En el nuevo paradigma empresarial las reglas del juego han cambiado. Si antes la productividad estaba ligada principalmente a las horas dedicadas al trabajo, hoy en día todos los estudios indican que el verdadero motor de crecimiento es la satisfacción de nuestros empleados. Es decir, trabajamos mejor y tenemos mejores ideas cuando somos felices y nos sentimos valorados en nuestro entorno laboral.
Si revisamos el ranking que elabora todos los años la consultora Great Place to Work, edición tras edición, las compañías que ocupan los diez primeros puestos son además las que más han aumentado su facturación en los últimos años. ¿Casualidad? No, visión. Las empresas que quieren estar a la vanguardia de la innovación y buscan ofrecer mejores experiencias a sus clientes han comprendido que la clave está en la motivación de sus empleados. Cuando disponemos de tiempo y flexibilidad y no estamos sometidos a la presión y el estrés, nuestra capacidad de crear nuevas soluciones ante un problema o reto aumenta un 300 %, y esto sin duda redunda en la productividad de la compañía y su capacidad para ofrecer nuevos servicios y soluciones a sus clientes. Así lo ha comprendido Alfonso Casero, Director de Recursos Humanos de Grupo Novartis España, calificada este año como mejor empresa para trabajar en nuestro país: «Nuestra prioridad en el ámbito de los Recursos Humanos es crear un entorno de trabajo inspirador».
Curiosamente, algo que aparentemente resulta tan lógico, ha sido difícil de trasladar a las grandes empresas, muchas veces aferradas al «más vale lo malo conocido» durante los años de la crisis. En cambio, la pequeña y media empresa, quizás por necesidad o por su mayor espíritu emprendedor, se ha lanzado de lleno a este nuevo concepto de compañía en la que el salario emocional prima sobre todas las cosas. Y los resultados no ha podido ser mejores. A finales de 2013, la revista Fortune publicaba su lista de las mejores empresas para trabajar y sorprendentemente aquellas que más destacaron dentro del prestigioso listado fueron las que estaban por debajo de los 1000 empleados, compañías que duplicaron sus beneficios al año siguiente y por consiguiente generaron nuevos puestos de trabajo y oportunidades para la inversión.
Pero, ¿cuál es el secreto que guardan estas empresas para crear entornos laborales felices mientras siguen cumpliendo con sus objetivos financieros? Horarios flexibles, trabajo desde casa y recompensas emocionales, así de sencillo. Juan Luis Polo, coautor de #Lidertarios, lo resume en la siguiente frase: «Empleados primero, clientes después». Es decir, el cliente está contento si a su vez el trabajador que le atiende se siente a gusto e involucrado en su empresa, ya que sentirá como propio el proyecto y hará todo lo posible para dar la mejor solución a ese problema.
Otras compañías, como Zalando, que sólo en el primer trimestre de 2014 ya había logrado superar los 1000 millones de euros en volumen de negocio, tienen claro que la clave está en la motivación y el trabajo en equipo. Su apuesta está en crear un entorno de trabajo donde no sólo puedas desarrollarte profesionalmente en una de las empresas más punteras de moda online, sino también en un espacio donde puedes compartir tus experiencias, tus ideas y tu vida con el resto de compañeros. Su eslogan, «Wear sneakers, no ties», es toda una declaración de intenciones sobre los valores que mueven esta joven e inspiradora compañía.
Para David Torres, la clave para que Ciberclick Group recibiera este año el galardón Best Workplace España 2014 ha estado en la transparencia y la capacidad para hacer sentirse a sus trabajadores valorados. «Tenemos un salario base estándar que está en la media del mercado, tirando por lo alto, pero intentamos compensar al equipo en función de los resultados, que conocen perfectamente porque todas las cuentas son abiertas». Es decir, nuestra estructura es horizontal, en la que cada uno es responsable de su trabajo, y en el que al final los incentivos no son horizontales, sino que si la empresa va bien se reparten los beneficios de manera equitativa.
La forma de trabajar en Gore Tex, la segunda empresa del ranking mejores empresas para trabajar de menos de 500 empleados en Francia, marca la diferencia desde hace muchos años. Desde que Bill Gore la fundara en el año 1958, ha sido una organización basada en el equipo y en un entramado plano que fomenta la iniciativa personal. Todos los asociados son contratados para áreas de trabajo generales. Con la orientación de sus patrocinadores (no jefes) y una comprensión creciente de las oportunidades y los objetivos de equipo, los asociados se comprometen con proyectos que se adaptan a sus capacidades. Todo esto dentro de un ambiente de trabajo que combina la libertad con la cooperación y la autonomía con la sinergia entre los diferentes miembros del equipo.
Es muy probable que nuestra reticencia al cambio nos haga pensar que introducir este tipo de prácticas en la filosofía y estructura de la empresa puede ser largo, complicado y costoso. Sin embargo, los principales directores de recursos humanos de organizaciones que practican esta cultura de la felicidad, aseguran que todo esto se puede lograr simplemente cambiando la mentalidad y la forma de organizarse de la compañía. No se trata tanto de una cuestión de inversión económica, o de aumento de recursos, como de dedicar más tiempo a preguntar y medir el grado de satisfacción y motivación de los empleados de nuestra compañía, para luego introducir pequeños cambios inspirados por nuestros propios equipos de trabajo.
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