Archivo 15 mayo, 2011
Lo necesario en educación (2 de 3): contra el abandono
¿Por qué en España es tan alto el abandono escolar (porcentaje de jóvenes entre 18 y 24 años que deja de estudiar después de la educación obligatoria)? En 2006 fue del 29,1%, cuando en la UE15 era del 16,9. Es decir, en España es el doble que en los países de nuestro entorno. ¿Por qué? Una posible respuesta nos la da la diferencia por Comunidades Autónomas: en el País Vasco, donde se da la cifra más baja, el abandono fue de solamente el 12,5% en 2005. Y si miramos los porcentajes de repetidores, (curso 2005-2006), hallamos que allí son también los más bajos (28,9%), cuando la media en España fue del 42,3% (datos de Los repetidores se multiplican, artículo de El País del 2 de noviembre de 2007). Además, los varones repiten (48,5%), y por tanto abandonan, mucho más que las mujeres (35,9%). ¿Qué hay detrás de todo esto? No puede ser la dificultad específica de las asignaturas, la falta de inteligencia de los alumnos, el escaso presupuesto educativo o la baja capacidad del profesorado.
Yo solo puedo explicarlo por el fenómeno en el que me vi inmerso en mis años de estudiante y que explicaba por qué suspendían tantos de mis compañeros: simplemente porque no estudiaban. Y no digo «No estudiaban lo suficiente», no. Simplemente no estudiaban. Solo el día antes del examen se pegaban el atracón. La empanada mental resultante abocaba frecuentemente al suspenso. Para mí está claro: ¿quién no se sentiría tentado de abandonar una actividad aburrida, que no te da satisfacción, y además, para la que cada tres meses, tienes que pasarte noches en vela, y a pesar de ese esfuerzo, suspendes?
Lo que hay que hacer es exigir al alumno de la actual Educación Secundaria Obligatoria entre una y dos horas de estudio diario. El alumno, al comenzar el curso, debe firmar este compromiso. En cada clase debe preguntarse quién no estudió la lección de ayer. A los que digan que no la estudiaron, punto negativo para su evaluación continua. A algunos de los que no digan ni palabra, y por tanto afirmen implícitamente que la estudiaron, se les pregunta, y si no se la saben, diez puntos negativos (se trata de estimular la sinceridad). En este plan. Si alguien cree tener una solución mejor, que la proponga. Para eso está este blog.
Para la educación primaria también se debe exigir al alumno estudio diario, pero un tiempo inferior: entre media y una hora.
Abandono universitario
Una cuestión diferente es el abandono universitario: en 2006 más de 90.000 alumnos abandonaron la carrera universitaria en la que habían entrado. Las causas son múltiples: dificultad de las asignaturas, decepción, despertarse la ilusión por otras carreras… Estos abandonos costaron al Estado 1.200 millones de euros. Creo imprescindible para reducir estos abandonos que en la web del Ministerio de Educación haya información mucho más detallada sobre cada carreras: porcentaje de los que la terminan sobre los que la empiezan; plazo medio en que los titulados hallan empleo, y media del primer sueldo; lista completa de todas las asignaturas; ejemplo de una lección de cada asignatura, e incluso vídeos de algunos minutos de cada clase de cada asignatura. Si esta información no redujera significativamente el número de abandonos, habría que pensar en doblar las tasas de matriculación por cada nueva carrera que escogiera el alumno sin haber terminado la anterior. Seguramente así se lo pensaría mejor.
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