Archivo 20 agosto, 2014

Para que la pareja funcione

Redactando la entrada contra los asesinatos de mujeres tuve la sensación de que el maltrato es justo lo contrario de lo que hay que hacer para que la pareja funcione. «¿Y qué hay que hacer para que funcione?» pregunté, primero a mí y luego a Google. Esta es una compilación de las primeras respuestas. No pretendo descubrir nada nuevo, simplemente complementar la entrada anterior.


1. Comunicación: lo más básico. Cada miembro de la pareja debe contar francamente al otro sus objetivos, sus miedos, sus deseos, sus planes y sus gustos. Una buena comunicación requiere que ambos se esfuercen por manifestar sus pensamientos y sentimientos con, a la vez, sinceridad y delicadeza, por escuchar al otro con interés genuino y tratar de entenderlo.

2. Respeto: respetar al otro incluye desde lo más básico, no pegar, pasando por no insultar, no chillar, no hacer comentarios denigratorios, hasta no espiarle su teléfono móvil o su ordenador. Incluye también no exigir unilateralmente cambios en aspectos de su personalidad o su comportamiento. A la vez incluye que uno se abstenga de comportamientos objetivamente molestos para el otro. Por ejemplo, si uno de los miembros de la pareja fuma y el otro no, exigirle al que fuma que lo deje es no respetarlo. Pero a su vez, el que fuma, para respetar al que no, debe evitar fumar en su presencia (saliendo a la terraza o haciéndolo solamente cuando pasea al perro). El respeto a la pareja incluye también respetar a sus familiares y amigos. 

3. Sexo: la relación de pareja entre dos adultos debe incluir relaciones sexuales satisfactorias y frecuentes. El modo y la frecuencia deben acordarlas los dos componentes de la pareja, sin presionarse. Los diversos problemas que puedan coartar esta necesidad (falta de deseo, impotencia, penetración dolorosa, eyaculación precoz…) deben consultarse con el especialista correspondiente, e intentar resolverlos por los medios que sean necesarios.

4. Cariño: no hay que confundir el cariño con el sexo, ni pensar en lo primero como un pasaporte a lo segundo. Dice el tópico que las mujeres dan sexo para obtener cariño, mientras que los hombres dan cariño para obtener sexo, y en algunos casos es cierto. Pero no debe ser así: el cariño (abrazos, caricias, besos, palabras tiernas…) debe darse por el cariño y nada más. Ninguno debe pensar que tiene una finalidad ulterior.

5. Confianza: significa pensar que el otro hará aquello a lo que se ha comprometido. La confianza se debe tener de entrada, y solo perderse a partir de promesas incumplidas. Los celos sin que haya habido una infidelidad son destructivos. Pero tampoco favorece a la relación de pareja que uno recuerde a otro repetidamente un compromiso antes de que haya llegado el momento de materializarlo, como si temiera que lo fuera a incumplir.

6. Equilibrio: cada miembro debe pensar que lo que aporta a la pareja es análogo a lo que aporta el otro. No se trata solamente del dinero, sino de la crianza de los hijos, de las tareas domésticas, de las visitas a familiares, etc. No es equilibrado, por ejemplo, que Ana tenga que recibir en su casa a los amigos de su marido Juan, y él no permita que vengan las compañeras de ella.

7. Divertirse juntos y separados: es necesario que haya actividades que les gusten a los dos y que compartan (por ejemplo ir al cine, salir a cenar, montar en bicicleta) pero también que haya actividades que solo gusten a uno de los dos, y las practique en solitario. Por ejemplo, mientras Ana sale a correr, Juan se queda haciendo bricolaje.

8. Compatibilidad: los objetivos y comportamientos de los dos miembros deben ser compatibles a medio y largo plazo. Por ejemplo, si él quiere tener varios hijos y ella ninguno, está claro que hay un problema. Pero también si ella mantiene una profesión que exige viajar constantemente y a él le gusta la vida hogareña.

9. Negociación: los dos deben saber negociar objetivos y métodos, con sinceridad, con asertividad, dejando claro lo que desean y por qué, sin tensiones, sin chantajes emocionales, manteniendo el respeto en todo momento y, llegado el caso, siendo generosos, unas veces uno, otras el otro.

10. Buen humor: la convivencia es dura, y muchas veces, incómoda. Pero con una buena pareja, tiene muchas ventajas frente a la soledad. Hay que ser optimista, bromear, tratar de reír con frecuencia y evitar la negatividad.


Notas:

a) Este es un blog político, y he dudado bastante antes de escribir esta entrada. Pero creo que es un buen complemento a la anterior y no reduce la eficacia de ninguna de las demás. Por otra parte, los problemas de pareja en principio son personales, no sociales. Pero acaban desbordando el ámbito personal y saltando al social (maltrato, adicciones, depresiones…).

b) Los consejos son válidos tanto para parejas heterosexuales como homosexuales.

c) Entre los factores no he puesto el amor por considerarlo condición previa: si dos personas forman pareja, será porque se aman, digo yo. Pero por desgracia un amor sincero no basta para que la pareja perdure.

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Mete "Lo que hay que hacer" en Google y mira qué te sale: enlaces a un libro "Lo que hay que hacer con urgencia" del que las primeras páginas no están disponibles para descargar. Y mientras, tu ciudad, tu país, tu planeta bullen de problemas a los que no se pone remedio adecuado, cuando existen soluciones para todos. Escribo este blog desde Madrid, España, la Tierra, para unir mi voz a los que proponen estas soluciones y presionan para que se apliquen.
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