Ene 122012
 

El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma ha reanudado a partir de las 10.00 horas, el juicio por la pieza del caso Palma Arena que gira en torno a los pagos presuntamente irregulares que percibió del Gobierno balear el periodista Antonio Alemany, una jornada durante la cual será interrogada como testigo la eurodiputada Rosa Estaràs, quien fue mano derecha de Jaume Matas durante su segunda legislatura (2003-2007), así como otros nueve testigos.

Precisamente, sobre la exvicepresidenta y exconsejera de Relaciones Institucionales, Matas afirmó este martes, en su declaración como acusado, que era su «garante», la que firmaba y la que tenía «responsabilidad orgánica» en el Ejecutivo, desvinculándose de la tramitación del concurso por el que Nimbus presuntamente sirvió de ‘pantalla’ para pagar a Alemany. «Yo estaba seguro con Estaràs, porque cuando firma algo vela por mí y la Comunidad Autónoma. Si un documento lo ha firmado ella es porque está bien», recalcó.

Y es que, según la Fiscalía, el expediente se inició desde la Consejería de Relaciones Institucionales y fue Estaràs quien, en base a la memoria justificativa redactada por la acusada Dulce Linares, declaró la urgencia del expediente de contratación de una asesoría y asistencia en materia de comunicación, objeto formal del concurso a pesar de que en realidad iba supuestamente dirigido a enmascarar las retribuciones del conocido articulista.

Según el Ministerio Público, esta declaración tenía como finalidad acortar los plazos para licitar y evitar de ese modo que otras empresas pudieran concurrir a la convocatoria. «La única urgencia era pagar a Alemany, quien pretendía cobrar de forma inmediata la asesoría en la elaboración de discursos y la redacción de editoriales que realizaba para Matas», incide la acusación.

En concreto, la declaración de Estaràs, quien sucedió a Matas en la presidencia del PP balear cuando éste perdió las elecciones autonómicas de 2007, tendrá lugar en octavo lugar mientras que justo antes de ella comparecerá su exnúmero dos, Jane King, quien ya declaró como imputada en la pieza principal del caso Palma Arena, cuando señaló en el marco de estas pesquisas que su cometido era la puesta en marcha de «toda la maquinaria administrativa para que se ultimara la construcción del velódromo».

Durante las dos primeras jornadas de la vista oral han comparecido los seis acusados por la contratación de Alemany, entre quienes se encuentran, además de Matas y el periodista, las exjefas de gabinete Dulce Linares y Maria Umbert, el exdirector general de Comunicación Joan Martorell y el administrador de Nimbus Miquel Romero, quienes según las acusaciones se concertaron para beneficiar de forma arbitraria e ilegal con fondos públicos por valor de 483.186 euros a sociedades propiedad del articulista.

A lo largo de su declaración, el exministro de Medio Ambiente se desvinculó de cómo se llevó a cabo la contratación puesto que ésta no era su competencia, al tiempo que aseguró que no recordar el concurso, puesto que no fue «obra mía». Sin embargo, al término de su deposición y ante las insistentes preguntas de la presidenta del tribunal Margarita Beltrán sobre por qué de pronto dejó de hablarse de la contratación de Alemany, respondió que «el problema ya lo habíamos solucionado», involucrándose de esta forma en los hechos.

Por su parte, el periodista consideró «lógico» que Matas pensara en él para la redacción de sus discursos y que Nimbus le contratase a él para ello, si bien manifestó que cuando esto se produjo pensó que el objeto formal del concurso era la elaboración de las intervenciones del exmandatario autonómico. «Lo que no sabía era que se correspondía con la cosa esa rara de la imagen corporativa», llegó a manifestar.

Mientras tanto, Martorell admitió que si autorizaba las facturas mensuales que percibía el periodista por esta labor era «para cumplir las instrucciones del expresidentes de no poner objeción a las peticiones de Alemany»; Umbert achacó la elección de éste a una «decisión personal» del ex líder del PP, y Linares aseveró que, de haber sabido que el concurso -para el que redactó la memoria justificativa- «si hubiera sabido que la intención real era contratar a Alemany para elaborar los discursos, no me hubiera jugado la carrera».

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