26
Jul 13

Alegre y rápido fin de periodo

La cercanía de las vacaciones parlamentarias, con el olor a montaña, mar o bar de barrio, pegado al cuello, produce milagros y hace olvidar la tensión vivida durante el periodo parlamentario que ahora echa el cierre. La tensión vivida en la Asamblea de Madrid, en pleno corazón de Vallecas, durante los últimos meses, con ocasión de los debates sobre los recortes en Sanidad, Educación y demás materias que afectan a la vida de los madrileños, subió muchísimo de temperatura en algunas ocasiones, como cuando se produjo la expulsión de la diputada socialista Maru Menéndez por llamar corrupto al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Hubo momentos en los que el cruce de acusaciones entre socialistas y populares llegó a niveles tan bajos y oscuros que lo más bonito que se llamaron fue chulo, fascista o miserable. Parecía que sólo el odio y el resentimiento acumulados inspiraban lo que soltaban por sus bocas. Pensar en el descanso veraniego tuvo sus efectos en el último Pleno de este periodo parlamentario.
Quedaron para dejar en ocho el número de consejeros de Radio Televisión Madrid y para iniciar el trámite de reforma de la Ley de Espectáculos, que contó con el apoyo de todos. Los que hablaron querían que todo fuera rápido. La diputada de UPyD Elvira García se quejó de la hora “intempestiva” del Pleno, muy temprano, nada más comer, y después de aprobar todo, salieron a los pasillos y se desearon felices vacaciones, con la sonrisa entre los labios. Seguro que el sol, las cañas de cerveza, con o sin alcohol, y la compañía de sus seres queridos les provoca relax y les hace olvidar la necesidad de estar todo el día representando un papel, de gobierno o de oposición, de malo o bueno ante los demás que provoca instantes de confusión y brotes de esquizofrenia. Buenas y felices vacaciones.


22
Oct 11

Desviar la atención

No cabe ninguna duda de cuál era el objetivo del Gobierno presidido por Esperanza Aguirre al  meter el «negocio» de las camisetas verdes en el debate político sobre los efectos de sus medidas educativas en la sociedad madrileña, compuesta de madres y padres de alumnos que acuden a los institutos de Enseñanza Secundaria, que se han puesto en huelga de forma clara contra  los recortes que denuncian.

Es en cierta medida lógico que el que aplica algo que tiene mucha respuesta social, intente apaciguar el golpe desviando la atención del asunto central, que no es el incremento de 18 a 20 del número de horas lectivas a la semana que cada enseñante está delante de sus alumnos. Creo que no, el conflicto surge cuando con menos personal y más estudiantes en cada instituto, se pretende conseguir los mismos resultados y que la calidad de la enseñanza no sufra por falta de personal. La urgente solución al conflicto debe salir de una mesa de negociación entre recortadores y recortados. Tienen que ponerse de acuerdo para que, en tiempo de crisis y recortes, la educación no sufra heridas,  y tampoco rasguños. Si el PP cree que desviando de la atención de lo principal se resuelve todo, actuaría como si en un accidente, en vez de socorrer a los accidentados, nos centramos en los zapatos del agente del orden no reglamentarios o en la mujer herida que no lleva sujetador, también reglamentario.

Que el PP quiera que hablemos del lucro obtenido por IU con la venta de unas camisetas en las sedes de la FAPA Giner de los Ríos y de si han pagado impuestos los que las serigrafiaron con consignas a favor de la escuela publica, está en su derecho de equivocarse, igual que el PSM, al pedir la dimisión de  la consejera de Educación y Empleo, Lucía Figar, por recurrir a alguna artimaña para traer a trabajar en su hogar a una chica filipina que estaba en Noruega. Si recurrir a unas camisetas para desviar la atención sobre algo importante es algo nocivo para la gran política, tratar de enriquecer los argumentos en contra de los recortes con alusiones al tagalo que se habla en Filipinas, no deja de ser una ocurrencia que no aporta nada.


22
Sep 11

Negociación necesaria y urgente

Defensores y detractores de la decisión de la Consejería de Educación de aumentar las horas lectivas de los profesores de Secundaria ya se han dicho de todo. El Gobierno regional no se ha movido un milímetro de su primera posición, a pesar de que día a día crece el apoyo a las reivindicaciones que han provocado la huelga. No sólo UGT y CCOO defienden las movilizaciones contra las medidas de la derecha gobernante, también los sindicatos más en la órbita ideológica del PP protestan contra la disminución del número de enseñantes que atienden a los alumnos de los institutos.

Es verdad que no se han producido despidos y que la contratación de menos maestros para atender las mismas funciones y a más alumnos que hace un año, repercute en la educación de los escolares madrileños. Ya pasaron los equívocos sobre las horas de trabajo de los profesores, que no sólo darán 20 horas lectivas a sus estudiantes, y las declaraciones sobre los colectivos o personas que apoyan las movilizaciones. Todos de izquierda, los de la ceja y también los indignados del 15-M, dijeron desde el PP, sin darse cuenta que esas frases más o menos graciosas no alejan a muchos ciudadanos de las necesarias quejas contra lo que para muchos son acciones que repercutirán negativamente en la calidad de la educación pública.

Ya se han dicho de todo, ahora es el momento de que se abra una negociación después de que la huelga haya sido seguida por el 43% de los enseñantes, según la propia Aguirre. Los convocantes hablan de seguimiento masivo, cercano al 80%. Si Aguirre reconoce que casi la mitad de los profesores no entienden las medidas de la Comunidad, quizá es que ella no entiende las quejas de los huelguistas. Si además, a la presidenta se le escapa un pensamiento maligno y lo expresa diciendo que no debería ser gratuita en todas las fases la educación, aunque luego tratará de aminorar lo sugerido, es necesario y urgente que todos los protagonistas se sienten a hablar no sólo de cómo parar la huelga, sino, sobre todo, del blindaje del actual sistema educativo, manteniendo la gratuidad y la universalidad.


12
Sep 11

Recortar la calidad de la enseñanza

La calidad de la educación en los centros escolares de la Comunidad de Madrid puede sufrir un bajón que no sabemos su nivel si, al final, se cumple el anuncio del Gobierno regional de ahorrar cerca de un centenar de millones de euros, mediante la reducción del número de profesores interinos que son contratados cada año en un par de miles. Es verdad que no se despide a nadie, pero que haya menos profesores atendiendo a los escolaresmadrileños, que iniciarán amediados de septiembre las clases, es, sin duda, un ataque a la preparación de los alumnos, que recibiránmenos atención del sistema encargado de formar a estos jóvenes.

El trabajo que no harán los que no serán contratados recaerá en los que ya tienen un puesto de trabajo. Ahora, en vez de dedicar 18 horas semanales a dar clases, tendrán que trabajar dos hora más en las aulas, ya que la Consejería de Educación anunció, antes de verano que aplicaría una ley nacional para exigir a los enseñantes lo máximo que consiente esa norma. Por cierto, un máximo para situaciones excepcionales. Pero no nos equivoquemos, los maestros trabajan casi 40 horas a la semana, entre horas lectivas, preparación de clases, corrección de exámenes, tutorías y demás, y no 20 como han dejado caer desde la Comunidad de Madrid. Se han equivocado porque las medias verdades son peores que las mentiras. Los sindicatos y los partidos de la oposición, a los que no se ha consultado sobre estamedida tan discutible y negativa, han convocado una huelga que retrasará el inicio del curso escolar. Crearámalestar entremuchos ciudadanos, a los que hay que explicar con paciencia lo que se quiere hacer, pero mucho peor será que una medida de este tipo salga adelante. Todos se muestran partidarios de no tocar la Sanidad ni la Educación y preservar el Estado de Bienestar de los recortes ante la crisis, que no parece que se vaya pronto, pero quitar dinero a estos asuntos es un pasote.

No hay excusas creíbles y echar la culpa a los desastres de los socialistas es como no decir nada. Pero lo dicen, sin darse cuenta de que los perjudicados no son sillas que se mueven en el salón de la clase política para crear ambientes gratos a sus intereses, sino seres humanos en formación y que se merecen lomejor.


15
Abr 11

Pros y contras del Bachillerato de Excelencia

Hace unos días, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, anunció que el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) San Mateo, en el centro de la capital, acogerá a los alumnos más aventajados que quieran cursar el Bachillerato de Excelencia. Habrá profesores de primera y todo será chachipé para estos estudiantes inteligentes y esforzados. Como no podía ser menos, la oposición socialista arremetió contra esta iniciativa que pondrá en marcha Aguirre si gana por mayoría absoluta las elecciones del 22 de mayo. Fechas después, la mandataria que aspira a seguir siéndolo explicó que habrá también aulas de excelencia en todos los IES que lo soliciten, pero no para el próximo curso escolar.

Sin apriorismos ni rechazo frontal a esta medida por el hecho de que la proponga Aguirre, se puede entender que dar más armas educativas a los que más se esfuerzan es algo estupendo, pero cuesta entender que, en épocas de recortes, se gaste un buen dinero no para subir la media general de todos los estudiantes de cada centro escolar sino para los más listos. Además qué se les ofrece a los que durante dos años serán tratados como excelentes para regresar, al finalizar el bachillerato, a la universidad en la que conviven todos, sin distinción. Además, los que no estamos entre los mejores necesitamos de ellos para aprender y elevar nuestro nivel de aprendizaje.

Se dice que a los mejores deportistas se les premia con becas de excelencia. La diferencia es que la educación no es una competición, sino un camino que nunca se acaba y en el que seguimos aprendiendo hasta los no excelentes. Como prueba piloto no está mal, pero sin dogmas ni descalificaciones a los que opinen distinto. No están mal los incentivos para los excelentes sin que se favorezcan las élites, mejorando la calidad de la educación y sin olvidar el fracaso escolar.