La mítica banda madrileña se reencuentra este sábado con su público en el Teatro Calderón para celebrar un aniversario que aguó la pandemia. Además del concierto habrá unas exposiciones científicas.
Archivado en: entrevistas, música, cultura, Aviador Dro
Francisco Quirós
03/9/2021 - 11:56
Este sábado 4 de septiembre tenéis un evento muy especial en el Teatro Calderón de Madrid. ¿Cuál es la razón que os ha llevado a activar de nuevo el motor de Aviador Dro?
Las ganas, la verdad. Evidentemente ha sido un año y medio realmente complicado, y ahora, vacunados, contentos y recuperados, queremos de alguna manera celebrar con nuestros amigos mutantes de Madrid y alrededores que por lo menos nos podemos ver, escuchar música, bailar y hablar de ciencia que, en cierta medida, es algo que va a contribuir a sacarnos de todo esto. Por ejemplo, en este tiempo hemos seguido con mucha atención lo que hacía el robot Perseverance, que cuenta con colaboraciones de gente española y eso es algo a celebrar. Tenemos una máquina en el espacio abriendo fronteras y Madrid es parte de ello. Si invertimos más en investigación, en ciencia y en sanidad estaremos más cerca del futuro que todos queremos.
No solo se trata de un concierto, también habrá exposiciones científicas. ¿Cómo surgió esta idea tan peculiar y qué se va a encontrar la gente que se acerque a veros?
No concebimos hacer canciones sin contar o debatir algo en los mensajes. Nuestro último álbum de estudio, 'La voz de la ciencia', estaba ideado como un disco de pop pero de divulgación científica, si alguien puede hacer un disco con versos de Miguel Hernández como motivación por qué nosotros no íbamos a hacer música basándonos en textos científicos. De alguna manera, con los acontecimientos de la actualidad y los macrorrecortes que está habiendo en materia de conocimiento queríamos mandar un mensaje de que arte, cultura y ciencia son distintos aspectos de lo mismo, el conocimiento y la supervivencia humana. Todos tenemos que luchar para que eso se recupere, para que la gente que ha estado parado tenga las ayudas necesarias, que pueda volver a su actividad normal y con toda la ayuda institucional que se pueda porque es importante salvaguardar todo ese bagaje para que no seamos un cascarón vacío de algo que han querido llamar libertad pero que en realidad es descontrol.
Música, ciencia, tecnología... Hablamos de ingredientes que estuvieron muy presentes durante el confinamiento. ¿Crees que han salido reforzados de esta experiencia o volverán a tener un papel infravalorado?
Hay distintos aspectos. Creo que el usuario común nos hemos tenido que esforzar por saber qué era un Zoom o una comunicación online más frecuente. Todos hemos avanzado, quisiéramos o no, en el proceso de digitalización de la comunicación. Luego está que los gobernantes aprendan de ello. De momento no se está respondiendo con la austeridad con la que se planteó la crisis del 2008, eso es relativamente una avance, pero seguimos dependiendo de la macroeconomía, de un sistema liberal salvaje en el que estamos metidos y que, de alguna manera, no está preparado para salvar eventos como este. Si la mortalidad hubiera sido más grave, uno ve que el sistema actual está cogido con pinzas. Viene una nevada como la de 'Filomena' y paraliza un país diez días. Hay que tomar decisiones a niveles de Gobierno global y con respecto a un conocimiento negativo que no podemos negar, por más que a grandes fortunas tengan otros intereses. Se deben establecer unas nuevas reglas del juego que permitan ir a conciertos, leer libros y disfrutar de todo lo que tenemos por lo menos unos años más.
En vuestro mensaje de regreso queda claro que Aviador Dro está vacunado y tiene ganas de volver a la acción. Esa vuelta, pero desde la seguridad, es muy importante para el público.
Esto es una de las lecciones que hemos aprendido. Hay ciertos países como Japón o Corea que lo han vivido de otra manera porque han respetado mucho los protocolos. La pandemia es algo que se venía anunciando desde hace mucho tiempo, como ya tuvimos la gripe española, ese conocimiento está, pero parece que hasta que no es rentable invertir en supervivencia la maquinaria no se pone en marcha, y es algo que no se puede permitir porque nos ha costado muy caro.
A comienzos de los años 80 Aviador Dro estaba buscando la fórmula para lanzar su primer disco. Haciendo un ejercicio de imaginación, si vuestro proyecto arrancará ahora, en pleno 2021, ¿os encontraríais las mismas trabas, o el mundo de la música ha cambiado mucho?
Para nosotros quizás la época más complicada fueron los años 90, donde hubo una explosión del rock americano, fue un momento en el que se rechazaba la movida de los 80. A nosotros realmente nos sacó de ahí Internet. Tuvimos una segunda juventud gracias a que muchos fans, especialmente en el mundo latino, utilizaron Internet para conocernos, consolidarnos y recuperarnos. A partir del año 2000 comenzamos a hacer giras internacionales, algo que en las décadas anteriores no pudimos hacer. Hemos estado viajando a países como Perú, México, Estados Unidos, Alemania... Para nosotros parece que todo encajó por la parte buena de la globalización. Desde entonces estamos experimentando una época que nosotros consideramos buena. Nunca hemos sido un grupo masivo pero hemos mantenido un público fiel y constante, que nos apoya siempre y nos sigue de cerca. Nos sentimos muy a gusto con lo que estamos haciendo y lo que provoca que estemos celebrando casi el 42 aniversario de la banda. No creemos que tengamos que parar, todavía podemos hacer muchas aportaciones.
A caballo entre 2019 y 2020 celebrabais vuestro 40 aniversario, un tiempo que me imagino que dio para hacer una revisión de vuestra trayectoria. Personalmente, ¿qué momento de la historia de Aviador Dro te toca más?
Muchos de nuestros fans actuales no llegaron a ver al Aviador Dro de los inicios. Arrancamos prácticamente con la misma tecnología que había en los años 70, lo que creaba un sonido muy singular que ahora es casi irreproducible. Sí que hemos recuperado parte de nuestros teclados originales para reeditar los temas desde una perspectiva analógica, en lugar de la versión digital que veníamos haciendo en los últimos 15 o 20 años. Este ejercicio no se ha hecho con nostalgia, sino como una revisión de lo que fuimos, aunque luego a mitad del concierto pasamos a los temas que hacemos ahora para que la gente aprecie esa evolución. Ese set ha llegado a tener 9 o 10 temas, siendo una parte muy importante del concierto y la gente se muestra muy contenta porque es algo muy diferente a lo que cabría esperar de un grupo de música electrónica, todo interconectado por cables que se mueven casi por impulsos físicos. Es curioso el impacto que causa en gente que no había nacido cuando surgimos como banda. Es una experiencia muy divertida que estamos añadiendo a nuestros conciertos y que también haremos en el Teatro Calderón.
Se puede decir que ese nexo de unión entre vuestro origen y la evolución posterior es la revisión de 'Amor industrial'. ¿Cómo es ese trabajo de sacar un nuevo jugo a un tema que ya había funcionado muy bien?
Las canciones viven y crecen contigo. Después de 40 años, molecularmente no eres el mismo que empezaste, así que las canciones tampoco. Si quieren seguir vivas, tienen que evolucionar y adaptarse, algo que aprendimos de gente como The Velvet Underground, uno de nuestros grupos favoritos, que cada vez que hacía un directo interpretaba las canciones de una forma diferente. Por eso la banda se puede mantener viva sin ser un ejercicio de nostalgia pura y que pueda seguir incorporando elementos actuales, también en la letra. Para que algo sea relevante tiene que ir acompasado a los tiempos que corren.
Después de todos estos años de carrera, ¿habéis visto algún grupo que tenga algún rasgo de la idiosincrasia de Aviador Dro?
Varios, somos muy fans. Creo que en el año 1986 participamos en una charla para hablar del futuro de la música y ya entonces dijimos que habría una máquina gigante de poner discos en la que escoger la música que escuchar a través de 'playlists'. Al final ha salido así y una de nuestras actividades cotidianas, sobre todo en tiempos de pandemia, es escuchar la música que hacen los demás. Probablemente ahora se hace mucha más música, muy inspirada, y si antes tenías un par de referencias ahora hay una infinidad de bandas muy interesantes. Creo que se está haciendo parte de la mejor música que se ha hecho nunca, pero hay tal cantidad que cuesta mucho trabajo encontrarla, es toda una experiencia. Antes tenías que esperar a que un disco llegara a una tienda o leer reseñas en prensa; ahora tienes una especie de biblioteca de Alejandría a tu alcance con música que te podría interesar. Es complicado monetizar el mundo musical actual pero se amplían las posibilidades de la música que quieres hacer, con un ordenador puedes hacer tú solo prácticamente una banda. Hay un cambio brutal, no solo en la industria musical, sino en la forma de acercarte al mundo de la composición.
En vuestra biografía decís que a finales de los 70 había un miedo en la sociedad respecto a lo que podía hacer la tecnología. Ahora parece que hemos hecho un viaje hacia el otro extremo, dejándonos llevar por ella. ¿Crees que este cambio ha sido positivo?
Hay que elegir bando. La ciencia es una herramienta que puede servir para destruir o construir. Creemos que la tecnología está ahí para hacer la vida mejor para todos, pero no es algo que hay que esperar sentado a que ocurra, tienes que hacer que suceda, con tu actitud día a día vas construyendo el futuro. Puedes ir buscando una distopía, como la de '1984' de Orwell, o puedes ir construyendo una realidad en la que haya otro mundo mejor que no esté absolutamente guiado por el capitalismo en el que estamos metidos. No es cuestión ideológica, de ser de izquierdas o de derechas, es una cuestión de ser racional, de pensar en la humanidad como conjunto. Hay que buscar una especie de espíritu ciudadano colectivo, de la forma más amplia posible. Ese enfrentamiento entre el bien colectivo y el individual es lo que tiene que marcar las ideologías del futuro. Ahora mismo ves principios conservadores que son terribles para la humanidad. El conocimiento, la filosofía y la ciencia nos conducen a otras cosas totalmente diferentes a ocupar el puesto de concejal o de presidente del Gobierno. Ese sistema político y económico tiene que evolucionar.
¿Qué cielos le quedan por explorar a Aviador Dro?
En la portada del disco que estamos preparando, que estará disponible entre septiembre y octubre, reconstruimos una especie de concierto de Aviador Dro en Marte, que sería nuestro deseo de futuro, bien sea esta versión de Aviador Dro u otra. Como no nos ponemos límites a lo que hacemos, nos planteamos eso como objetivo a largo plazo (entre risas).
A Coruña | Albacete | Algeciras | Alicante | Almería | Ávila | Avilés | Badajoz | Barcelona | Bilbao | Burgos | Cáceres | Cádiz | Cartagena | Castellón | Ceuta | Ciudad Real | Córdoba | Cuenca | Gijón | Girona | Granada | Guadalajara | Huelva | Huesca | Ibiza | Jaén | Las Palmas de Gran Canaria | León | Lleida | Logroño | Lugo | Madrid | Málaga | Melilla | Mérida | Murcia | Ourense | Oviedo | Palencia | Palma de Mallorca | Pamplona | Pontevedra | Salamanca | San Sebastián | Santander | Santiago de Compostela | Segovia | Sevilla | Soria | Tarragona | Tenerife | Teruel | Toledo | Valencia | Valladolid | Vigo | Vitoria | Zamora | Zaragoza |
Grupo de información GENTE · el líder nacional en prensa semanal gratuita según PGD-OJD