices, tanto Eulàlia Ramon como Mónica Bardem, fueran frágiles pero a la vez fuertes, tienen una dualidad que me gusta muchísimo. Hay una luz cálida y muchos primeros planos que ayudan a crear esa intimidad. Está rodado en una habitación preciosa del Hotel Axel de Madrid, con una cama y una bañera donde se da una conversación introductoria clave. Me gustaba cómo estaban situados todos los elementos para partir de un punto idílico e ir poco a poco contando que hay algo que no funciona. También hago teatro, un ámbito donde me gusta ensayar sin cortar, por eso me tomé esa habitación como un escenario en el que las actrices ya sabían por dónde se tenían que mover y que así no corten esas sensaciones que se van generando, por eso quería hacer plano secuencia, aunque luego en la práctica resultó imposible. Juego mucho con los silencios y las miradas. También dejo espacio al espectador para que saque sus propias conclusiones, de hecho quité escenas y texto. Seguramente en algún momento haré un largometraje a partir de esta historia porque creo que hay mucho aún por contar. Ha quedado un corto muy redondo.

¿Tenías claro desde el primer momento quiénes iban a ser las dos actrices?
Sí. Había otra actriz en lugar de Eulàlia, pero tuvo un problema de salud. Como tenía muchas ganas de trabajar con Lali, se lo ofrecí y ella no se lo pensó dos veces. Mónica es muy buena compañera, cualquiera querría trabajar con ella, pero es que encima en este caso ellas dos tuvieron mucho 'feeling'.

Cuando se habla de un corto tendemos a olvidar la gran cantidad de trabajo que hay detrás, más allá del metraje. ¿Puedes cuantificar cuánto tiempo te ha llevado?
La idea se comenzó a gestar incluso antes de la pandemia con mi amiga y guionista del corto Bea Poey. Han tenido que pasar varios años porque tenía planteados otros proyectos, 'Nuestros hijos' y 'Princesa'. Efectivamente, hay muchas horas detrás. Necesitas encontrar el tiempo ideal para reunir al equipo necesario y la financiación, después el rodaje, que tuvo lugar en el verano de 2022, para pasar a la edición, el montaje, incluir el sonido y la música, que es vital, porque puedes arruinar todo, especialmente cuando estamos hablando de sutilezas y primeros planos. En total hemos dedicado medio año para el lanzamiento desde su grabación, y nos hemos dado mucha prisa. 2023 fue el primer año que no grabé ningún corto, la razón es que prometí no hacerlo hasta que consiguiera apoyo institucional. Dio igual, no lo he conseguido. Por tanto volveré a rodar en 2024, tengo dos proyectos entre manos, 'Mis hadas' y 'Fue solo un beso', si consigo el presupuesto necesario, rodaré los dos, pero es muy difícil. El formato de cortometraje me encanta, lo bueno es que tienes libertad absoluta en la parte creativa, en el largometraje te debes a terceros que te obligan a llevar una línea muy concreta, sobre todo en España, creo que somos muy poco transgresores, no hay mucho riesgo. Hay series norteamericanas que se mojan mucho a la hora de hacer una crítica real al capitalismo o a la doble moral, la cultura puede permitirse el hecho de incomodar, no sé si debe dar respuestas pero al menos sí debe generar preguntas. La incomodidad te hace reflexionar, y reflexionar es bueno. Yo intento, con mis medios, generar nuevos debates o tocar otros que están adormilados; para ser mejores debemos plantearnos cómo actuamos ante ciertas situaciones. Vivimos atemorizados por el juicio de los demás.

¿Por qué es tan difícil hablar de sexualidad femenina y, especialmente, de mujeres de más de 60 años?¿Crees que se debe al peso del patriarcado o de la herencia religiosa en la educación?
Está claro que el patriarcado es fuerte, siempre tendremos que estar atentas y nunca bajar la guardia. Hay una doble moral, el patriarcado habla de sexualidad y sensualidad utilizando a las mujeres, pero por otro lado hay una paternalización a la hora de mostrar esa sexualidad, como si fuera necesario dar permiso. En el caso de 'Despierta', si fuera el marido de una de las protagonistas el que cometiera la infidelidad, no pasaría nada. El patriarcado lo tiene todo muy bien estipulado y las mujeres solo somos sus peones. Los puestos de poder siguen estando en manos de hombres, y las mujeres que consiguen llegar ahí lo hacen de la misma manera que ellos, por lo que no cambia nada. Yo he vivido que te encuentras con otra mujer que tiene un puesto de poder y piensas que por compartir género va a estar de tu lado, pero no es así; para mí es mucho más doloroso que una mujer me cierre la puerta a que lo haga un hombre. Cuando formalicé la productora lo hice para profesionalizar todos mis proyectos, pero hay momentos en los que me supera, me quita mucho tiempo de la parte en la que creo que soy realmente buena y me desgasta mucho. Eso sí, creo que cada vez somos más mujeres las que hemos tomado las riendas, hay una evolución grande. En la industria audiovisual somos muchos, hay poco espacio, pocos recursos, poco dinero, todo está facilitado para las productoras más fuertes, no premian a aquellos que conseguimos salir adelante con financiación privada, más bien al contrario, se cree que ser independiente es malo, te acaba penalizando, en determinados festivales no miran el contenido del cortometraje, no ven más allá de si está subvencionado con fondos públicos. Es algo que debería ser al revés. A día de hoy estoy muy orgullosa de mis proyectos, si volviera atrás seguramente habría cosas que mejoraría, porque soy muy exigente. Con 'Despierta' están sucediendo cosas fantásticas, con el paso del tiempo estoy descubriendo cosas nuevas que ni siquiera se me habían pasado por la cabeza.

La mayoría de las mujeres de nuestro país que tienen 60 o más años han recibido una educación clásica. ¿Crees que ese tabú de hablar de sexualidad cambiará con las nuevas generaciones?
Va a cambiar porque ahora todo lo vivimos más rápido, todo es más inmediato. Antes había un modelo muy claro en el que la mujer se quedaba en casa y el hombre trabajaba y se encargaba de todo, además, esa relación era para siempre. Nuestra generación ha vivido varias aperturas. Las redes sociales y el cambio tecnológico ayuda también a eso, en cuanto a que hay más valentía a la hora de cortar una relación tóxica. Las nuevas generaciones quizás están pecando en no dar valor a los pequeños detalles y a no correr, ahora se queman etapas muy rápido, creo que no es bueno.

¿Consideras que la idea de 'Despierta' podría surgir desde otro prisma distinto al femenino?
Sí, seguramente. Hay muy buenos proyectos escritos por hombres, pero creo que es muy interesante lo que viene sucediendo en los últimos años, esas historias que antes eran contadas por hombres ahora las cuentan mujeres y se ve claramente que hay diferencias, es imposible que no las haya. En 'Despierta' hay una sensibilidad que solo tenemos nosotras, aunque hay hombres muy sensibles, este cortometraje es muy difícil que lo hubiera hecho exactamente así un hombre, no peor sino diferente. No recuerdo ver tan bien reflejado cómo se siente una mujer cuando acaba de parir que en 'Cinco lobitos'. En cambio, Luisgé Martín escribió la obra de teatro 'Amo puro' que habla de temas universales desde un lugar tan frágil, por momentos incluso femenino, que me lo planteo como un gran proyecto para el futuro. Está protagonizada por dos hombres, pero está tan bien escrita que puede tener como protagonistas a dos mujeres sin problema.

Cuando te sientas a escribir, ¿tienes preconcebido si el resultado final va a ser una obra de teatro o una producción audiovisual o es la propia historia la que lo acaba dictando?Normalmente siempre tengo una idea sobre el formato que va a ser porque hay muchas diferencias. Si partes de una idea clara y hay un giro, se puede plasmar en un corto, en cambio en una película tienes que crear todo un universo, es un arduo trabajo, por ejemplo, el guion de 'Princesa' me llevó cuatro años. El teatro también requiere de atender a los detalles. A veces la idea viene de una situación que he vivido o me ha generado algún sentimiento fuerte, aunque en ocasiones parto de un tema del que quiero hablar y doy vueltas hasta que encuentro la clave para contarlo.  

Aunque es una profesión muy bonita y me siento feliz con lo que he conseguido, es complicado sacar adelante los proyectos. Me gustaría que se dieran más facilidades para todos los creadores que estamos buscando nuestro lugar. Es una sensación que genera tristeza porque puedes darlo todo pero a veces necesitas ese apoyo. Hay algo muy bueno que a veces paso por alto: casi todos los proyectos que me he planteado los he sacado adelante. Además, en 2023 he producido para terceras personas tres cortos: 'Esto no es Noruega', 'La cita' y 'Un verano con Carolina'.

 

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