Después de las mareas blanca y verde en defensa de la sanidad y la educación públicas que inundaron nuestras calles, llegó la marea violeta a favor del derecho de las mujeres a decidir sobre sus vidas. Ahora aparece la marea roja contra los recortes culturales. Son gente indignada por la incultura de los que ven la cultura como un Dios menor y por la decisión del Gobierno central de una subida del IVA cultural al 21% que ha unido a todos lo que sienten en carne propia o cercana la crisis que padecen el cine, el teatro y demás actividades culturales. Estas reivindicaciones llegaron a la Asamblea de Madrid de la mano del secretario general del PSM, Tomás Gómez, quien se disfrazó de hombre de Estado y amable negociador para instar al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, a que pidan juntos al presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, la rebaja del IVA cultural. Más allá de los puyazos que ambos se lanzaron y de que González recordase, con cierta ironía, a Gómez de que está tan interesado en este tema que es la primera vez que en tres años se interesa por la cultura, lo positivo es la receptividad. Parece ser que el PP está dispuesto a apoyar la propuesta del PSM pero excluyendo la petición a la Comunidad de que compense las pérdidas por el excesivo IVA cultural. Puede ser que este tema una a los dos grandes partidos, aunque la solución es complicada porque González no es competente para atender el requerimiento de Gómez, quien duda de la competencia del presidente para gobernar.
