Jul 082013
 

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido en presencia de José María Aznar el ritmo y el rumbo «correcto» de sus políticas, que incluyen reformas «ambiciosas» y de «verdad», al tiempo que ha advertido tajante que el balance no se puede hacer hasta el final de la legislatura. A su entender, hacerlo ahora «no es justo» y «no conduce a nada».

Rajoy ha hecho estas declaraciones en la clausura del Campus FAES que se celebra en Guadarrama, donde se ha producido la primera foto pública entre ambos desde las duras críticas que ha propinado en las últimas semanas el expresidente a su sucesor. Aznar ha recibido al presidente del Gobierno con un apretón de manos y una palmadita en la espalda.

Ambos han posado juntos unos minutos ante los periodistas mientras dedicaban parte de su conversación a hablar sobre las vacaciones de verano, según han podido captar los micrófonos. Al término de sus conferencias se han vuelto a dar un apretón de manos y han salido del centro Fray Luis de León -donde ha tenido lugar el curso de verano– rodeados por decenas de militantes, esquivando las preguntas de la prensa sobre el llamado ‘caso Bárcenas’.

ESPAÑA «MUCHO PEOR» AHORA QUE EN 2015
En respuesta a las críticas de Aznar de estas últimas semanas -que entre otras cosas había pedido más acción al Gobierno y cumplir el programa electoral–, Rajoy ha presumido de las medidas que ha tomado desde que llegó al Palacio de la Moncloa, y que, a su entender, le permiten decir que hoy España está «mejor que en julio del año pasado» y «mucho peor que en julio de 2015».

Abundado en esta línea, el presidente del Gobierno ha afirmado que no se puede decir que España «va bien» pero sí que «va mejor». En este sentido, ha señalado que hay que ser «realistas, no optimista ni pesimistas» y ha recalcado que, «siendo realistas», la economía española «ha dado la vuelta al reloj de arena, en un cambio de tendencia» que a su juicio conducirá al crecimiento económico y el empleo.

Tras destacar que el PP tiene «mayoría suficiente en las cámaras» para sacar adelante las reformas, ha dicho que el Gobierno es «consciente» de que hay «muchos españoles» que les han votado pero que no les «gustan algunas de las decisiones» que se están tomando. «Lo entendemos. Y es lógico que así sea, la gente quiere que los problemas se resuelvan pronto y las decisiones se adopten con la mayor celeridad posible, pero nadie podrá decir que el Gobierno que presido no ha tomado decisiones y que estas sean de un enorme calado», ha apostillado.

A renglón seguido, ha pedido que no se le juzgue todavía porque hacer balance, ha dicho, sería injusto. «Quedan todavía dos años y medio para el final de la legislatura y los balances se hacen cuando hay que hacerlos. No se puede hacer un balance al principio, porque eso no es junto, y eso no conduce a nada», ha proclamado Rajoy.

UNA EVALUACIÓN DE LA REFORMA LABORAL
El jefe del Ejecutivo ha dedicado parte de su intervención a repasar las reformas del Gobierno en el último mes, como la Ley de Educación, la reforma de las Administraciones Públicas, la Ley de Unidad de Mercado, la creación de la autoridad fiscal independiente, el control de la deuda comercial y medidas contra la morosidad de las administraciones.

Y ha anunciado próximas propuestas como la reforma energética, la reforma local, la Leyd e Telecomunicaciones, el proyecto de sostenibilidad de las pensiones o una evaluación de la reforma laboral «Haremos un informe de evaluación que puede llevar o no a nuevas decisiones sobre la reforma laboral», ha manifestado.

En materia fiscal, ha recordado que han designado un comité de expertos que elevará propuestas al Gobierno para aprobar una reforma en el primer trimestre del 2014. Ese comité, ha añadido, «atenderá» la propuesta que ha realizado FAES «como no podía ser de otra manera». Así ha respondido a las palabras de Aznar, que previamente había recordado las «propuestas fundadas» que ha elaborado la fundación FAES, entre ellas la reforma fiscal, y había dicho que podían ser «aprovechadas» por el Ejecutivo.

En el caso de la reforma de las pensiones, Rajoy ha indicado que un gobernante que «se precie» debe pensar también en el medio y largo plazo. «Es evidente que si queremos mantener, mejorar y garantizar el sistema de pensiones, tenemos que tomar decisiones que van a producir efecto en el futuro», ha aseverado para añadir que se trata de una reforma «compleja» y «nada fácil» pero «la responsabilidad de un gobierno exige que se haga».

Finalmente, el presidente del Gobierno ha insistido en su mensaje positivo de que la economía española está «en el arranque de un cambio de tendencia» y ha subrayado que los objetivos de su Ejecutivo «son claros». «El rumbo es conocido y la determinación no va a fallar en ningún caso a pesar de las dificultades», ha afirmado.

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