Aquí estamos:
penumbra de futuros
cubierta de lluvia la ceguera.
Animales de polígono, el crepúsculo de cara,
haciendo guardia al pie de los semáforos.
Tirando hacia abajo del pantalón,
para enseñar la cantidad justa de calzoncillo.

Aquí estamos,
ante el arco de los satélites
en este club-sol negro de latas vacías.
Sordos en el viento de los trenes de alta velocidad.
Tratando de buscarle una letra a la canción.
Anotando palabras de emergencia
en el aire que pasa, látigo y burla,
capturado en servilletas de papel.
Desde este olimpo de escombros
que es nuestro,
que nos vive y nos muere,
al que no renunciamos y nos llama,
nos grita desde el centro del corazón
que ordena el ritmo de los videojuegos.

Aquí estamos
atentos a la nada,
cubierta la blancura con el invierno,
diluido el aire de los huesos.
Agria mueca escupida en caras de muñeca,
inventando la sombra en el gesto arrojado contra el cielo.
Mirando al frío
cañón de pistola y calavera de automóvil,
carcasa-refugio, hogar entre la basura
que sonríe, caballo muerto contra el muro,
desecho en pastillas y alcohol
bajo el golpe de la tormenta.

Aquí estamos,
descalzos entre botellas rotas,
apostando la vida en canchas y carreteras.
Cerrado el grupo frente al día.
Prevenidos contra los depredadores
cuyos ojos aún no hemos visto,
aunque nos muerden a diario
en la carne que nos amamanta;
desde el centro de los abecedarios,
desde lo más alto de las avenidas
que nos muestran la pendiente hacia la miseria.
Desde los límites de nuestra imaginación.

Aquí estamos:
corderos con piel de lobo
ensayando el desafío en la postura,
ignorantes de la cifra que nos mide,
que le marca el precio a nuestra piel:
tatuaje de luz en el confín de la noche.
Paridos en canal de matadero,
vendidos mucho antes de nacer.

 

2 Responses to Piel de lobo

  1. no sé porqué pero me hipnotiza leerte, es como si viviera cada palabra, es raro lo sé, yo soy rara 😉

    besicos

  2. Delia dice:

    Uauuu, maestro.
    Contentos estarán los raperos, les has calado a fondo.
    Abrazos siempre.