, archivado en Breaking Bad

“¿Por qué huir? ¿De qué sentiste que tenías que huir?”, le pregunta el médico. Y Walter White responde, como una ametralladora: “Doctor, mi esposa está embarazada de siete meses, con un bebé que ni siquiera planeamos. Mi hijo de 15 años tiene parálisis cerebral. Yo soy un profesor de Química extremadamente superdotado: cuando puedo trabajar, hago 43,700 dólares al año y, sin embargo, he visto cómo mis colegas y amigos me han superado en todo lo imaginable. ¡Y en 18 meses estaré muerto! ¿Y me pregunta por qué huir?” (2.3).

 

En mi entrada anterior sobre Breaking Bad decía que “la hondura de esta serie radica en el juego de espejos invertidos que despliega: la cercanía de la muerte convive con el embarazo, el tráfico de drogas se sienta al ladito de la DEA, la reunión de padres sigue al delito, la frialdad de la química provoca la imprevisibilidad de las (nuevas) emociones y el tumor de pulmón da oxígeno vital, es decir, el cáncer respira vida”. Este choque ha seguido vigente en esta excelente segunda temporada, convirtiendo la serie en uno de los dramas intelectuamente más ricos e interesantes de la televisión actual. La secreta aventura emprendida por el profesor White y el colgado pero entrañable Jesse Pinkman es capaz de emocionarte por su cercanía a la muerte, de arrancarte carcajadas con las antológicas meteduras de pata de estos aprendices de tipo duro, de sorprenderte con astutos giros de guión o, incluso, de darte un planchazo en la cara (y en el alma) por la inesperada dureza de alguna de sus escenas.

 

(A partir de aquí, espoilers)

Porque esta segunda temporada ha mantenido la hibridación genérica de la primera, donde se pasaba sin solución de continuidad del drama familiar a la comedia física (el robo de la fábrica de productos químicos, antes; el secuestro del abogado, en ésta). Ahora, sin embargo, hay un nuevo matiz estructural en este juego de géneros: los memorables nueve primeros capítulos son mucho más trepidantes y divertidos, con la inclusión de personajes como el impagable abogado Saul Goodman, los surrealistas “mosqueteros” de Jesse (el inicio del 2.8. ofrece una de las escenas más delirantes y divertidas que uno recuerda) o una mayor presencia del cuñado de los White, el indestructible “cowboy” de la DEA.

Sin embargo, a partir del episodio 10, una vez que Jesse y Walter salen vivos del desierto, la serie se interna en un pasadizo oscuro. Negro. El humor deja paso a la tragedia. Y no, no es casualidad que esto ocurra justo cuando el cáncer de Walter mejora ostensiblemente. Es, de nuevo, una de esas paradojas morales que impulsan esta serie hacia el drama de primera división. El personaje de Walter adquiere, entonces, una complejidad inaudita: se mezcla la culpa, la huida hacia adelante, el amor a su familia, la ingratitud, el complejo de inferioridad, un sentido ético que se tambalea, la pérdida de conciencia de por qué hacía uno las cosas… Walter se queda sin excusas para su acción y la red de mentiras que había creado empieza a engullirle en varios frentes, con tres escenas clave:

1. Internamente: cuando golpea furiosamente el baño, lleno de culpa tras saber que puede seguir vivo.

2. Familiarmente: cuando Skyler (impecable Anna Gunn) lo echa de casa tras descubrir la enésima mentira.

3. Socialmente: en uno de los momentos más desoladores de la televisión reciente, cuando deja morir (ahogada en su propio vómito) a la novia de Jesse.

Ahí, en ese preciso instante, Walter ha cruzado todas las líneas rojas. El fin ya sí justifica cualquier medio. Una vez descubierto que el cáncer no se había extendido, los cuatro últimos capítulos -dejemos aparte la tontada del flash-forward– nos revelan una verdad aún más demoledora: que la metástasis era otra. La del alma de Walter.

——

Cortesías (Seriéfilo y Weeds)

 

21 Comentarios

  1. ALX

    Breaking Bad siempre me ha parecido una versión hardcore de Weeds, por eso nunca me he atrevido a empezarla. Quizás sea demasiado para mi.

    Responder
  2. Moltisanti

    Otra que debería haber visto ya hace tiempo pero que nunca consigue que le dey al play. Que la comparen con Weeds siempre ha sido un punto a favor.

    Responder
  3. Mr. Draper

    Totalmente de acuerdo con ALX. Hay capítulos que verdaderamente te remueven las entrañas (a múltiples niveles). Una serie cuya relación entre la dureza que muestra y lo bien que fluye y se desarrolla puede hacer que nos planteemos muchas, y no banales, preguntas. Un diez para el actor principal por su interpretación, y es que a muchos (y me incluyo) nos supuso poco menos que un sock verle en un papel que no fuese el del padre de Malcom. El cuñado, jesse, la mujer, y el hijo también rallan a gran altura. De guión elaborado y directo, nos encontramos con una serie brutalmente sincera que uno no puede dejar de recomendar.

    Responder
  4. Mr. Draper

    En cualquier caso la comparación con Weeds puede llevar a engaño. Se parecen y a la vez no. Una es la noche y la otra el día. Las dos caras de la moneda. Si, pero no. El ángel y el diablo. Están relacionadas pero no se parecen, en definitiva, comedia genial vs drama turbador. Dos obras mayúsculas de la televisión actual, quienes las vean que comparen por ellos mismos.Sorry por el doble post.

    Responder
  5. OsKar108

    Una serie que me parece sensacional. Con una 1ª temporada que me encantó pero que nota los daños de la huelga de guionistas ya que se quedó solamente en 7 capítulos, no en cuanto a la calidad de los mismos y una 2ª temporada tremenda.Que bien explicas la cantidad de "espejos invertidos" que hay en esta serie.Como disfruto con tus posts, me estoy aficionando a ellos, lamento no haber ido descubriendolos antes, aunque como diría Charlie Crews (Life) cada cosa llega en su momento, ni antes, ni después 8D.¡Saludos!

    Responder
  6. seriéfilo

    no se si será por bryan cranston o qué pero no me decido a empezar con ella, y eso que creo que como padre de malcolm lo bordaba pero…

    Responder
  7. juan

    Empece a ver Breaking Bad sin demasiadas expectativas y a partir del cuarto o quinto episodio no podia sacarmela de la cabeza.La segunda temporada no solo es una confirmacion,es una promesa de algo realmente grande,hermoso y terrorifico.Cuando el horror y la violencia aparecen en Breaking Bad lo hacen para helarte el corazon.Me gusta que estos momentos aparezcan con cuetagotas porque así impactan muchisimo más.El final de Peeckaboo o la muerte de la novia de Jesse me traen a la cabeza,salvando las distancias,momentos de Los Soprano.

    Responder
  8. missmole

    La primera temporada me sorprendió muchísimo y la encontré realmente genial y demoledora, así que puedes imaginar lo que me ha encantado esta segunda temporada!!Lo peor es que me llena la cabeza de tentaciones ya que comparto formación con Walter,jeje. Por suerte, me faltan bemoles.

    Responder
  9. Nahum

    ALX: Pues, fíjate, es quizá más dura visualmente, pero mucho más "asequible" desde el punto de vista moral, por volver al post del otro día. Aquí hay muchos, muchísimos contrapesos que la hacen una serie compleja, un pedazo de vida. MOLTI: Ojo, eh, las comparaciones con Weeds son, sobre todo, temáticas (lo expresa Mr. Draper). Yo creo que te gustará. MR. DRAPER: Plenamente de acuerdo. Es una serie de las que te hace pensar, de las que te pone contras las cuerdas, sin concesiones (aunque con mucho humor, también). OSKAR: Ahí no sé si disiento un pelín. A mí la primera me pareció perfecta en duración (aunque fuera por la huelga). Esta segunda está como "partida en dos", como decía en la entrada: los cuatro últimos capítulos son de una textura muy diferente, ¿no crees? Le falta, por tanto, ese punto de unidad que tenía la primera. Pero, vamos, una cosa mínima a mi entender. (Por cierto, encantado de tenerte un por aquí). SERIÉFILO: Cranston es el pilar de la serie. Una actuación de primerísimo nivel. JUAN: Muy, muy sugerente tu reflexión sobre la violencia en Breaking Bad. En efecto, creo qeu es más turbadora precisamente porque no se abusa de ella. Ese sonido al final de Peekaboo, con el cajero automático, uff.MISSMOLE rima con bemoles, así que, ya sabes, jeje. ¿De verdad sería tan fácil "cocinar" todo eso? Cuidado: si empiezas, mira lo que le está pasando al amigo Walter…

    Responder
  10. Brian Edward Hyde

    Tiene muy buena pinta… de nuevo personajes protagonistas pasándolas canutas… ¿dónde quedaron las comedias amables o los culebrones tontos donde lo más relevante era no coincidir con el mismo vestido de la arpía de turno?En fin, me la apunto para pronto…Saludos!

    Responder
  11. Peter Petrelli

    Tendré que darle una oportunidad ya. Me gustan las series complejas y dificiles!Auque esta parece dura y por lo qeu visto en Youtube también tiene mucha comedia. Una comedia negra?

    Responder
  12. Nahum

    B.E. HYDE: Has descrito Gossip Girl a la perfección, jeje. Cuando la veas, dime qué te ha parecido, please. PETRELLI: Es un valor seguro, pero, ojo, lo de comedia negra muy matizado. La parte final es drama puro (y duro).

    Responder
  13. Sevi

    Acabo de terminar la segunda temporada y me he quedado en shock. Creo que es la serie que más en tensión me ha tenido desde Dexter. ¿Para cuando la tercera?Saludos y enhorabuena por el blog.

    Responder
  14. Anonymous

    Es una serie acojonante, increible…..no puedo esperar mas por la tercera temporada……que lastima lo de la novia de pinkman, esa chica es un bombon

    Responder
  15. lacomunidadsecreta

    De acuerdo con todo lo que dices menos un apunte, el flash forward no me pareció una tontada, XD, creo que lo estuvieron adelantando no solo por el obvio impacto que tenia, sino por como estaba todo el rato mostrando una de las terribles consecuencias de los actos de Heisenberg, un nombre que Walter no escoge al azar…la serie nunca escatima mostrar con honestidad brutal las consecuencias de los actos de Walter y Jesse, detalles como el plano de Hugo, el conserje que pierde su trabajo para morir a manos de unos yonkies a los que ellos suministran…no es una serie que escatime mostrar que lo que hacen tiene consecuencias, y desde que Walter empezó su camino de degradación ha tenido consecuencias y no solo en su familia, el accidente del final de la segunda temporada es uno de esos desenlaces terribles pero inevitables, cada decisión que tomó le lleva al segundo en que deja morir de ese modo a Jane y destroza a su padre, y todas esas muertes estallan, literalmente, sobre su cabeza, ese flash forward es ominoso, es un reflejo de su descenso, de como ha llegado a eso, no me pareció tonto ni innecesario, si, juega con las expectativas del espectador, pero al final se traduce en un mensaje claro, al margen del envoltorio, de toda el empaque, lo que cuenta BB es la historia moral y psicologica de un hombre, y ese momento es decisivo, es el final de la cadena de acontecimientos de toda la temporada, y es un final oscuro y terrible, esos flash forward son ominosos, cuando vuelves a ver la serie son como un cartel enorme de la culpa de Walter, de su responsabilidad en todo lo que sucede, incluso ese osito rosa es casi una metáfora visual de pinkman, que se está convirtiendo realmente en su sacrificio personal, acabo de finalizar la segunda temporada, y empezaré estos dias la tercera, supongo que estará a la altura, XDy al leer tu articulo, en mis ansias por compartir algo del entusiasmo que la serie me ha causado, me ha sorprendido ese comentario sobre esas escena, quizá he interpretado mal porque lo ves como una tontada, en todo caso una grandisima temporada.

    Responder
  16. lacomunidadsecreta

    mis disculpas por lo incoherente y repetitivo de mi comentario anterior, me temo que el cansancio me jugó una mala pasada, XD

    Responder

Trackbacks/Pingbacks

  1.  Breaking Bad se consagra en el Olimpo | Diamantes en serie
  2.  Adiós, Mr. White | Diamantes en serie
  3.  Breaking Goodman | Diamantes en serie
  4.  'El camino', un epílogo redundante - Diamantes en Serie

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *