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‘Marismas’, un ‘thriller’ trepidante en el que todo queda en familia

Beatriz Roger y Luiso Soldevila, madre e hijo, publican su primera novela. Está ambientada en la Costa Brava, entre la localidad de Llafranc y la playa de Gola del Ter.

Archivado en: entrevistas, cultura, literatura, Luiso Soldevila, Beatriz Roger

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"Teníamos claro que la novela debería ser muy nuestra"

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F. Q. Soriano
25/2/2022 - 09:22

Beatriz Roger y Luiso Soldevila reconocen ser dos grandes amantes de "la novela negra y las series nórdicas". Sin embargo, hay un vínculo mucho más fuerte entre ambos: son madre e hijo. Este es uno de los aspectos más curiosos que rodea a ‘Marismas' (editorial Planeta), su primera novela, un ‘thriller' con características tan potentes como para dejar ese parentesco en una mera anécdota. Hablamos con ellos sobre este debut literario.

¿Cómo surge la idea de escribir una novela a cuatro manos?
Luiso Soldevila: Es cosa de los dos, pero sí que es verdad que al inicio yo tenía una idea muy clara de escribir sobre un detective joven y que la novela estuviera ambientada en la Costa Brava. Nuestro protagonista, Nico, debía vivir en Llafranc, un pueblo al que mi madre y yo tenemos mucho cariño. Comencé a escribir un esbozo, a la primera persona que se lo presenté fue a mi madre, que siempre ha escrito y leído mucho. Justamente estábamos en Llafranc. Le comenté si quería hacerlo conmigo y me dijo que sí.

¿Cómo se ha ido desarrollando el trabajo, habéis dividido el trabajo?
Beatriz Roger: Teníamos muy claro, desde el principio, que la novela fuera muy nuestra, muy de los dos, a pesar de ser dos generaciones diferentes, de tener puntos de vista distintos e incluso dos géneros diferentes, que también marca. Decidimos repartirnos los capítulos por bloques, nada de dividirnos los personajes, totalmente al 50%. Tras escribir, nos intercambiábamos los textos y cada uno opinaba y aportaba, lo juntamos todo en un único documento cuando estábamos satisfechos con el resultado y, a partir de ahí, iniciamos el trabajo con el control de cambio.

Luiso Soldevila: Lo más complicado es que hay un momento, cuando estás escribiendo, en el que te viene la inspiración o una idea nueva, pero al no estar solo en el proyecto tienes que avisar a la otra persona. Tienes que compartir la idea y esperar que guste, que en ocasiones no ha sido así.

Beatriz, estudiaste Criminología, y Luiso, Cinematografía. Parece una combinación ideal para alumbrar este 'thriller'.
Luiso Soldevila:
Cuando van pasando los días y hablamos más sobre ello, nos damos cuenta de que nuestras profesiones sí que han favorecido a la hora de escribir esta novela. Obviamente, todos los conocimientos de criminología de mi madre nos han venido muy bien. Mis estudios en Cinematografía han ayudado a dar esa atmósfera y el ritmo; me gusta mucho escribir imaginando como una película, pensando en el personaje, el plano, el encuadre, e incluso en la iluminación, aunque pueda parecer exagerado.

Alternáis la voz del narrador y combináis capítulos breves con otros más extensos. ¿Son las herramientas pensadas para dar ritmo a la novela?
Beatriz Roger:
Teníamos claro que la novela tuviera dos aspectos: aquello que se ve y lo que está oculto. Hemos querido jugar con esto, esperamos que el resultado haya sido bueno. Queríamos que el lector percibiera que hay una especie de sombra, algo misterioso.

Las descripciones de lugares como la Gola de Ter hacen que el lector prácticamente se sienta sobre el terreno. ¿Por qué habéis elegido estos escenarios?
Beatriz Roger: Yo veraneo en Llafranc desde niña y, obviamente, Luiso también. Hay gente que entiende estos lugares como un sitio donde ir a pasar las vacaciones, pero nosotros lo vemos mucho más allá de la temporada estival, nos encanta la cara que tiene en invierno. Conocemos mucho ese aspecto, más desconocido para el público, de la Llafranc solitaria, de la playa vacía, locales cerrados... Sobre la Gola de Ter, que está a 20 minutos en coche de Llafranc, es un lugar que se presta para ubicar una historia de misterio, por los arrozales, la desembocadura, las islas, la montaña, esa neblina que hay, las crecidas del río... Es un escenario idóneo.

Luiso Soldevila: Nos decidimos por esta localización porque hemos leído bastante novela negra y nos sorprendía que todo este terreno no se haya explotado, da mucho juego: tienes temporales, el mar, muchos pueblos entrañables que en invierno son más solitarios... Además, escribir sobre un sitio que consideras tu hogar creo que nos ha ayudado. Me gustaría destacar que veraneantes de la zona no terminan de conocer la Gola de Ter.

Para aquellos/as lectores/as que se acerquen por primera vez a 'Marismas', ¿qué definición haríais del libro para animarles a leerlo?
Luiso Soldevila: Yo les animaría a leerlo porque lo hemos escrito con mucho cariño e ilusión, y ojalá que cuando se sumerjan en la lectura lo sientan así. Creo que hemos logrado que 'Marismas' sea un 'thriller' trepidante, que tenga ese ritmo. Todo empieza en Navidades con la desaparición de una niña pequeña, eso ya te da un punto de desasosiego y angustia por querer resolver el caso. La trama se desarrolla en una sola semana, lo que crea una sensación de que se va agotando el tiempo para encontrar a la niña. La novela está muy bien nutrida con los personajes que hemos creado, considero que van a encontrar vivencias en todos ellos que se podrán sentir identificados.

Beatriz Roger: Los dos somos devoradores de novela negra y de series nórdicas. Una de las cosas que más valoro es que, además de que me enganche la trama, me lleguen los personajes, que independientemente de lo que suceda, las personas que estén involucradas me toquen la fibra. Luiso y yo pretendíamos que fuera algo más que un 'thriller', contar la vida de las personas que aparecen, como episodios del pasado. La figura central de la novela, Nico Ros, la hemos intentado desmarcar de los detectives más habituales de gabardina. Por eso es un chico joven, que además tiene un pasado al que ha conseguido sobreponerse y que está rodeado de cariño, no es un amargado ni un resentido.

¿Tiene algo de autobiográfico el personaje de Nico Ros?
Beatriz Roger: De mí tiene la parte más tierna. Hay una cosa importante, aunque en muchas cosas nos parecemos mucho, no dejamos de ser chica y chico, y eso ha hecho que Luiso buscara un Nico a un tipo más duro.

Luiso Soldevila: Tiene cosas de los dos, es inevitable, cuando escribes le acabas de dar algo de ti a cada personaje. Eso sí, a mí me dicen que han encontrado un cadáver y no me acerco ni de broma, así que todo el carácter de Nico es ficticio.

Como amantes del 'thriller', ¿creéis que la historia de 'Marismas' se puede llevar al cine o la pequeña pantalla?
Luiso Soldevila: Si alguien lo quiere llevar algún día al cine o como serie, mi madre y yo estaremos la mar de felices y satisfechos, pero ahora lo que nos hace ilusión es que el libro funcione, que tenga una buena acogida de crítica y público. No te voy a engañar, yo que me dedico a este sector, cuando lo imagino sí que me hace mucha ilusión. Creo que es una novela que se puede explotar fácilmente en esos formatos, pero no es algo que dependa de nosotros.

Sobre la trama, un aspecto que añade carga dramática es que la trama se desarrolla en Navidad. La maldad no descansa ni en vacaciones.
Beatriz Roger:
Exacto, queríamos dar esa idea. Cuando alguien vive un momento duro acaba viendo que el mundo no se ha parado, a pesar de que el suyo sí lo haya hecho. Si a esa sensación de angustia e incertidumbre que hay en el arranque del libro se le añade las fechas navideñas, todavía resulta más triste.

¿Este viaje literario ha servido más, si cabe, para estrechar los lazos entre madre e hijo?
Luiso Soldevila: Tenemos esta historia compartida, siempre la llevaré conmigo, nunca la olvidaré. Espero que podamos seguir escribiendo juntos. Estoy tan orgulloso de mi madre como de mi padre. Lo que sí puedo decir es que, a nivel familiar, quienes han acabado agotados son mi padre, mi mujer y mi hermana por tanto hablar del tema en comidas familiares.

Beatriz Roger: Hemos tenido la suerte de que siempre nos hemos llevado muy bien, quizás esto nos ha dado la oportunidad de tener esa cercanía y momentos de encuentro que ahora no se dan tanto por motivos laborales y porque Luiso se independizó hace tiempo. He podido descubrir una faceta de mi hijo que quizás desconocía desde el punto de vista profesional, no le he había visto trabajar. Me ha gustado mucho.

¿Esta experiencia de escribir libros juntos va a tener nuevas historias?
Beatriz Roger: Nosotros soñamos que así sea. A mi edad hay algo que se aprende, aunque cueste lo suyo, que es saborear el presente. Hemos cumplido este sueño, creo que sería muy malo pensar inmediatamente en el futuro, aunque Luiso y yo sí que seguimos escribiendo, pero de una forma humilde y prudente, porque este camino depende de la acogida del público.

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