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Entrevista

La Mari de Chambao: "Las leyes se pueden cambiar y mejorar"

La cantante malagueña celebra sus 20 años de carrera musical con una gira muy especial. Hace parada el próximo miércoles 29 en Madrid (Sala Joy Eslava) y el 16 de julio en Getafe (festival ‘Conciertos del ACAR').

Archivado en: entrevistas, música, cultura, La Mari Chambao

Francisco Quirós Soriano
24/6/2022 - 00:01

Nos citamos en un céntrico hotel madrileño para hablar con La Mari de la gira con la que celebra sus 20 años en el mundo de la música. De fondo suena ‘Poquito a poco', pero, lejos de alimentar el ego del artista, la cantante malagueña se muestra tal y como es, rebosando simpatía, humildad y cercanía. "Hemos venido a dar amor, y eso es lo que vamos a recibir". Con esta frase, que suena casi a leitmotiv, cerró una entrevista que discurrió del siguiente modo:

Decía el tango de Gardel que "veinte años no es nada", pero sí que parece tiempo suficiente para hacer un proyecto de este calado.
No tengo noción de estos 20 años, tanto que me estaba pensando esperar a hacer gira para cuando tuviera acabadas todas las canciones nuevas que estoy componiendo. No sabía si sacar un disco o ir canción a canción, cuando caí en la cuenta que nuestra primera maqueta la mandamos en 2001. Veinte años son muchos, pero también una maravilla celebrar tanto tiempo en la música.

Como comentas, el primer disco de Chambao se gestó en 2001. ¿Qué recuerdas de aquel 'Chambao Flamenco Chill'?
En la familia de Dani y Edi, primos hermanos y residentes en Málaga, llevan haciendo música casi desde que tienen uso de razón, al igual que yo, aunque no vengamos de familias de artistas. Por eso entendemos la música de manera muy natural, no por el anhelo de ser artista. Ellos empezaron a hacer canciones y buscaban una cantante. Me lo propusieron y les dije que me daba una vergüenza tremenda, sobre todo cuando me miraban al cantar. Después conocimos de forma muy casual al productor Henrik Takkenberg en Pedregalejo, Málaga. Él iba allí de vacaciones, pero su equipo llegó antes, así que se lo guardamos para que el mensajero no tuviera que hacer más viajes. No teníamos ni idea de que se trataba de un gran productor. Para devolvernos el favor y pasar un poco el tiempo, comenzó a grabarnos 'Pasta pa' la costa' y algunos temas más. Vino un amigo suyo, Chris, un fotógrafo de Sony Londres y se llevó la maqueta. En un intervalo corto de tiempo, también por consejo de Henrik, se lo enviamos a distintas discográficas. La única que nos respondió fue Warner para decirnos que no estaban interesados. Pocos días después nos dijeron desde Sony Londres que estaban interesados, pero que debíamos hablar con la delegación de España. Nos llamaron desde el departamento de marketing estratégico para ir a hablar con ellos. Así entró Chambao en el mundo de la música. Cada uno teníamos nuestra vida: Edi trabajaba en una fábrica de cemento, Dani estaba llevando maletas en el aeropuerto y yo trabajaba en una agencia de viajes. El único que estaba dentro del mundo de la música era Henrik. Cuando Sony nos fichó cada uno fuimos decidiendo qué queríamos hacer, de tal modo que en 2005 ya estoy sola, decidiendo, haciendo discos... El estilo y el nombre vino de Henrik, nosotros estábamos en Ketama, Lole y Manuel, Triana, Mártires del Compás y otros grupos de flamenco alternativo. Por otro lado, en Málaga tenemos mucha música anglosajona, creo que por el puerto, es una ciudad muy cosmopolita.

"Cuando daba mis primeros pasos me daba mucha vergüenza que me vieran cantar"

Recuerdo mucha ilusión, pero la vivíamos de forma diferente. Por ejemplo, Henrik sabía que lo que venía era un bombazo y nosotros seguíamos viendo la música de forma natural. En mi cabeza esa mezcla no estaba incorporada. Henrik fue el inventor del nombre y del estilo. Fueron mis primeros pasos en los escenarios, cantaba de lado y de espaldas, me daba mucha vergüenza; la música es natural en mí, pero la artista se ha hecho en los escenarios.

¿De qué sientes más orgullo en estos veinte años de carrera?
Me siento orgullosa de mí, sin más, y no suelo echarme flores. Tengo muy buen fondo (emocionada), le quito peso a toda la majestuosidad que hay en torno a un artista. Lo importante es la música, a veces se nos va el foco. No quiero vacilar por el barrio, intento estar a gusto donde estoy. Habiéndome equivocado y acertado estoy aquí y no de cualquier manera, tengo unos valores que me vienen de casa, Pepa y Rafael, que son mis padres, me han enseñado a ser buena gente, y eso es lo que trato de comunicar en la música. También me enorgullezco de las decisiones que he tomado y de aquellas que no.

El repertorio escogido resume toda esta trayectoria. ¿Cómo ha sido ese proceso de selección?
Estoy haciendo popurrí, es una celebración con el público para darles gracias. Tanto es así que he cogido toda mi ropa, me he quedado solo con un pequeño armario y todo lo demás, lo que he llevado en estos 20 años, va a formar parte de un 'outlet' barato que está en el merchandising de la gira. Con las canciones ha pasado algo parecido, he cogido temas míticos, otros que han ido cogiendo fama por los conciertos y no por las radios, y luego he cogido versiones que las he ido haciendo mías, como 'Lo bueno y lo malo', de Ray Heredia. También he cogido canciones que han ido conmigo desde mi adolescencia, desde Ketama, El Canijo de Jerez, Niña Pastori, Natalia Lafourcade... Hay un batiburrillo muy interesante. Esta celebración es para darles las gracias a la gente, ya sea por la música, las letras o lo que quieran.

"No suelo echarme flores, pero estoy orgullosa de mí misma"

¿Hay alguna de esas canciones que no tuvieras tan presente y te haya dado un pellizco al recordarla?
Unas pocas. De hecho, la que cantamos de Ketama me ha traído muy buenos recuerdos, era un grupo al que veía en el Tivoli por 300 pesetas. Con Niña Pastori me pasa lo mismo, además que la amo. También me han emocionado las de Enrique Morente y Pau Donés, me gusta recordarles como parte del presente. Pau cuidaba muchísimo a todo el que tenía enfrente, tenía un gran corazón, ojalá se hubiera quedado más tiempo para haber aprendido más de él como persona; como músico, tenía una profundidad y una cercanía que, para mí, era un despertador de conciencias.

Enrique Morente, Pau Donés o Antonio Vega son artistas que ya no están entre nosotros. ¿Querías hacerles un pequeño homenaje?
Hay un tributo por muchas partes, la más obvia es a la música, pero también a la persona. Las veces que pude estar con Enrique Morente, apenas hablaba, para qué, hasta de sus silencios aprendía. En la música creo que se estudiará dentro de muchos años a todos estos artistas.

Volviendo a Chambao, hay canciones cuyas letras siguen vigentes. Por ejemplo, 'Pokito a poko' bien podría servir para este tiempo en el que vamos saliendo de la pandemia.
Curiosamente ese disco lo grabamos Edi y yo antes de que acabara 2004 y en febrero de 2005 me diagnosticaron cáncer. La gente pensaba que la había compuesto por ello, no es así. Se le presta atención a la letra por todo lo que engloba, vamos muy rápido por la vida, ni siquiera nos damos los buenos días, no vemos a quien tenemos delante. Ese tema salió tal cual, es la filosofía de vida o una mirada sobre para qué queremos más si lo que tenemos enfrente no lo prestamos la atención debida.

"Como músico, Pau Donés era un despertador de conciencias"

Por desgracia, otra canción que sigue vigente es 'Papeles mojados'...
Sí, así es. No quiero dejar un mensaje negativo, pero tenemos que escucharnos más y no lo digo por esa idea de hay que dejar ideas positivas y desechas a la tristeza, todas las emociones son válidas, hay que gestionarlas, transitarlas, darles su espacio, su respeto y su importancia. Estamos en movimiento, pero no se nos permite cambiar de pensamiento y eso convierte en leyes, en personas que se quedan en el mar, en la guerra de Ucrania, en majaretas que gobiernan. Todos nacemos por el mismo sitio y nos vamos al mismo lado, no creo que en cielo ni en el infierno, pero todos nos vamos a morir, se nos va la pinza con los intereses. Debe ser muy difícil gobernar un país, pero por sentido común no entiendo, por ejemplo, las leyes de costa, cómo se puede dejar morir a alguien en el mar por no sé qué falta de acuerdo con otro país; me explota la cabeza y el corazón. Las leyes se pueden cambiar y mejorar, al igual que la sanidad y la educación.

Por último, un mensaje para el público
Me siento alejada de la palabra público, al igual que de la palabra artista. Para las personas que vengan a los conciertos del XX aniversario, no les prometo nada, pero si vienen abiertos a estar a gusto, a recordar momentos musicales, van a llorar y a reír, a bailar y se van a ir a su casa muy contentos. Tienen que venir predispuestos al recreo, a dejar durante dos horas y media las preocupaciones a un lado. Nos retroalimentamos, puedo llevar canciones preparadas, pero no es lo mismo cantar 'Poquito a poco' en Madrid que en Bulgaria, se termina de hacer un repertorio con las personas que están allí.

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