El Consejo Nacional de Transición (CNT) tiene previsto crear una agencia de seguridad cuyo principal objetivo será capturar a las personas que continúan siendo leales al régimen del depuesto Muamar Gadafi en los pueblos y ciudades que controlan los rebeldes.
El ministro provisional del Interior, Ahmed al Dharrat, ha explicado, en declaraciones a Reuters, que esta nueva agencia reemplazará al temido servicio de seguridad que ha estado actuando durante los 42 años de régimen del coronel.
«En relación a la seguridad interna, ha habido una orden de abolirlo», ha dicho en referencia al servicio de seguridad de Gadafi. «Estamos estudiando la creación de un nuevo cuerpo (de seguridad)», ha señalado.
El ministro ha indicado que la misión de este nuevo «aparato» será seguir a «la quinta columna de seguidores de Gadafi». «Esa será la única especialidad de este nuevo servicio», ha subrayado. El ministro provisional del Interior no ha concretado las zonas en las que el nuevo servicio de seguridad centrará su búsqueda de seguidores de Gadafi.
Gadafi permanece en paradero desconocido desde el pasado 23 de agosto, cuando los rebeldes se hicieron con el control de Trípoli, precipitando la caída del régimen. A pesar de las sucesivas operaciones lanzadas para capturarlo, el coronel ha conseguido eludir su detención junto a sus dos hijos más buscados, Saif al Islam y Jamis Gadafi.
El cuartel general del servicio de seguridad de Gadafi en Trípoli fue tomado por las fuerzas rebeldes durante la semana en que se hicieron con el control de la capital libia. Los documentos internos que ha descubierto los grupos de Derechos Humanos revelan que el servicio de seguridad tenía un elevadísimo número de agentes y que mantenía una constante vigilancia de los ciudadanos libios.
Al Dharrat se ha mostrado tajante a la hora de asegurar que Gadafi no representa una amenaza para la seguridad nacional libia, a pesar de que los seguidores del exmandatario continúen controlando las localidades de Sirte y Bani Walid y pese a las amenazas lanzadas por su portavoz.
«Él se está desplazando pero estamos seguros de que está yendo de escondite en escondite», ha dicho Al Dharrat. «Como él dijo: ‘Le seguiremos calle por calle’. Le seguiremos la pista de escondite en escondite», ha subrayado.
El titular de Interior ha hecho referencia de este modo a una de las últimas declaraciones públicas de Gadafi, cuando señaló en un discurso televisado que perseguiría a los insurgentes que buscaban derrocarle «calle por calle».
Además, ha explicado que, en caso de que el coronel sea capturado
en Libia, será juzgado por los crímenes que cometió desde 2003, el año en que el régimen formalizó sus relaciones con la comunidad internacional y se comprometió a paralizar su programa de armamento nuclear.
«Será juzgado por los crímenes cometidos desde 2003, creo. Será juzgado aquí porque el sistema judicial libio tiene integridad. Tendrá un juicio justo», ha asegurado Al Dharrat.
En este sentido, ha dicho que el Tribunal Penal Internacional (TPI), que ha emitido una orden de arresto contra Gadafi y contra su hijo Saif al Islam y el jefe de los servicios de Inteligencia, Abdulá al Senussi, podría hacerse cargo de investigar los crímenes cometidos por el coronel antes de 2003.
El ministro ha considerado que Gadafi podría estar escondido en el sur de Libia cerca de la frontera con Argelia y Níger, los dos países en los que se han exiliado varios de sus familiares.
RECONOCE LOS ABUSOS COMETIDOS POR COMBATIENTES REBELDES
Al ser consultado sobre las acusaciones de grupos internacionales de defensa de los Derechos Humanos por la actuación de los combatientes rebeldes, Al Dharrat ha admitido que algunos de los guerrilleros insurgentes han incurrido en abusos durante el conflicto.
«Ha habido abusos de Derechos Humanos», ha afirmado, para después recordar que el presidente del Consejo Nacional de Transición, Mustafá Abdel Jalil, ya ha ordenado la creación de una comisión de investigación sobre las violaciones de Derechos Humanos registradas en el conflicto entre los insurgentes y las fuerzas gadafistas.
Al Dharrat ha incidido en que los abusos cometidos por los sublevados no han sido «sistemáticos» ni han sido «ordenados» por las autoridades rebeldes sino que se trata de «actos individuales».
El Consejo Nacional de Transición, el nuevo Gobierno provisional libio, ha identificado como uno de sus principales desafíos la reactivación de los servicios de seguridad por la desconfianza que sus agentes generan en la población por los abusos que cometieron durante los 42 años de régimen de Gadafi.
Al Dharrat ha hecho hincapié en que el Ejecutivo provisional deberá convencer a los ciudadanos de que la Policía y los servicios de seguridad no representan una amenaza para ellos sino que están a su servicio.
El ministro ha explicado también que el CNT ha puesto en marcha un plan para reconvertir a los combatientes rebeldes –muchos de los cuales tomaron las armas porque estaban desempleados– en policías tras un proceso de entrenamiento.
«Hemos reactivado la Policía con un mayor número de agentes, puede que no tantos como deseamos, pero está al cien por cien», ha explicado. «Muchos de los agentes de seguridad han retornado a sus puestos de trabajo y creo que las cosas van a ir mejor», ha añadido.
«Mientras anteriormente estas agencias de seguridad se utilizaban para los propósitos del régimen, nosotros las emplearemos para proteger a los ciudadanos y sus libertades», ha concluido.
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