Los rebeldes libios están a la espera de un posible contraataque de las fuerzas del líder del país, Muamar Gadafi, quien una vez más anunció el domingo que permanecerá en el país a pesar de las protestas contra el régimen, de las que responsabilizó a fuerzas extranjeras y a la red terrorista Al Qaeda.
Los opositores, que se han hecho con el control de Zawiya han advertido de que alrededor de 2.000 combatientes leales a Gadafi han rodeado esta ciudad, situada a solo 50 kilómetros al oeste de la capital, Trípoli. Según Gadafi, los rebeldes son un «pequeño grupo» que ya se encuentra rodeado y que pronto será derrotado.
«Vamos a hacerlo lo mejor que podamos para combatirlos, pero van a atacar pronto», declaró un comandante de la Policía que se ha unido a los rebeldes. «Luchamos por la libertad y estamos dispuestos a morir por ello», aseveró.
Los vecinos de algunos barrios de Trípoli han levantado barricadas en algunos puntos de la ciudad para enfrentarse a las fuerzas del Gobierno y un general del este de Libia, donde el poder de Gadafi se ha evaporado, ha asegurado a Reuters que sus tropas están dispuestas a ayudar a los rebeldes del oeste.
«Nuestros hermanos de Trípoli nos han dicho que están bien y que no necesitan ayuda, pero si nos la piden, estamos dispuestos a dársela», declaró el general Ahmed el Gatrani, uno de los mandos militares más importantes del Ejército declarado en rebeldía en Benghazi.
Entretanto, los opositores a Muamar Gadafi anunciaron ayer domingo la formación del Consejo Nacional Libio, un organismo con sede en Benghazi que no ejercerá de gobierno interino pero que sí se convertirá en la cara visible de la revolución contra el régimen..
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