31
Ene 11

Las listas electorales

Todavía quedan algunos meses para que los madrileños decidan en las urnas qué partidos estarán en el Asamblea de Madrid y en los ayuntamientos de la región. Ya sabemos que Esperanza Aguirre será la candidata del PP a la Presidencia regional, Tomás Góméz, el aspirante del PSM y Gregorio Gordo, el que pondrá su careto en el cartel electoral de IU. Poco sabemos de los que llenarán con sus nombres y apellidos las candidaturas de los tres partidos con representación parlamentaria.

La delegada del Gobierno enMadrid, Amparo Valcárcel, y el ex alcalde de la capital tras la muerte de Enrique Tierno Galván, Juan Barranco, son los siguientes de la lista de Tomás Gómez. Su portavoz parlamentaria, Maru Menéndez, irá a continuación, a pesar de sus intentos por pillar un hueco más arriba.

El PP comenta de esos cuatro primeros puestos de la lista del PSM cosas que tiene que decir porque no puede estar callado, pero la realidad es que Valcárcel, defensora e impulsora de la Ley de Dependencia, dejó su cargo en el Gobierno que preside su amigo José Luis Rodríguez Zapatero a petición de Trinidad Jiménez, ministra de Sanidad en aquella época y luego perdedora en las primarias que gano Gómez con el apoyo de la todavía delegada del Gobierno. Lógico que Gómez actúe así, colocando sólo a militantes de su banda porque no entiende de otras cosas que no sea el poder por el poder. Los críticos del PSM callan porque saben que cuanto más larguen menos obtendrán. Del PP poco sabemos, más allá de que Aguirre hará la lista cuando le venga en gana, dentro de los plazos, y contando con quien quiera. Sólo conocemos que su portavoz parlamentario, David Pérez, y que su portavoz adjunto, Juan Soler Espiauba, van de candidatos a las alcaldías de Alcorcón y Getafe, pueblos con los que no tienen nada que ver. Se digitalizan los documentos y también la elección de nuestros representantes. Así nos va.


21
Ene 11

Con lo de Rollán, van a su rollo

Ahora que ya empezó el duro, según todos, 2011, porque será un año con más preocupaciones y angustias para todos los que sufren la crisis en carne propia, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid condena a la secretaria de Organización del PSM, Trinidad Rollán, a no ocupar cargo público alguno durante ocho años por prevaricar durante su etapa de alcaldesa de Torrejón de Ardoz.

La sentencia califica de «burla» el convenio urbanístico «ilegal» firmado con una empresa y deja claro que las leyes están para cumplirse. Esto sucedió en 2001 y casi dos lustros después, los ediles que aprobaron en un pleno municipal lo que sabían que no podía hacerse son condenados por prevaricar, término que debería ser revocado del Código Penal y dejar de aplicarse a los políticos, ya que parece ser que cometen ilegalidades por el bien de los demás. Rollán no podrá ir en ninguna lista electoral por decisión judicial y no porque el PSOE se lo impida. Si ha de continuar en la Ejecutiva de Tomás Gómez es una decisión del PSM, que debería explicar a los madrileños que si se queda o se va de sus cargos directivos internos no depende de ningún código ético sino de los equilibrios internos.

Dice Gómez que no suele dejar tirados a los inocentes y que Rollán no se ha enriquecido con esta ilegalidad. Tampoco ha matado, violado ni asesinado, sólo ha sido condenada por prevaricación. Y lo de inocente, después de ser considerada culpable es una broma de mal gusto y una patada en la boca de las palabras que ya sólo sirven para mentir. El PP se aprovecha de la situación y pide a Gómez que se aplique la misma medicina que pide a los imputados de la derecha. Que hagan lo que les venga en gana, porque cada vez está más claro que van a su rollo, a lo suyo, a ocuparse sólo de sus propios asuntos.