Mar 312011
 

El presidente de Siria, Bashar al Assad, declaró este miércoles ante el Parlamento que su Gobierno está contra la conspiración y a favor de las reformas y denunció que el objetivo de los conspiradores es debilitar el último fuerte fronterizo del mundo árabe.

«Si hay reformistas, los apoyaremos», aseveró. Assad admitió que «no todos los manifestantes que han salido a las calles son conspiradores», aunque advirtió de que su Gobierno puede aceptar las «demandas del pueblo» pero no puede apoyar «el caos».

El discurso se ha visto interrumpido en varias ocasiones por los jaleos y declamaciones de apoyo de algunos de los parlamentarios.

«LOS DISTRUBIOS SON UNA CONSPIRACIÓN EXTRANJERA»

El presidente de Siria ha declarado, por otra parte, que los disturbios que vive su país son «un momento excepcional» que servirá para probar la «unidad nacional» y denunció que las movilizaciones responden a una «conspiración» organizada en el extranjero cuyos instigadores pretenden crear «inestabilidad en Siria y en los países árabes».

Siria no está «aislada» de lo que está sucediendo en el mundo árabe, aseveró, pero los conspiradores, aseguró, «han elegido el país equivocado». «Somos capaces de superarlo», manifestó.

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