remedios Putin

VAMOS A VER
Remedios Putin
Rafael Guijarro

Tierno Galván decía en aquellos años de la movida madrileña: ‘el que no esté colocado, que se coloque… y al loro’. Es un modo curioso de resolver el paro, que utiliza con mucha frecuencia más gente de la que cabría esperar. Así, la prensa señala que el presidente Putin va a resolver algunas apreturas rusas a través del organismo regulador de las bebidas alcohólicas.
Este organismo ha anunciado que, aunque todo suba, el vodka será más barato. A partir del 1 de febrero, el precio mínimo garantizado será de 185 rublos por una botella de medio litro en lugar de los 220 actuales. No está mal para estos tiempos de crisis y escasez. El nuevo precio entrará en vigor a partir del 1 de febrero. La inflación terminó en el 2014 tocando el 10 % de aumento, pero la botella de vodka valdrá un 15,9 % menos.
Tal vez así aumente incluso el turismo de los bebedores empedernidos que encontrarán en Rusia lo que los rusos encontraban, antes de la crisis, en la Costa Brava, y que ya no van a poder venir. El turismo alcohólico puede que así vuelva a Moscu, superando las dificultades del frío que hace allí, con la contrapartida de beber hasta no poder más, lo que tanto les gusta hacer a algunos turistas en los países de los otros, mejor que en el propio. O incluso, además de en el propio, aunque en casa se haga con menos ostentación, por aquello del qué dirán los vecinos, o los niños.
La fórmula ‘Tierno Galván’ se expande así para resolver los problemas que se le puedan presentar a un gobernante: un buen colocón de vodka tranquiliza a los ciudadanos inquietos, quejicas de que todo va mal. Y fomenta el turismo.

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