Donald Trump

La inmigración como arma de doble filo

Intentaré explicarlo brevemente para reducir las posibilidades de meterme en un jardín. Lo que ahora expongo no es una simple impresión personal, sino un argumento basado en informaciones sobre el Daesh y en el libro «ISIS. The state of terror», de Jessica Stern y J.M. Berger, cuya lectura recomiendo. Ya sabemos hace tiempo que Daesh infiltra terroristas entre los refugiados. Recordarlo resulta políticamente incorrecto, pero es la pura verdad. Siempre que un refugiado, o en todo caso, un inmigrante musulmán, comete un atentado yihadista, Daesh consigue un efecto que se retroalimenta, un círculo vicioso perfecto: el atentado aumenta la desconfianza de la opinión pública ante los refugiados (y los inmigrantes musulmanes en general), la comunidad musulmana de ese país tiende a ser estigmatizada por un sector de la población, con lo cual el Daesh ve aumentadas sus probabilidades de reclutar nuevos terroristas entre la población musulmana descontenta.
Es importante recordarlo tras el atentado de Berlín. Darle la vuelta a la valiente política de Angela Merkel, lo que plantea la ultraderecha alemana, supondría darle muchas más facilidades al Daesh en su escalada terrorista. Es necesario aumentar al máximo los controles de inmigración, algo realmente difícil, como hemos visto, pero sin cerrar las puertas a los refugiados ni estigmatizarlos. La seguridad absoluta es imposible, y aunque se cierren totalmente las fronteras, algo inconcebible en el mundo libre, globalizado y humanitario del siglo XXI, el Daesh podría seguir infiltrando terroristas. Solo un porcentaje muy reducido de los refugiados puede ser terroristas infiltrados, pero ese mínimo porcentaje puede causar una masacre como la de París.
Desde luego el problema es mucho más difícil y complejo de lo que los populistas dicen. Esto no se arregla con muros al estilo de Donald Trump, pero tampoco con pancartas de «Refugees welcome» en las fachadas de los ayuntamientos. Hay que hilar muy fino, y en esto tienen mucho que ver los servicios de inteligencia y los cuerpos de seguridad del Estado. En España llevamos 12 años sin atentados yihadistas (toquemos madera). No es por casualidad.

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Rafael Rodríguez López (Rafa López)
Periodista + información

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