vuelve la mili

Vamos a ver

Hasta qué punto las cosas cambian, que está de moda el servicio militar. Y no sólo para que los yihadistas aprendan a disparar por todas partes a quienes no les obedezcan en materia religiosa; también las escuelas de negocios están incorporando las artes marciales a sus enseñanzas.Varios MBA de algunos paises han importado a sus curricula esas materias con el objetivo declarado de aumentar la capacidad de reacción de su alumnado ante un entorno complejo, considerando que la guerra y la empresa son muy parecidas y que entrenándose para una, se aprende también para la otra.
También parece que las MBA perciben alguna flojera en sus últimas promociones, que vienen de estudios universitarios o de enseñanza media recientes, frente a la solidez con que llegaban antes a los mismos estudios los futuros ejecutivos agresivos, capaces de comerse el mundo en cuanto acabaran el master. Ahora abundan más los que vienen con la lección ya aprendida de forrarse cuanto antes con el dinero de los demás utilizado en su propio beneficio personal, en vez de dar conocimientos y apoyo a los clientes para que se forren, y ellos llevarse sólo un modesto porciento.
Los más espabilados dicen que la crisis económica que nos atormenta procede del forramen excesivo en su propio beneficio de los agentes económicos, y su traslado inmediato al forramen excesivo del todos contra todos, no vaya a ser que me quede yo fuera de la liquidez generalizada que me correspondería gracias al manejo adecuado del dinero de los otros en mi propio beneficio.
Y la ‘solución militar’ para enderezar a los MBAs díscolos proviene, no de que los presupuestos militares se estén incrementando poderosamente y se hayan convertido en una efectiva área creciente de negocio que convenga conocer in situ, sino de que el espíritu militar parece más adecuado para aprender a tomar decisiones bajo tensión, con una mayor urgencia y en entornos total o parcialmente desconocidos, como sucede últimamente en los entornos empresariales. Allí, el manual de referencia ha pasado a ser ‘El arte de la guerra’ de Sun Tzu, con la competencia desaforada entre unos y otros, que requiere conocimientos profundos de estrategia para sobrevivir como ejecutivo agresivo ante los demás e incluso, ante uno mismo. O, llegado el caso, estar preparado para pasarse a la yihad inmediatamente, si las cosas vienen mal dadas.

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