La corrupción, uno de los problemas que más preocupa a los madrileños, apareció con normalidad en Brunete como un relato más relacionado con la degeneración que con la regeneración de la que hablan algunos. Una edil de UPyD cuenta que el alcalde del PP le ofreció hace dos años palabras y algo más con la sana intención de comprar su voluntad a la hora de votar. El PP obtuvo seis representantes, dos UPyD, dos IU y tres el PSM, partido que tiene ahora uno menos porque ha sido expulsado por apoyar al PP sin contar con nadie. El primer edil de este pueblo tenía pretensiones, según las conversaciones hechas públicas ahora por la edil de UPyD, tan normales como garantizarse una mayoría absoluta que no obtuvo en los comicios de 2011. El diputado regional de UPyD Ramón Marcos se fue a Brunete para apoyar a su compañera y denunciar este intento de compra, pero han tardado demasiado en poner en conocimiento de la Justicia esto que parece un golferío y un tránsito por los vericuetos de la corrupción. El alcalde dijo con tranquilidad que lo que se oye en la grabación, hecha pública mucho tiempo después del intento mafioso de garantizarse una mayoría que permite de todo, es algo normal entre la clase política gobernante. Lo normal no es lo natural sino lo que se impone con el tiempo y la pasividad generalizada. El partido magenta pasó de Brunete a Vallecas para intentar que el Parlamento regional diga algo sobre un caso en el que parece claro que fue una conversación entre tahúres de la política silente.
