Oct 162012
 

El recinto ferial ExpoCoruña será desde este martes, día 16, y durante ocho meses, sede del macrojuicio del ‘Prestige’, una vista que volverá a reunir en La Coruña a los principales ‘protagonistas’ de una catástrofe que provocó una marea negra de petróleo en toda la costa gallega, y que llegó hasta Asturias, Cantabria y Francia. Hasta septiembre de 2013 no se espera dictar sentencia.

Las cuestiones procesales marcarán el inicio del proceso, en el que hasta noviembre no declararán los acusados, el capitán del ‘Prestige’, el jefe de máquinas y el exdirector general de la Marina Mercante. En diciembre comenzarán las declaraciones del más de centenar de testigos, entre ellos el exministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos.

La reclamación total por daños y perjuicios en materia de responsabilidad civil supera los 2.200 millones, aunque un informe pericial de la Fiscalía cuantifica en 3.862,42 millones el impacto ambiental y económico de la catástrofe solo en el caso del Estado español.

El juicio ha generado expectativas, aunque los afectados ven difícil que se haga Justicia diez años después de la tragedia, algo en lo que coinciden las cofradías de pescadores y otros colectivos como organizaciones ecologistas o el movimiento ‘Nunca Máis’, creado tras la catástrofe.

Lo mismo apuntan los afectados en relación al hecho que el único responsable institucional que estará entre los acusados es el exdirector general de la Marina Mercante, José Luis López Sors. Sí comparecerá como testigo, entre los 130 citados, el exministro de Fomento Francisco Álvarez Cascos.

Con todo, y aunque «el resultado negativo» del juicio contra la clasificadora ABS en EE.UU –donde la firma quedó exenta de pagar la indemnización reclamada por España–, no es para los perjudicados un buen precedente, las partes personadas confían en que el juicio sirva para depurar responsabilidades por unos hechos acontecidos el 13 de noviembre de 2002.

ALEJAMIENTO DEL BARCO
Ese día, el ‘Prestige’ registró una vía de agua, en medio de un temporal cuando el petrolero se encontraba navegando con unas 77.000 toneladas de fuel a 28 millas de Fisterre. Seis días después, el 19 de noviembre, el buque, tras intentar alejarlo de la costa, se partió en dos.

A la ‘marea negra’ del petróleo, le siguió entonces una ‘marea blanca’ de voluntarios procedentes de todo el mundo para limpiar el petróleo. Ahora, se une la ‘marea’ de la numerosa documentación del juicio con un sumario de más de 260.000 folios.

En él, una de las cuestiones centrales será el debate sobre si la decisión de alejar el barco fue o no la correcta y la incidencia que tuvo en las dimensiones de la catástrofe, después de que se hiciesen públicas grabaciones de responsables de Salvamento Marítimo planteando el traslado del barco a una zona refugio.

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