marca personal

‘Vamos a ver’

Hay un asunto verdaderamente lúgubre que se llama ‘marca personal’. No basta que los coches, o los yogures tengan una marca, sino que cada uno de lo humanos estamos llamados también a crear una ‘marca personal’, como el modo más adecuado para que nos distingan a unos de otros. La diferencia está en que a los coches o los yogures la marca se la ponen, mientras que la ‘marca personal’ es algo que uno tiene que darse a sí mismo.
Conforme pasa el tiempo mientras el paro permanece, cada personaje de marca tiende a engrandecerse; primero porque dispone de tiempo libre para mirarse y remirarse; y luego porque, si continúa en el paro, eso quiere decir que su ‘marca’ no funciona, que no te contrata ni el que asó la manteca, con esas prestaciones que te das a ti mismo; y, por consiguiente, hay que cambiarlas, ‘enriquecerlas’, que tu currículum brille más, que seas más notorio, a ver si así alguien se compadece de ti y te da un trabajo. Así consigues presentarte cada día más alambicado y orientar la compasión ajena hacia la idea de que eres superman, que si te contrataran, sería demasiado para la pyme que querría hacerlo o el bar que busca alguien para repartir los cafés.
Hay gurús de ‘marca personal’, lo mismo que hay vendedores de zapatillas o de relojes: abundan por todas partes; y en seguida se percibe que sobran, por lo obvio que dicen de engrandecer tu marca, que parece que se han puesto de gurús para sacarle unas perrillas al aprensivo que no encuentra marca adecuada y la busca desesperadamente.
Con eso resulta que lo peor de la marca personal son los gurús que te dicen que para lograrlo debes ser simpático, honesto, trabajador, tener iniciativa, saber idiomas, ir a un cursillo del patatín que te dan ellos si les das un pastón, y tal cantidad de cosas y cosas, que cuando más tiempo lleves construyendo tu marca personal, más liado estarás con mil innecesarias para encontrar trabajo, pero muy útiles para darle trabajo a los gurús.
Las elecciones son el momento culminante de la ‘guruancia’: ¿tengo que votar a Pepito o a Juanito?, o tengo que ser yo el que cree ese partido que va a resolver los problemas de todos los demás, e incluso los míos. Está de moda decir que el trabajo te lo tienes que fabricar tú, y así colaborarás decididamente a que disminuyan las cifras de paro. O sea: hazte gurú de marca en política. Algo saldrá, seguro.

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