Mar 222016
 

La presidentes de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, respectivamente, han acordado iniciar este año en La Habana un diálogo sobre Derechos Humanos para «discutir de manera directa» las «diferencias» entre ambos países y poder «seguir avanzando» en la normalización de las relaciones bilaterales.

Obama y Castro han dado una rueda de prensa conjunta después de las más de dos horas de reunión que han sostenido en el Palacio de la Revolución de La Habana en el marco de la «histórica visita» del estadounidense a Cuba, la primera de un presidente en 88 años.

«Estamos convencidos de que podemos cooperar y convivir pacíficamente en beneficio mutuo por encima de las diferencias que tenemos para contribuir a la paz y estabilidad en nuestro continente y en el mundo», ha dicho Castro.

Obama, por su parte, ha defendido «un diálogo constructivo». «Porque cuando compartimos nuestras creencias e ideas en una actitud de respeto mutuo podemos aprender ambos y hacer que la vida de nuestro pueblos sea mejor», ha esgrimido.

El estadounidense ha valorado la disposición de su homólogo a «discutir sobre todos los asuntos que están sobre la mesa» de negociaciones, incluidos los Derechos Humanos, a pesar de que ambos países mantienen «profundas diferencias» al respecto.

Para Obama la mejor manera de afrontarlas es con un diálogo «franco» y directo». «Es por eso que vamos a dar inicio aquí, en La Habana, este mismo año a un diálogo sobre Derechos Humanos que va a contar con la asistencia de Naciones Unidas», ha anunciado.

Mientras, Estados Unidos, «al igual que hace en el resto del mundo», seguirá pronunciándose a favor de los Derechos Humanos. «Mañana espero reunirme con los líderes de la sociedad civil», ha recordado en alusión a la oposición cubana.

Castro ha denunciado en su turno «la manipulación política sobre el doble rasero de los Derechos Humanos» como parte de la «confrontación». «¿Cuántos países cumplen los 61?», ha planteado, para acto seguido contestar que «ninguno». Cuba, ha explicado, «cumple 47». «Habrá otros que cumplan más y muchos que cumplan menos», ha añadido.

En consecuencia, Castro ha considerado que, en líneas generales, «Cuba defiende los Derechos Humanos». «Consideramos que los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales son indivisibles, interdependientes y universales», ha subrayado.

Sin embargo, interrogado sobre la existencia de presos políticos, Castro ha preguntado «¿Qué presos políticos?». «Dame la lista ahora mismo para soltarlos», ha instado al periodista en cuestión. «Si hay presos políticos, antes de que llegue la noche estarán sueltos», ha prometido.

SOBERANÍA CUBANA

Castro ha advertido en contra de vincular cualquier avance en las negociaciones a cambios políticos sustanciales. «No debería pretenderse que el pueblo cubano renuncie al destino que libre y soberanamente ha escogido y por el que ha hecho inmensos sacrificios», ha subrayado.

El líder norteamericano se ha expresado en la misma línea. «El destino de Cuba no lo va a decidir Estados Unidos o cualquier otro país. El destino de Cuba lo van a decidir los cubanos, nadie más», ha dicho tajante.

Obama ha recalcado que el objetivo del diálogo es «mejorar las condiciones de vida» en Cuba y favorecer los contactos directos entre ambos pueblos. «He venido a transmitir la amistad del pueblo estadounidense», ha dicho.

DEMANDAS «ESENCIALES»

Por otra parte, Castro ha insistido en que «para que pueda haber relaciones normales» Estados Unidos debe eliminar el bloqueo comercial, económico y financiero, «que tiene efectos disuasorios e intimidatorios de alcance extraterritorial», además de «consecuencias negativas para Cuba».

A este respecto, ha valorado la posición de Obama y de su Gobierno, alabando los numerosos llamamientos que ha hecho al Congreso para que derogue las muchas normas jurídicas que hacen posible el embargo a la isla caribeña.

Obama ha reiterado su llamamiento al Congreso y ha destacado la presencia de congresistas republicanos y demócratas en la delegación que le acompaña, así como de empresarios estadounidenses, considerando que es muestra del «amplio interés» en que esto ocurra.

«El bloqueo va a acabar ¿Cuándo? No lo sé. Será después de que acabe mi Gobierno», ha asumido porque «es un proceso que (…) requiere tener «una mayoría en la Cámara de Representantes y mucho más que una mayoría en el Senado».

«También será necesario que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por Estados Unidos en Guantánamo», ha incidido Castro, aunque Washington ha aclarado varias veces que este tema no forma parte de las negociaciones con La Habana.

«Estos son los dos grandes obstáculos» para progresar en el diálogo, de modo que «su eliminación será esencial para normalizar las relaciones bilaterales», ha incidido Castro.

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