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Las nicas se defienden, y eso levanta ampollas

10 Sep

Primero mirad estos carteles, leed los mensajes, pensad qué os transmiten, qué os hacen sentir y qué proponen, y ahora comentamos.

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Las nicas se rebelan contra el acoso callejero

22 Ago

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Están hartas de que cada dos por tres un tipo las chifle (silbe), haga comentarios sobre su falda, las mire de arriba a abajo con lascivia o les susurre algo como «qué rica estás mamita». Hartas. Así que el tema del acoso callejero fue uno de los que más entusiasmó cuando mostré propuestas de ciberfeminismo en el taller de comunicación y género que dinamicé con jóvenes activistas nicas.

Les hablé de El cazador cazado, el proyecto de Alicia Murillo, que consiste en grabar con el móvil a los acosadores callejeros. Y nos reímos con el vídeo de La loca de mierda.

Y ellas a su vez me hablaron de sus proyectos. (más…)

Por qué me parece fundamental que los hombres se cuestionen su heterosexualidad

28 Jun

 

Francis, cantante de Doctor Deseo

Ver al cantante de Doctor Deseo en el escenario con su liga en la pierna y los labios y las uñas pintadas de rojo me encendió la lucecita y me llevó a dar forma a una intuición que tenía desde hace tiempo: la homofobia es un elemento central que deberían combatir los hombres que quieran luchar contra el machismo.

Quienes me conocen saben que tengo cierto empeño en tratar que mis amigos hetero descubran su lado marica. No me suele ir mal. En más de algún caso, el hecho de animarles a plantear un deseo que nunca se habían permitido sentir, les ha llevado a tener (o reconocer) fantasías homoeróticas. Yo les decía que creo que no deberían de identificarse plenamente y sentirse cómodos con la identidad de hetero. Algún amigo me preguntaba por qué, y yo no conseguía explicarlo de forma convincente.

Cuando vi a Francis en el escenario caí en la cuenta de una forma muy gráfica de que los límites de la masculinidad son estrechísimos. Mientras que yo puedo llevar falda o pantalones, pintarme o no, calzar tacones o playeras, lucir escote o ponerme forro polar, llevar el pelo corto o largo, y sólo si opto por todo el pack de lo que se asocia con lo masculino se me va a cuestionar de forma contundente, el simple hecho de que un hombre se pinte los labios y las uñas de rojo (fuera del contexto carnavalesco, que eso daría para otro post) dinamita los mandatos de la masculinidad. Y más aún si no se trata de un gay visible, sino de un cantante de rock con rasgos viriles que viste traje y sombrero, y que por cuyas letras podemos presuponer heterosexual.

Me parece muy valioso lo que hace Francis, porque hay muy pocos hombres (de hecho no se me ocurre ninguno más) públicos que transgredan los límites de la masculinidad sin temer que le llamen marica por ello. Más aún, muy pocos hombres que jueguen con el homoerotismo como hace Francis cuando se pone a lamerle el saxo al compañero. También me encantó que en una canción romántica caminase entre el público y se dirigiera tanto a chicos como a chicas, y que incluso se sentase en el regazo de un hombre y le pidiese que le agarrase de la cintura.

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Y esto es muy importante, porque la homofobia es la herramienta de control de la masculinidad hegemónica (necesaria para mantener la dominación machista), por excelencia. No hay más que ver los insultos más frecuentes tanto en el patio del colegio como en las conversaciones entre adultos: los hombres son maricones, y las mujeres putas. De la misma forma que las feministas (al menos aquellas con las que me identifico) estamos luchando contra el estigma puta, no sólo por solidaridad hacia las trabajadoras del sexo, sino porque esa clasificación entre buenas y malas mujeres se ha utilizado toda la vida para mantenernos sumisas, los hombres pro-feministas han de volcarse en luchar contra la homofobia. Y eso no significa sólo respetar a los homosexuales. De la misma forma que a una no le llaman puta porque cobre por sexo (nos llaman putas si somos promiscuas, si llevamos poca ropa, si decimos ‘sí’, si decimos ‘no’, si somos madres solteras, si perdemos la virginidad demasiado pronto y un interminable etcétera), cuando se llama maricón a un hombre, no se le está acusando sólo de tener sexo con hombres. (más…)

Bra-burning. Reflexiones sobre el sujetador

14 May

 

María, autora de Las princesas también friegan, nos propuso sacarnos fotos quemando nuestros sujetadores, en plan gesto nostálgico hacia las feministas estadounidenses de los años setenta. Ahí va mi foto. No quemé el sujetador porque vale una pasta. Pero me apetecía apoyar a María y, además, tratar este tema en mi blog.

En alguna otra ocasión ya he dicho cómo me tomo estas cosas. Coincido con la teoría queer en que desde pequeñas nos imponen una serie de «prótesis» (es el concepto que usa mi queridx M en Conflicto, y que me encanta) cuya función es remarcar la diferencia sexual, recordarnos que somos mujeres y no hombres, con todo lo que esto supone. Desde pequeñas, las que nos sentimos encantadas de la vida con el color rosa y queremos ser princesitas, nos probamos los tacones, el pintalabios y el esmalte de uñas de nuestras madres (bueno, en mi caso, de mi abuela y mi tía, que mi madre pasaba de esas prótesis). Recuerdo lo ansiosa que estaba por empezar a depilarme, y la ilusión que me hizo cuando mi madre me regaló los dos primeros sujetadores, después de años empeñada en usar top (pese a no tener tetas) y más años todavía empeñada en llevar las dos piezas de bikini en la playa (pese a que mi familia era nudista). Vaya, que mientras que la feminidad era una imposición horrorosa para muchas niñas, a mí me encantaba sentirme una mujercita.

Pero lo que quería decir (que ya me estoy enrollando) es que no estoy en contra de esas prótesis, sino a favor de cuestionar su uso y, a partir de ahí, hacer lo que nos dé la gana. En concreto, estoy a favor de usar las prótesis una vez que nos hemos demostrado a nosotras mismas que no las necesitamos. Es decir, primero hagamos el ejercicio de aceptarnos al natural, y después usemos lo que nos parezca estético o divertido. (más…)

#12M15M. Por qué iré a la mani este sábado

10 May

No recuerdo de dónde saqué esta foto...

Quienes me sigáis sabréis que soy una firme defensora del 15-M. En el último año he asistido a mucho escepticismo e hipercriticismo tanto desde la derecha como dentro de los movimientos sociales en los que participo. Mucha gente piensa que no queda nada del 15-M, que se diluyó cuando se levantaron  las acampadas. Otra mucha gente piensa que no está consiguiendo nada. No es casual que no nos enteremos de las conquistas de un movimiento que busca transformar la sociedad, que cuestiona el status quo y arremete contra quienes ostentan el poder.

Yo creo que el 15-M (lamentablemente, me pilló en Cuba) fue una pasada, una reacción colectiva muy potente, espontánea, que nadie esperaba, que los medios intentaron silenciar sin lograrlo, que reunió a personas de lo más diversas, las sacó de la apatía o la desesperanza y las movilizó. Quien esperase revoluciones milagro se habrá decepcionado. Yo creo que no sólo es un buen recordatorio de que es factible unirnos y hacer mucho ruido contra este sistema podrido, sino que hay que valorar el mosaico de pequeñas grandes cosas que han salido de ese movimiento.

En muchas ciudades hay asambleas que siguen activas, que paran desahucios y redadas, que okupan edificios y les dan vida, que crean grupos feministas y transmarikabollo de los que surgen debates y acciones contra el heteropatriarcado… Hace poco estuve en Cádiz, por ejemplo, y, pese a que no pudieron parar el desalojo de Válcarcel, quienes participaban en ese espacio (nacido del 15-M) aún siguen luchando por espacios autogestionados, y cuentan lo chulo que ha sido conocerse y unirse personas tan diferentes: militantes de izquierda, intelectuales, personas en exclusión social, artistas, etc. Y así en tantas otras ciudades. Es muy importante contribuir a que esas iniciativas no se desinflen, sino que se consoliden y multipliquen.

Luego está el feminismo. Como he dicho, una cuestión importante es que el 15-M ha servido para que la gente joven que no participaba en el feminismo haya creado sus propios espacios de debate y activismo. Hemos publicado en Pikara Magazine un análisis de Joana García Grenzner en el que repasa lo que ha aportado el feminismo al 15-M, pero también lo que ha aportado el 15-M al feminismo. Os copio esa parte:

En las plazas confluimos mujeres, lesbianas y trans con propuestas cercanas al feminismo radical, de la diferencia, transfeminista, queer, de la igualdad… Desde diferentes movimientos, orígenes, espacios, edades y clases, fuimos capaces de construir una agenda común y mantenerla el 25N, el 8M… y, al mismo tiempo, de abordar debates con posturas divergentes sobre temas como la prostitución o el uso del velo, que atraviesan el movimiento feminista, desde el respeto, el reconocimiento y el cuidado mutuo.

Un año después, es un buen momento para pensar cómo mantenemos la diversidad, la confluencia, la energía y el compromiso que hemos desplegado en estos doce meses de camino compartido; cómo nos relacionamos con feministas de estructuras partidistas y sindicales que han vuelto a la calle en la fase de oposición y de reflujo de la multitud sin siglas , y cómo afrontamos de forma articulada y unitaria la ofensiva misógina desatada por el PP.

Efectivamente, creo que urge generar un espacio de encuentro, mantener fuerte un frente común para responder a esta ofensiva que cada vez da más miedo. Silvia L. Gil, autora del libro ‘Nuevos feminismos. Sentidos comunes en la dispersión’, plantea este necesidad y, en la presentación que realizó en Bilbao, puso al 15-M de modelo al que mirar para unirnos en torno a unas reivindicaciones comunes y a la vez mantener la diversidad de discursos y prácticas que caracteriza al feminismo.

Así que el sábado participaré en los actos del #12M15M porque, con la que está cayendo, creo que es la posibilidad más viable e ilusionante que tenemos para ser capaces de reaccionar de forma potente y unitaria. «This is our best shot», que diría en inglés (no me sale una expresión similar). Es hora de aparcar recelos y reservas, y confiar en este movimiento global.

Eso sí, recordando siempre que ¡LA REVOLUCIÓN SERÁ FEMINISTA O NO SERÁ!

Consulta las acciones en tu ciudad

Ser hombre por una noche es aburrido… pero engancha

25 Abr

De izquierda a derecha: Nacho, Sebas, Bruno y Mario

 

Esta vez sí que acerté. Fui Bruno, un bloguero con muchos followers, escritor de relatos intentando rentabilizar el auge tuitero. Modernillo, algo creído, aparentemente progre, abierto incluso al rollito queer. Os conté que en octubre hice mi primer taller de drag king (el primero que organizó Pikara con M en Conflicto), y que no acerté porque el chavalito rapero en el que intenté convertirme no tenía nada que ver conmigo. Esta vez, Bruno (que es más o menos como me he imaginado que sería de haberme socializado como hombre) me permitió no tener que tratar de interpretar. Me limité a intentar deconstruir los artificios de la feminidad y a reproducir algunos patrones de masculinidad hegemónica . Fue un ejercicio interesante, pero incompleto. Repasemos sensaciones curiosas, algunas bastante patéticas, pero no por ello menos jugosas para la reflexión: (más…)

Cuerpos feministas: Krudas Cubensi

26 Mar

Olivia Prendes y Odaymara Cuesta

Raperas que cantan a las negras, a las pobres, a las gordas

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Había mucha expectación por ver y escuchar a las Krudas en ese debate de la UNEAC, la primera vez que estas raperas emigradas a Austin (Texas) participaban en un espacio académico cubano. Las organizadoras sabían que iban a impactar, y no sólo por lo que dicen o lo que rapean, sino también por cómo son, por sus propios cuerpos, por su estética (tatuajes, rapados, ropas anchas…), y su lesbianismo militante.

El tema más popular de las Krudas habla precisamente del cuerpo: ‘La gorda’, compuesta como respuesta al tema de la Charanga Habanera, en la que un hombre habla de su novia glotona, y en un momento pregunta: «¿Quién ha visto una gorda con sentimiento?». Krudas Cubensi arranca con esa misma pregunta para después rapear todo un alegato contra la tiranía de la delgadez y de la silicona. «Yo experimento un profundo placer en un mundo de muchas formas de mujer», rapea Pasita con la camiseta subida: «Disfruta de la danza de esta gorda con su panza». Y se define como «hermosa y cilíndricamente misteriosa».

En un tema más reciente, sobre las migraciones, también se refieren a cómo son percibidos en Europa sus cuerpos de negras y mestizas: «No me dejaron entrar en España/  porque como soy negra/ pa’ esa gente soy extraña/ y con este pelo así dijeron ‘tiene la cabeza en las musaraña’/ y por mis tatuajes pensaron: ‘esa negra no se baña'». (más…)

Athletic vs. 8 de marzo

11 Mar


El viernes me congratulé en las redes sociales de que Berria fuera el único periódico vizcaíno (dije «vasco» en un lapsus bilbocentrista) que no eligió como foto de portada el triunfo del Athletic ante el Manchester y que, más aún, optó por la manifestación del 8-M en Bilbao. Alabé a Berria no sólo por esa apuesta, que califiqué de «valiente y comprometida con el feminismo», sino por la excelente cobertura de las movilizaciones del 8 de marzo: doble página de apertura, análisis de Maite Asensio, y en la página cuatro una gráfica y potente columna de Onintza Enbeita que ilustra por qué sigue siendo necesario este día: como contrapunto y denuncia de la invisibilidad a la que seguimos abocadas las mujeres el resto del año.  Por cierto, Berria está demostrando su compromiso no sólo el 8-M sino todo el año, dedicando cada vez más espacio a contenidos sobre género.

El caso es que comenté algunas de estas cosas y varias personas me contestaron diciendo que bajo criterios periodísticos tiene más sentido llevar a portada la victoria épica del Athletic, que eso sí que es noticia. Reproduzco lo que he contestado (en cierto tono panfletero, lo reconozco, pero me reafirmo en el contenido):

«Yo no he defendido la decisión de Berria bajo criterios periodísticos. La he calificado de valiente (por ir contra corriente) y de comprometida con el feminismo. Entiendo que lo de Manchester fue una pasada, que generaba mucha expectación entre buena parte de la población vizcaína (sobre todo entre los hombres) y que por tanto es noticia. Sin embargo, bien podríais darle una vuelta a que os parezca normal que un periódico dedique tanto espacio al fútbol. El fútbol es un juego, un entretenimiento, que apasiona fundamentalmente a la población masculina. A la mayoría de las mujeres (y a muchos hombres) el fútbol nos importa una mierda. Sin embargo, se le dedica un espacio desproporcionado en los medios.

Por el contrario, el 8 de marzo no es una fecha tonta como San Valentín. Es un día para la lucha por los derechos de las mujeres. Este año no era un 8 de marzo más, es el 8 de marzo que se enmarca en un punto de inflexión para las mujeres: después de décadas de avances, ahora desmantelan los institutos de las mujeres, recortan en política social, nos quitan el derecho a abortar, y existe una ofensiva antifeminista de la leche, cada vez más agresiva. Así pues, que un periódico considere que la vida real, los problemas de la mitad de la población, son más noticiables que unos tíos jugando con un balón, me parece más que respetable.

Deberías darle una vuelta a pensar que informar sobre juegos es periodismo con mayúsculas, y dar una buena cobertura a un movimiento social de masas que ha permitido que vuestras madres, hijas y hermanas sean reconocidas como ciudadanas sea un tema ideológico. El sobredimensionamiento que se le da al fútbol también es una apuesta ideológica».

En los días previos al 8-M le estuve dando vueltas a la cuestión de la participación de los hombres en esta jornada de reivindicación feminista. Por un lado, en Facebook asistí a un interesantísimo debate sobre esta cuestión, a raíz de un post de un hombre que cuestionaba la presencia masculina en las manis. ‘Indignados contra el heteropatriarcado lo resumió bien en FB: «Es precisamente un abrazo la decisión de no ir al 8 de marzo, es cohesión pura y dura. Ana Calvo Maestro si el feminismo es «el modo de vida que tiene en cuenta, valora y considera el coste social que tiene cada paso que damos» no puedes negar que la decisión de no ir al 8 de marzo (con lo divertido que es) es una decisión feminista porque tiene en cuenta la falsa visión de la realidad que proyectaría (un movimiento feminista lleno de hombres, cosa deseable pero de momento ilusoria) volviendo a cobrar protagonismo el cuerpo con barba hasta en el único día institucionalizado y con visibilidad mediática que tienen las mujeres».

El peligro de acaparamiento es real. También por FB se me invitó a una acción sobre masculinidades y cuidados convocada el 8 de marzo a las 7 de la tarde en la Plaza Arriaga (o sea, media hora antes de la mani, en el lugar desde el que arrancaba la mani y en el que habría muchos medios). No dudo de la buena voluntad de sus promotores. Pero el resultado hubiera sido que un acto sobre masculinidades se habría celebrado el día destinado a la visibilidad de las mujeres y habría compartido protagonismo mediático. Planteé en la página del evento mi oposición a que se organicen actividades sobre las masculinidad el Día de las Mujeres, y hay que destacar la humildad que demostraron al escuchar mi opinión y replantearse la fecha de la acción.

Luego fui a la mani y me alegré de que hubiera unos cuantos hombres, claro. De la misma forma que está bien que la gente que se define hetero vaya a la mani del Orgullo, está bien sentir el apoyo de los hombres este día. Ahora, creo que deben ser cuidadosos, evitar protagonismos, y que su presencia no se convierta inconscientemente en marcaje a las mujeres. Es decir, algo que me preocupa es que muchas mujeres terminen yendo con sus novios en vez de dedicando esa jornada a disfrutar y berrear con sus amigas, libres de la mirada masculina. Cada quien que haga lo que quiera, por supuesto, pero creo que es importante llamar la atención sobre la necesidad de estar juntas ese día. Porque otro motivo por el que necesitamos este día de lucha es el subidón feminista. Salir a la calle a gritar sin cortarnos, sin miedo a que nos llamen feminazis, cosas como «El Papa no nos deja comernos las almejas», «Ante la duda, tú la viuda», «La talla 38 me aprieta el chocho», «Vamos a quemar la Conferencia Episcopal por machista y patriarcal», «La Virgen María también entendía», «Somos malas, podemos ser peores»… Es un día para apropiarnos de las calles, para gritar que la calle y la noche también son nuestras.

La sensación de ocupar las calles duró poco: terminamos la mani de subidón, fuimos a la zona de bares en la que terminamos después de las manis, y topamos con el partido del Athletic contra el Manchester. De repente se rompió la magia, el momento de complicidad entre mujeres, de subidón feminista. La gente estaba pendiente del fútbol. Nos refugiamos en un bar que no tiene tele, y una feminista terminó convenciendo a la camarera de que pusiera el himno rojiblanco. Fútbol masculino 1- Revolución feminista 0, pensé yo.

Moraleja: seguimos necesitando como agua de mayo espacios en los que defender la visibilidad de las mujeres. A las mujeres se nos ha enseñado a olvidar que somos la mitad de la Tierra, se nos ha enseñado a aceptar que lo masculino es universal y nos incluye. A los hombres se les ha enseñado a sentirse dueños del espacio público, a disfrutar agarrando la pancarta o el micrófono, a aceptar como normal que el fútbol acapare las portadas de los periódicos. Si queremos cambiar todo esto, el proceso de los hombres no tiene que ser el de agarrar la pancarta y el micrófono a favor de la igualdad (por bienintencionado que sea el gesto), sino respetar nuestro espacio, apoyar en la sombra nuestro proceso, centrarse en revisar sus actitudes cotidianas, cuestionar las actitudes machistas a las que asistan, no ceder  a la presión del corporativismo masculino…

Os dejo con el vídeo de la mani del 8-M en Bilbao que se han currado Andrea Momoitio y Lorena Conde:

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Azken oharra: Berriaren konpromiso feminista hori dela eta (beste arrazoien artean) proiektuari laguntza eman nahi badiozu, BerriaLaguna egin zaitezke: http://www.berria.info/berrialaguna/

Cuerpos de feministas cubanas. Yasmín S. Portales Machado

5 Mar

Yasmín Silvia Portales Machado. Activista

«¿Por qué uso velo? Porque soy feminista y visto como me da la gana»

Yasmín, durante la entrevista, fotografiada por Caridad, mi anfitriona.

«Soy cubana. Mi vida es un fino equilibrio entre el ejercicio de la maternidad, el feminismo y el marxismo crítico». Así se presenta Yasmín Silvia Portales Machado en su blog. Esta crítica literaria y activista en varios frentes (Observatorio Crítico, el proyecto LGTB autónomo Proyecto Arcoiris…) tiene muy presente la máxima de «lo personal es político». Cuando conocí su blog, primero me emocioné mucho por haber encontrado a una mujer que fuera crítica con el sistema cubano desde el compromiso feminista y marxista. Mi siguiente emoción fue una gran curiosidad al ver en su foto de perfil que lleva velo. Mi hipótesis absurda era que tal vez simbolizase su adscripción a algún tipo de corriente o religión africanista.

 

Nos escribimos durante meses y, cuando llegué a La Habana, me invitó a comer en su casa con su familia. Vi que tiene la piel del rostro y de buena parte del cuerpo quemada. Una parte de mí se dijo: «Ah, se pone velo para taparse las quemaduras». La otra parte de mí no se quedó satisfecha con esa suposición. Le puse el corto ‘Hiyab‘, sobre una adolescente musulmana a la que la orientadora del instituto le presiona para que se quite el velo. Nos dimos la razón en que el feminismo debe defender, también en este tema, el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y a vestir como les de la gana. Fue casualidad, no le puse el corto con ánimo de sacar el tema, pero aproveché la coyuntura para preguntarle a bocajarro: «¿Y tú por qué llevas velo?» «Pues porque me da la gana», zanjó firme pero sonriente. No insistí. Después de compartir durante  un mes muchos buenos momentos juntas, aproveché el rol de periodista para volver a las andadas. Abajo tenéis la respuesta.

En fin, Yasmín -con su velo, su piel quemada, su inteligencia, su espíritu crítico, su humor ácido, la foto de su boda con Rogelio (ella con velo blanco de novia como Dios manda) colgada en ese mismo blog en el que se declara bisexual- desafía nuestra rigidez mental, nuestra necesidad pueril pero irreprimible de señalar con el dedo lo diferente, de etiquetar, de pretender entenderlo todo. Después de un mes compartiendo muchos buenos momentos, tenía ganas de escucharle hablar sobre su cuerpo, pero ya no por la curiosidad inicial, sino porque sabía que me iba a fascinar su relato.

¿El feminismo te ayudó a aceptar tu cuerpo?

Fue mi cuerpo el que me llevó al feminismo, porque es un cuerpo lleno de cicatrices. Me llevó a cuestionarme la lógica de la belleza y de la feminidad. En secundaria, me hacía muchas preguntas acerca de cómo nos educaron a las mujeres. Me preguntaba si yo podía ser mujer siendo tan fea, porque sabía que los hombres podían ser feos, pero las mujeres no. (más…)

Cuerpos de feministas cubanas. Marilyn Solaya

24 Feb

Marilyn Solaya, realizadora

«Hay gente que no me perdona haber sido bella»

Marilyn Solaya, junto al cartel de uno de sus documentales, 'En el cuerpo equivocado'

Marilyn Solaya fue una de la actrices de ‘Fresa y chocolate’, la película que se cita siempre como punto de inflexión en el que se inició el largo camino hacia la normalización de la diversidad sexual en Cuba. Aunque se hiciera conocida como actriz, se formó en dirección, y ha orientado su carrera hacia la realización de documentales que siempre integran la perspectiva de género y el interés por la sexualidad. En ‘Mírame, mi amor’ denuncia el exhibicionismo masculino, tan habitual en los cines, parques y paseos de La Habana. Ahora se encuentra presentando ‘En el cuerpo equivocado’ en diversos festivales (se proyectó en la última edición de Zinegoak) una cinta que se acerca a la vida de Mavi, la primera transexual operada en Cuba, para reflexionar sobre cómo influyen los estereotipos sexistas en la construcción de la identidad de las personas trans. (más…)