La Diputación Permanente de la Asamblea de Madrid se reunió para atender las peticiones de los grupos parlamentarios: 27 asuntos, 25 de IU, PSM y UPyD y el resto del PP. Los populares sacaron adelante sus peticiones de comparecencia del consejero de Sanidad para dar explicaciones sobre la privatización hospitalaria y de celebración de un Pleno para iniciar el trámite de reforma de la Ley de Espectáculos. Sus dos únicas propuestas salieron adelante gracias a que 24 de los 43 miembros de la Diputación Permanente son del PP, que abusó de su mayoría absoluta para rechazar todos los asuntos planteados por la oposición. Las cuestiones planteadas por la oposición son importantes para sus proponentes, aunque quizá no todas son urgentes. Pero debatir sobre la malnutrición de muchos niños cuando no comen en el colegio, como en estos meses de vacaciones, y pasan hambre, es tan urgente como necesario porque hay que dar alguna salida a los que más sufren las embestidas de la crisis. Discutir en sede parlamentaria sobre el hecho de que 30.000 empleados públicos que son personal laboral se vayan a quedar sin convenio colectivo o sobre los precios que pagarán los universitarios por seguir formándose, no es ningún capricho.
El PP ganó las elecciones y su mayoría le debe servir para aplicar su programa electoral pero no para rechazar todo lo que no sea suyo. La democracia parlamentaria se construye y refuerza con diálogo, que no es considerar que la verdad está de un solo lado. No sirve justificar el abuso de la mayoría diciendo que donde gobiernan los otros hacen lo mismo. Así llevamos 30 años y así nos va.
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19
Jul 13
El PP abusa de su mayoría parlamentaria
05
Jul 13
El PSM no quiere nada con el PP
La Asamblea de Madrid se mantiene inhábil, a la espera de que la Diputación Permanente, máximo órgano parlamentario en periodos inhábiles, decida, si el PP, partido mayoritario, consiente algún acto en pleno mes de julio. Los partidos se reunieron para ultimar el funcionamiento de la Comisión de Reforma de la Ley Electoral de la Comunidad de Madrid, que se reunirá los días 9 y 17 para tratar de sacar algo en claro que ayude a la regeneración de la clase política y a la implementación de la democracia en sus decisiones y prácticas. El socialista Tomás Gómez asegura que “no es momento de acuerdos y pactos con la derecha” y con cierta ironía se pregunta si el entendimiento con el PP tiene que ser para reformar el sistema de pensiones o privatizar un poco más la sanidad y la educación públicas. Quizá por este motivo se negó a acordar una reducción del número de diputados regionales, y quizá por la misma razón, o la contraria, apoyó poner en marcha algún tipo de reforma electoral, que debería incluir, sin duda, las primarias, abiertas o no a los simpatizantes, para todos los partidos y los derechos del parlamentario a ser puesto en una lista con más apoyos que los que rodean a los mandamases de las cúpulas de la organizaciones y a preguntar y pensar por cuenta propia sin necesidad de atender los mandamientos y rezos diarios ordenados por los capos de turno. Tomás Gómez, que lleva demasiado tiempo persiguiendo a los que están pringados en casos de corrupción del PP, cada vez habla menos de otras corrupciones como las relativas a los ERE de Andalucía, cuyo presidente ha anunciado unas primarias con nombre fijo, el de la persona elegida a dedo por los sostenedores del régimen, aparentando con un gesto democrático lo que parece ser una huida hacia adelante. No será que el destinatario de sus mensajes es Rubalcaba, que recientemente acordó con Rajoy no sé qué sobre Europa, la marca España y la juventud parada. Todo puede ser pero da la sensación que Gómez habla cada vez más para sí mismo como si fuese el centro de la nada.