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Jul 11

El Senado, ¿premio o castigo?

La Asamblea de Madrid puso los nombres y apellidos de sus siete representantes en el Senado. Aunque hay cuatro partidos, sólo dos se llevan todo. Los socialistas Tomás Gómez y Maru Menéndez acompañarán a los populares Francisco Granados, Elvira Rodríguez, Luis Peral, Beatriz Elorriaga y Gador Ongil. Casi todos son ex altos cargos venidos a menos. Da la sensación que el Senado es un premio por los servicios prestados no sé a quién, aunque los elegidos y los que eligieron sí lo saben. Dicen que esta cámara de segunda lectura es un exilio dorado para los patriotas de partido que poco o casi nada tienen que aportar ya en sus respectivos ámbitos de actividad política. Elvira acaba de dejar la Presidencia del Parlamento regional, Beatriz, Gador y Luis fueron consejeros. También Paco, que además es secretario general del PP de Madrid. Como Tomás. Ambos ocupan un alto cargo en sus partidos, ambos son diputados regionales y ambos van al Senado.

Algunos critican que pueden cobrar tres sueldos, pero si es legal que hagan lo que crean más conveniente porque seguro que sus conciencias y sus principios no se resentirán. Saben que no es lo mismo predicar que dar trigo. Maru también irá al Senado después de dejar la Portavocía a Tomás, quien tiene claro que lo suyo no es el debate con los que ocupan puestos similares al suyo en la Asamblea, sino que lo suyo es la gloria y las altas cuestiones de Estado que se abordan en el Senado. Lo que parece un premio para ellos es, sin duda, un castigo a la ciudadanía que tiene que financiar algo que no tiene mucha utilidad y que sirve para que muchos sigan creyendo que son los que ellos mismos han soñado para ellos.