Archivo 27 agosto, 2021
Después del coronavirus
Lo de «después» es un decir. Solo algunos países desarrollados comienzan a respirar. En agosto de 2021 los países en desarrollo han vacunado a porcentajes ínfimos de sus poblaciones.
El objetivo mundial debe ser la vacunación total. Allá donde no se alcance se podrá desarrollar una variante resistente a las vacunas. Para ello no basta donar vacunas a los países en desarrollo, sino que también hay que proporcionar personal médico y el material logístico necesario.
Los terribles incendios e inundaciones de este verano indican ineludiblemente que la recuperación del coronavirus debe hacerse reduciendo todo lo posible las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Siguen siendo válidas todas las soluciones que di, ya hace siete años, en Parar el cambio climático
¿Qué lecciones de esta crisis quedarán para el futuro? La primera es que los sistemas sanitarios deberán disponer de mayor capacidad y recursos para responder a este tipo de pandemias. En el futuro podría llegar un virus todavía más letal que el SARS-CoV-2.
La segunda es que hará falta un mecanismo para frenar de manera rápida los viajes internacionales, que se han demostrado como una vía de rápida propagación de las enfermedades.
La próxima crisis mundial podría venir de otro virus, de un ataque informático masivo, de una plaga de insectos desquiciados por el cambio climático, de incendios descontrolados o de algo que ni siquiera podemos prever. Pero el mundo no se puede volver a parar. Hay que estar preparado.
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