Yo no soy escéptica

15 Ago

Desde que volví de Cuba, me gusta pensar que soy hija de Changó y de Ochún. Me gusta ver cómo mis amigos derraman sobre el suelo el primer trago de ron (hay que dar de beber a los santos),  me gustan los vasos de agua que tienen en casa para honrar a sus muertos, y las pulseras y collares con los que se sienten protegidos. Y no es que la rumba y el ron me hayan nublado el sentido (que también). Es parte de la evolución que estoy teniendo respecto a la religión, la espiritualidad y el misticismo desde que de adolescente me declaraba cien por cien atea.

El año pasado disfruté de una estancia maravillosa en una casa de reposo en la que estaban impartiendo un taller de kundalini yoga (yo participé de forma muy satélite). Se trata de una disciplina de yoga que da más importancia a la parte espiritual y energética (sea lo que sea eso) que a hacer posturas imposibles. Por las noches cantábamos mantras: se supone que cada canción genera una vibración en nuestro cuerpo que propicia sentir una emoción positiva (puede ser paz, serenidad, alegría, etc.). Os podéis creer lo de la vibración (yo lo sentí así) o podéis pensar que simplemente cantar en grupo mola y sienta bien, tanto me da.

A lo que voy es que las diferentes religiones del mundo tienen muchas cosas en común: rituales para celebrar la vida y la muerte, rezos y cantos, los rosarios, la costumbre de dar gracias por los alimentos… Creo que las personas necesitamos tener ritos. Me parece un error prescindir de ellos. Las religiones han hecho mucho daño, han promovido una moral rancia y masoquista, han servido para defender los intereses de los poderosos y oprimir a los que pensaban diferente… Estar luchando contra la hegemonía de la iglesia católica me parece un logro importantísimo de las últimas décadas. Pero creo que hay que sustituir todos esos ritos que hemos mamado. Me parece un error que borremos todo lo que nos ha llegado a través de la religión sin crear nada nuevo, que dejemos de celebrar los nacimientos y el amor y de llorar en grupo la muerte, que dejemos de dar gracias por los alimentos, que dejemos de dedicar ratos a la oración y la meditación.

Existe una corriente de autodenominados escépticos que luchan contra la pseudociencia. Meten en ese saco de todo: la astrología, la homeopatía y otras terapias alternativas (flores de bach, reiki…), las personas que creen en los ovnis, las que se oponen a las vacunas, las que creen que las ondas electromagnéticas producen cáncer… Me parece muy bien que existan personas que hagan divulgación científica que sirva para que el resto podamos contar con más datos para creer o no en estas cosas. Me parece bien que alerten de que estas pseudociencias pueden resultar peligrosas y hacer que la gente invierta mucho dinero y esperanzas en ellas. Sin embargo, me molesta cierta actitud prepotente que percibo en algunos de estos escépticos. Me molesta por ejemplo que tachen la religión de ser un mero compendio de absurdas supersticiones. Como si la gente necesitase creer en patrañas para que su vida tenga sentido. Pues igual es así. ¿Y qué? Cada uno se agarra a lo que considera oportuno agarrarse. Otros se agarran al estrés laboral o al sexo compulsivo.

No comulgo con el escepticismo como actitud vital. Claro que estoy a favor de que la sociedad desarrolle capacidad crítica. Capacidad crítica para todo y para todos, también para poner en tela de juicio las investigaciones científicas de prestigiosas universidades que sirven para legitimar el sexismo y la homofobia. En todo caso, a mí me gusta creer. Sobre todo, creer en las personas. Cuando una persona inteligente y sensible en cuyo criterio me fío me habla de las bondades de las terapias bioenergéticas, tiendo a creerla. A ella le hace bien. Me da igual si existe una explicación científica para explicar su sensación de bienestar, o esa sensación es inducida por sugestión. El caso es que le hace bien y le apetece compartirlo conmigo.

Yo soy partidaria de la medicina alternativa para un montón de situaciones en las que veo prescindible tomar medicamentos, que serán muy efectivos pero también provocan efectos secundarios, círculos viciosos (la pastilla para el dolor de cabeza daña al estómago, y la que tomamos para el estómago nos da dolor de cabeza), dependencia… Creo que la medicina occidental no entiende el cuerpo como un todo. Siempre cuento la misma historia: cuando era adolescente, me dolía la espalda, la cadera y la rodilla. El traumatólogo me recetó antiinflamatorios para la cadera (tenía trocanteritis) que me sentaron fatal, me mandó unos ejercicios para la rodilla y me hizo radiografías para concluir que presentaba una leve escoliosis (desviación de la columna vertebral). El naturista me explicó que esas tres dolencias estaban relacionadas, que tenía que fortalecer las rodillas para enderezar la columna y que la cadera no se resintiera. Mediante una técnica de manipulación cuyo nombre no recuerdo, me solucionó la trocanteritis.

Mis padres se sumaron en su día con entusiasmo a la corriente new age, y con ellos aprendí a cuidar mi alimentación, a ser consciente de la respiración, a sustituir la saldeva por el poleo menta y la manta eléctrica, a combatir el insomnio con ejercicios de relajación, a utilizar la música para modificar mi estado de ánimo. Claro que me hablan de cosas en las que no creo, cuestiono la filosofía new age porque me parece individualista y elitista, me parece un peligro público que cualquiera con un par de talleres se ponga a impartir cursos de constelaciones familiares… Es eso lo que yo entiendo por capacidad crítica, y no meter todo lo que nos suena a hippie o todo lo que no entendemos en el mismo saco y ridiculizarlo.

Existen jerarquías eclesiásticas que hacen mucho daño, pero eso no puede llevar a despreciar a quienes creen en valores religiosos y los intentan aplicar en su día a día. Existen curanderos estafadores, pero eso no nos puede llevar a negar el poder curativo de las plantas e incluso de algunas personas. Existen profesores frikis o que no tienen ni puta idea de lo que están enseñando, pero eso no puede llevarnos a arremeter contra todos los cursos de crecimiento personal.

Y sobre todo creo que hay que respetar a las personas y no ser condescendiente con ellas. Una mayoría de personas sentimos la necesidad de creer en algo más que lo que podemos entender. Nos da paz pensar que cuando nos morimos pasa algo más que la descomposición de nuestro cuerpo. Nos gusta pensar que hay un montón de fenómenos que carecen de una explicación racional. Respeto que haya personas a las que les baste con las respuestas de la ciencia. Conozco a personas muy religiosas que creen que alguien ateo no puede estar en paz. No comparto ese punto de vista; me parece tan arrogante como el del ateo que piensa que la religión es opio para el pueblo y punto.

Yo por mi parte estoy en un punto en el que no necesito tantas respuestas. Soy más pragmática: si algo me gusta, me divierte o me hace bien, recurro a ello. En este momento de flipe cubano, las tradiciones yoruba me parecen interesantes, atractivas. Pues ya está. Me da igual si realmente nuestro destino está escrito y tenemos que llevar flores a una santa para que no se tuerza. Creo que lo mismo ocurre con quien considera beneficioso profesar el catolicismo, y le da igual si Jesús convirtió el agua en vino. Y, sobre todo, como decía, me siento muy esponja. Me apetece escuchar a las personas intentando desterrar los prejuicios, intentar entender sus creencias, a qué se deben y qué les reporta. Ya crean en Jesucristo, en Mahoma, en el ying y el yang, el Ser y el ego, en los orishas, o en el método empírico.

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36 Respuestas para “Yo no soy escéptica”

  1. El jukebox 15 agosto, 2011 en 16:33 #

    A mí me dan mucha grima todas estas cosas. Sobre el papel está muy bien lo que has escrito, June, pero empiezas con el reiki y acabas con la power balance.
    No soy escéptico, soy profundamente crédulo… en lo que ya tengo comprobado: detrás de todas esas cosas que mencionas, debajo del follaje de palabras y al fondo de los discursos, hay un tío sentado en una caja registradora. De todas todas.
    Yo era más bien partidario de la Ilustración y todo eso, creía que la educación nos salvaría de las infinitas supercherías que circulan por el mundo, siempre al servicio de alguien, pero ya ni eso: conozco a licenciados universitarios que aseguran que sin la power balance se caían y con la power balance ya no se caen. O al revés, ya no recuerdo. Pienso que no tenemos remedio y como dijo aquél, parece que algunos han dejado de creer en dios para creer en cualquier cosa.
    Me ha gustado mucho la frase «personas muy religiosas creen que alguien ateo no puede estar en paz». Joder, pues claro que no podemos estar en paz -y eso que más bien soy agnóstico-. ¿Cómo vas a estar en paz cuando sabes que vas a morir, a desaparecer en la nada para no volver nunca a este puerco mundo? Como para estar en paz…

    Saludos

    • Mari Kazetari 15 agosto, 2011 en 16:50 #

      No entiendo eso de «empiezas con el reiki y terminas con la power balance». Es un poco como los padres que piensan que terminas fumando un porro de vez en cuando y terminas yonqui viviendo debajo de un puente. Digo yo que tendremos capacidad de discernir entre lo que nos convence y lo que no. No comparto esas generalizaciones. La power balance me parece una chorrada, la acupuntura creo que tiene sentido, no me creo lo de las flores de bach, no sé si hay vida extraterrestre ni me importa, creo que hay personas que tienen capacidad de proyectar energía positiva (sea lo que sea eso) y curarte un dolor de cabeza con las manos… Vaya, estoy por valorar cada cosa. Y lo de la caja registradora sigue sin convencerme en absoluto, sobre todo porque conozco a gente que se dedica a las terapias alternativas y a la que considero honesta, humilde, generosa y bastante coherente.

      Sí que me gusta eso de que algunos han dejado de creer en dios para creer en cualquier cosa. No niego que haya mucha gente perdida, de crisis existencial, que va buscando cosas en las que creer. Antes te venía de serie, ahora vamos probando y equivocándonos. Ahora somos libres para bien y para mal, también para creer en gilipolleces y dejarnos estafar. Pero lo dicho, lo respeto. El amigo que me dijo lo de ser ateo, es un musulmán practicante que está convencido de que a pesar de que su vida es mucho más perra que la mía, él es más feliz por tener esas certezas. Ha ido a la universidad, ha leído a los autores más célebres de la Ilustración. Yo le creo y me da cierta envidia.

      Por otro lado, creo que la religión y demás doctrinas tienen otras funciones importantes, como la de sentirte parte de una comunidad y evitar el desarraigo. En el caso de los afrocubanos, la religión yoruba es una forma de reafirmarse en sus raíces y su raza en un contexto en el que sigue habiendo racismo. Inmigrantes magrebíes que no seguían el ramadán en sus países, aquí les da por cumplirlo. Yo estoy a favor de celebrar la navidad, y me da igual si ese día o ese año nació un tal Jesús. Creo que necesitamos esos pilares. Bueno, algún pilar, el que sea. Y es que la gente escéptica, descreída, con su crítica mordaz y esas cosas, no me transmite felicidad ni serenidad, que son dos cosas de las que me interesa contagiarme.

      Muchas gracias por tu comentario, Alberto.

      • El jukebox 15 agosto, 2011 en 17:22 #

        ¿Crees que no hay sectarios honestos, humildes, generosos y coherentes? Algunos hasta se suicidan en grupo. Insisto: el de la caja registradora suele estar detrás, por ahí escondido.
        Lo de los yorubas, el sincretismo y todo eso lo conozco más o menos vagamente, forma parte de aquella cultura como el día de la virgen lo forma de la nuestra, por decirlo en día festivo.
        «Creo que la religión y demás doctrinas tienen otras funciones importantes, como la de sentirte parte de una comunidad y evitar el desarraigo». Eso tiene ida y también vuelta: al final, eso que llamas la ‘comunidad’ puede convertirse en un ejercicio de control social del copón. A mí no me molesta en absoluto que alguien celebre o no la navidad. El tema empieza a torcerse cuando comienzan los chantajes emocionales para que participe, si quiera ligeramente, en ella.
        Entiendo todo lo que dices en el post, me alegra de que sea así porque si a ti te sirve, yo, encantado.
        Está la felicidad y está la lucidez, y según pasan los años, no tengo claro si son compatibles.
        No he pretendido ser mordaz y lamento las malas vibraciones que transmito. 🙂

        Salud

        • Mari Kazetari 15 agosto, 2011 en 18:06 #

          Hasta en la comunidad LGTB o feminista se puede terminar víctima del control social. Yo creo que lo importante es que la gente tenga herramientas para elegir y para valorar las diferentes opciones que se le presentan, no creerse cualquier cosa, asumir riesgos, prevenir engaños… No sé cómo se hace eso, yo imaginaba que a través de la educación, pero como bien dices, también hay universitarios con power balance. El argumento de la caja registradora me parece un poco paternalista.

          El fútbol mueve millones y lucra a unos pocos porque un porrón de personas lo usan para evadirse, ilusionarse y sentirse parte de una comunidad. Hago ese análisis crítico, pero lo entiendo (Asturiano diría que soy relativista). Critico tanto o tan poco a quien se gasta la pasta siendo socio de un equipo de fútbol que a quien se la gasta en la terapia absurda de moda.

          No defiendo los sectarismos, sino la capacidad de elegir lo que consideramos que es bueno para nosotros y para los demás. Como los cristianos de base que siguen las enseñanzas de la biblia y los valores que consideran justos, y que en cambio son críticos con los atropellos de la jerarquía eclesiástica y se oponen a que la visita del papa se financie con fondos públicos.

          La diferencia entre el catolicismo y la santería es que el primero contiene una moral rígida que nos afecta incluso a quienes no profesamos esa religión. Vaya, el ejemplo claro es la sexualidad, o la vivencia de la culpa. En cambio en la religión yoruba no existe el pecado, es más, el placer está super bien visto. Seguro que tiene una parte chunga que se me escapa (aparte de los santeros jetas que te piden que sacrifiques un animal para comérselo ellos), probablemente relacionada con la muerte.

          Lo de la felicidad y la lucidez, estoy de acuerdo en que puede que sean incompatibles. Ser consciente de las cosas es una putada. Por eso últimamente soy más partidaria de pensar menos y disfrutar más.

          Nada de malas vibraciones. Me motiva tanto tener estos debates interesantes, que tengo el chakra del plexo solar abierto de par en par. 😛

  2. Pepita Grilla 15 agosto, 2011 en 19:45 #

    Supongo que yo sí soy escéptica. Ante cualquier religión, terapia, amuleto, etc. que me asegura la panacea, el paraíso, o sencillamente una mejora que no acierta a explicar, mi actitud es absolutamente escéptica. Claro que las religiones, el misticismo y la espiritualidad cumplen sus funciones (me acuerdo de cómo me impactó San Manuel Bueno, Mártir, de Unamuno después de mi propia crisis religiosa, después de haber matado a Dios).
    Creo que, como dice El jukebox, parece complicado que la lucidez y la felicidad entren en la misma ecuación; pero yo estoy decidida a no renunciar a ninguna de las dos. Y eso, como escéptica, es mi única certeza.

    • Mari Kazetari 16 agosto, 2011 en 7:47 #

      Pepita y May: Claro que soy escéptica en el sentido de no creerme milagros y panaceas, y cuestionar las cosas. Me refería a la actitud de una serie de personas (científicas, divulgadoras, etc.) que se dedican a cuestionar por sistema todo lo que no está validado por la ciencia, y te meten en el mismo saco la power balance, el reiki y dios. Eso es lo que no comparto. Yo no tengo experiencias místicas, pero si alguien me cuenta las suyas, por lo menos las escucho, trato de comprender que para esa persona han sido reales… Y así con todo. Hablaba sobre todo de empatía y de estar abiertas a que lo que no entendemos y no es racional sea posible, o al menos real y válido para alguna gente.

      Respecto a la lucidez y la felicidad, claro que lo suyo es no renunciar a ninguna. A lo que me refería es que cuando nos enrocamos en una actitud escéptica «chunga», a menudo no nos permitimos disfrutar de cosas que podrían ser divertidas. Por ejemplo, si me sueltas en el curso de kundalini en plan escéptica, me habría limitado a cachondearme del turbante de la profa, de frikismos varios, del rollo catequesis con la guitarrita… En cambio, me metí en la historia, sentí los beneficios de los mantras, y me sentí en paz. Y con mi trueno cubano de este año, lo mismo: no es que me lo tome muy en serio, pero prefiero contagiarme un poquito de la cultura de mis amigos que levantar la ceja cada vez que hablan de ella (bueno, y en mis adentros la sigo levantando, claro).

  3. May 15 agosto, 2011 en 22:38 #

    Yo si soy escéptica y hasta que no lo veo no lo creo. Llevo 7 años sin tomarme ni una mísera aspirina… no te digo nada y te lo digo todo…

  4. El jukebox 16 agosto, 2011 en 9:19 #

    June: dices «Últimamente soy más partidaria de pensar menos y disfrutar más». Claro, yo siempre lo he sido. Pero tú me dirás cómo se hace eso: cómo pienso lo que pienso, y no puedo pensar más, ni tampoco menos. igual que siento lo que siento, y o puedo dejar de hacerlo. A ver dónde está el interruptor para encender y apagar. 🙂

    Salud

  5. escéptico 16 agosto, 2011 en 10:14 #

    Por alusiones. Yo no sé si soy escéptico, lo que sé es que cualquier persona que trate de convencerme que lo que hace es genial y no tiene una sola fisura me provoca rechazo frontal, vaya con traje, turbante, me hable de horóscopos o de planes de pensiones.

    Lo de escuchar a las personas y tal suena muy bonito, el problema es que la gran mayoría somos muy poco interesantes, y como el tiempo del que disponemos es finito primero me río de la tía del turbante y luego pienso.

  6. Àlex Calero 16 agosto, 2011 en 13:23 #

    Yo soy escéptico. Soy un escéptico de los duros. Debo decirte que encajo dentro del perfil de lo que te irrita, puesto que siempre que oigo afirmaciones en dudosa consonancia con la realidad, levanto la ceja. Lo hago en distintos grados; si alguien me habla de algo que no conozco pero que me parece susceptible de ser falso, arquearé levemente la ceja e indagaré en el tema hasta saber si se trata de una nueva certeza para mi o si se trata de una afirmación errónea. Si alguien me afirma algo que no sólo sé que es falso, sino que está ridículamente alejado de la realidad (por ejemplo, que la tierra tiene 6.000 años de antiguedad, o que los remedios homeopáticos curan más allá del efecto placebo), levantaré tanto la ceja que me dará la vuelta y me llegará hasta los piés. Aún así, lo que venga luego dependerá de la actitud de mi interlocutor. Por lo general, la gente es educada y no te falta el respeto aunque cuestiones sus creencias, así que yo tampoco lo hago. Nunca jamás le he faltado el respeto a nadie por creer en energías raras, flores de bach, ouijas, reikis u otros cuentos. Eso no significa que, con la confianza adecuada, no le diga a un amigo que cree en la ouija que está creyendo en chorradas. No veo ninguna falta de respeto hacia él en eso, quizás como mucho hacia la práctica de la ouija (mi amigo puede derivar de ahí que insulto su capacidad de entender la realidad, pero yo qué sé… no voy a dejar de serle sincero por temor a faltarle el respeto con una afirmación tan inócua como esa, igual que a mi no me faltaría el respeto si me dijera que no creer en Diós es una chorrada. Al contrario; me sentiría retado a contradecir sus argumentos y más entregado al agradable ejercicio del debate. Sin embargo, suele pasar que cuando alguien te dice que no creer en Dios es una chorrada, no te da mucha cancha para seguir discutiendo. Eso a mi me ofende más de lo que pueden ofender las verdades como puños de muchos escépticos… pero nunca faltaré el respeto por ello).
    Entiendo que puedas sentirte ofendida por la actitud de ciertos escépticos, pero eso no hace del escepticismo como actitud vital (o dialéctica, más bien) un método acre y hostil a las afirmaciones de los demás. Al contrario, insisto en que soy un escéptico de los duros, y como tal, no hay nada en la vida que no me guste más que ver mis argumentos y creencias desafiadas, ya sea para terminar el debate descubriendo que me equivocaba al afirmar tal o cual cosa, o para reafirmar mis argumentos y quizás, con un poco de suerte, hacerle ver a alguien que se equivocaba cuando decía que la homeopatía cura. Sé que durante el proceso de debate, la mera exposición de mis argumentos puede ofender al interlocutor. Da igual que sea una exposición fría, analítica, sin ningún matiz de personalización; la gente se ofende. A la gente le ofende que les digas que la Santísima Trinidad es absurda, o que no existe conspiración alguna en el 9/11, o que sí, que realmente fuímos a la Luna. Y les ofende precisamente porque no consideran la posibilidad de estar equivocados, seguramente por motivos muy diferentes. Eso es lo que debería escandalizarte, más que la actitud de los escépticos. Por lo general, somos gente muy filantrópica que ofrecen un servicio muy importante a la sociedad: hacer dudar a la gente sobre sus creencias (y dudar de las nuestras en el proceso). Si la gente se ofende por ello, poco me importa, sinceramente.
    Prefiero mil veces antes que la gente se ofenda y escandalice ante la mera exposición de la verdad, que no que la gente crea sin más en (sin ánimo ni temor a ofender) chorradas.

    • Mari Kazetari 16 agosto, 2011 en 13:44 #

      Escéptico y Álex (y Jukebox y Pepita Grilla): me rindo, tenéis toda la razón del mundo. Me vuelvo al bando de los escépticos. 😛

      Juke: Si yo supiera dónde está el interruptor ahora mismo estaría en la playa en vez de dando vueltas a estas cosas.

      Escéptico: Completamente de acuerdo en rechazar a todo aquél que nos venda que su moto es genial y sin fisuras. Y yo también me río de la tía del turbante. A lo que voy es que en ese tipo de situaciones me he sentido mejor cuando he aparcado prejuicios y me he metido en la historia que cuando he estado en plan «todo esto es una chorrada». Pero bueno, yo también tengo mis límites: por ejemplo, no paso porque me digan que me pase una fruta por todo el cuerpo, me la lleve al oído y escuche qué historia me cuenta.

      Alex: Que yo también levanto la ceja, joe. De lo que hablo es de no sentirnos mejores que quien cree en algo que nos parece una chorrada. Y de no meter todo lo que nos suena a friki en el mismo saco, intentar entenderlo primero. Me refiero por ejemplo a las llamadas terapias alternativas: hay chorradas que no funcionan y cosas que considero que tienen sentido. Por cierto, yo nunca me he sentido ofendida porque ataquen lo que yo creo. Sí porque en mi entorno hay personas inteligentes, a las que quiero y respeto, y que se sienten a gusto con ciertas filosofías y prácticas que algunos ridiculizan. Y bueno, tampoco es que me ofenda. Porque sí, Alex, me escandaliza más la gente que se ofende fácilmente cuando la contradicen, la cuestionan o le hacen pensar un poco. Completamente de acuerdo contigo. Lo de la exposición de la verdad no tengo muy claro qué es. Vaya, me sirve para algunos ejemplos que pones, como que el ser humano fue a la Luna, pero no para las experiencias místicas que puede tener la gente.

      Y no me toméis tan en serio. En primer lugar, porque respecto a estos temas soy bastante veleta y mañana me podéis ver defendiendo todo lo contrario. En segundo lugar, porque joe, cuando digo que soy hija de Changó y Ochún, o cuando explico que el colgante que llevo desbloquea los chakras, está claro que estoy autoparodiándome.

    • Mari Kazetari 16 agosto, 2011 en 22:47 #

      Matizo más aún mi matización, sobre todo para los escépticos que lean esto: no hablo de la powerbalance, ni de las ondas electromagnéticas, ni de la homeopatía. Me parece genial la gente que explica por qué todas esas cosas son patrañas. Me refiero a vivencias y creencias más profundas. Por ejemplo:

      – Personas que creen que hay vida después de la muerte y que afirman haber sentido la presencia de sus familiares muertos.
      – Personas que han realizado talleres de constelaciones familiares o de rebirthing y han tenido certezas sobre cómo han condicionado su vida los patrones de conducta de sus antepasados (constelaciones) o la experiencia de nacer (rebirthing).

      De la misma forma que Jukebox me decía que uno empieza yendo a reiki y termina con la power balance, yo veo el riesgo contrario: uno empieza criticando la power balance, y termina mofándose de todo lo que tenga algún tinte espiritual, místico o como queráis llamarlo, desde la macrobiótica al feng shui.

      Por cierto, para quien no me conozca, aunque a veces me divierte y me interesa acercarme a algunas de estas propuestas, soy de lo más racional y, muy a mi pesar, sigo agnóstica y escéptica.

      Hala, ya me habéis hecho tirar para atrás como los cangrejos.

      • El jukebox 17 agosto, 2011 en 8:16 #

        Mira, me has tocado el punto débil: con los que no puedo son con los que afirman haber sentido la presencia de sus familiares muertos. Como no sea que ellos también están muertos es que no lo veo, la verdad.

      • Àlex Calero 18 agosto, 2011 en 10:38 #

        Bienvenida al bando de los escépticos y los cangrejos! xD

        Tienes razón en que tendemos a mofarnos con mucha facilidad de todo aquello q

        • Àlex Calero 18 agosto, 2011 en 11:17 #

          (Perdón, se me ha enviado accidentalmente lo de arriba)

          Digo que tienes razón en que tendemos a mofarnos con mucha facilidad de todo aquello que tiene tintes espirituales. Eso es algo que yo personalmente hago, pero no veo riesgo en ello puesto que no lo hago con mala saña o con la intención de herir los sentimientos de los que creen en X cosa; me mofo con mis amigos caricaturizando estas creencias. La verdad es que todos estos temas dan para muchas coñas, y yo que tengo un humor bastante negro, pues tiro a menudo de ello. Ara bé, del comentario entre colegas y las risas cerveceras a la persecución ofensiva y de mala leche… soy de mofarme mucho de todo, pero procuro tratar a la gente como me tratan a mi. Seguramente habrá creacionistas que, entre ellos, hagan sus coñas con nosotros (el tema de venir de los monos da para mucho, hay que reconocerlo…). Y faltaría más… lo último que nos quitarán en esta vida es el sentido del humor. Te lo planteo así porque, tal y como yo lo veo… no veo ningún problema en mofarse de todo esto (y viceversa).

          El problema para mi es que las ideas alternativas pretenden suplantar a las científicas o simplemente desacreditarlas. Eso se puede hacer explicitamente (dirigiendo comentarios contra la evolución, por ejemplo) o implícitamente (si planteas que existe la reencarnación, aunque no digas de llano que no crees en la evolución, en cierto modo estás ofreciendo un planteamiento en contraste con la misma evolución). Puedes decir que crees en la vida después de la muerte y que tu abuelo ha venido del más allá para comfortarte. Si alguien me dice eso, es evidente que está sufriendo por la pérdida de un ser querido y no haré más que intentar ayudarle con mis medios. El miedo que tengo yo es que esta persona a quien yo quiero y que ha perdido un ser querido caiga en la trampa de que algún vidente/médium/whatever le saque los cuartos con la oferta de contactar con los muertos. Si esta persona fuera consciente a priori de que no es posible contactar con los muertos, no tendría este triste problema. Y se puede argumentar que, al fin y al cabo, eso ayuda a la persona que sufre. Se puede decir que le tranquiliza incluso aunque sea consciente de que le engañan. Aunque no le cobrasen, sigo viéndolo un mal plan; también tranquilizarás a un yonki dándole heroína, no sé si me explico.
          Te planteo esto porque creo que tiene lógica ser escéptico también sobre estos planteamientos de visitas del más allá, siempre desde el respeto, claro está. Tampoco creas que no pierdo ocasión para desacreditar lo espiritual… creo que es importante hacerlo, pero todo tiene su momento y su lugar.
          Sobre constelaciones familiares no sé gran cosa. Fuí a Magic Internacional (la feria esotérica de Barcelona por excelencia… sí, me lo paso muy bien en estos lugares xDD) y había un par de stands sobre esto. Indagaré más para saber de qué va.

          Espero que no te tomes mal mis comentarios. Entiendo que eres una persona racional y que estamos de acuerdo con la mayoría de cosas que decimos; sólo soy un tipo con mucho interés por la ciencia, la filosofía y la religión que se toma los argumentos contrarios a lo mío como un desafío sano 😉

          • June Fernández 19 agosto, 2011 en 12:02 #

            Alex, super a favor de reírnos de todo, y también de nosotros mismos, siempre que no sea con afán de ofender y que cuidemos cómo y dónde nos reímos. Yo difícilmente me tomo mal vuestros comentarios. Celebro y comparto tu actitud de tomarte las discrepancias como sanos desafíos.

            No comparto en cambio tu preocupación por desacreditar a la ciencia. Me parece legítimo y sano cuestionar que la ciencia explique todo y negarnos a desechar aquello que escapa a sus dominios. En esto no creo que lleguemos a un acuerdo, así que yo pasaría de seguir debatiéndolo.

            En cambio, lo que sí me gustaría debatir es que creo que vuestra preocupación por que la pobre gente sea estafada me parece un enfoque paternalista. Se me ocurre como paralelismo el debate sobre las drogas. Para mí la solución no es prohibir las drogas, sino informar y concienciar a la población sobre sus riesgos. En este caso, no veo problemas a que haya un medium que crea que puede comunicarse con los muertos y que ofrezca ese servicio (a cambio o no de dinero) a personas que desean comunicarse con los muertos. ¿Y quién decide qué prácticas hay que perseguir y cuáles no? ¿La ciencia? ¿Cómo se marca la frontera entre una creencia legítima en la que se mueve dinero y una práctica peligrosa que entraña estafas?

            Las constelaciones familiares consisten en una especie de juego de rol en la que algunos participantes representan el papel de antepasados importantes para tí, a fin de que afloren los patrones de conducta que se han ido traspasando de generación en generación y que están implicados en tus problemas actuales. Por ejemplo, puede aflorar que tu padre y tu abuelo ya tenían problemas con el compromiso, y por eso tú sales corriendo cada vez que una relación de pareja se pone en serio (es un ejemplo tonto). El objetivo es detectar esos patrones para intentar funcionar de otra manera.

  7. Juana López 18 agosto, 2011 en 0:55 #

    Flores de Bach: mitos y verdades. Les dejo una nota muy interesante que les aclarará este tema: http://bit.ly/eQidqq

    • Àlex Calero 18 agosto, 2011 en 11:23 #

      en esta web te cuentan la historia de las Flores de Bach. Es una web a favor de las Flores de Bach, pero sólo con leérlo te puedes hacer una idea de lo que falla en esta terapia.

  8. Raúl 18 agosto, 2011 en 12:25 #

    Me ha parecido muy interesante todo el discurso y si me lo permites, te diré que estoy muy de acuerdo en casi todo lo que dices.

    No vengo a soltar el rollo de que yo soy escéptico y enumerar toda una lista de razones por las cuales tú también deberías serlo, todo lo contrario. Yo no soy escéptico por una razón sencilla, experiencias propias vividas y porque me parece tremendamente aburrido.

    Yo sí creo en la energía de la gente, hay quien lo llama alma o espíritu, pero como todo ser vivo (incluso los no animados) tenemos una cierta energía y esta energía nos puede llegar a permitir hacer y sentir cosas asombrosas si llegamos a controlarla. Mi manera de ver las cosas tiene un toque agnóstico, en el sentido de que solo estoy seguro de lo que puedo demostrar, el problema viene cuando yo puedo demostrar algo por lo que he llegado a experimentar y otras personas simplemente no tienen (o no quieren tener) esa capacidad. ¿Cómo puedo convencer a alguien de la existencia de nuestra energía interior si no es capaz de percibirla igual que yo? Pues sencillamente, no lo intento. Mis creencias y mi experiencia son mías, y únicamente válidas para mi, o en su defecto, para aquellos que puedan sentirlas igual que yo.

    Lo que quiero decir es que el problema con estas creencias que se alejan de lo que estamos acostumbrados es muy fácil tacharlas de ridículas. Así como es muy fácil predicar la palabra de Diós en una sociedad totalmente cristiana, un ejemplo opuesto es difícil de defender.

    No me extenderé más porque no quiero vender motos a nadie sobre lo que yo creo, pero si me permites un consejo/recomendación, no permitas que nadie te imponga ni te prive de lo que tú quieras creer. Dices que las creencias o la fe nos ayudan a sentirnos más parte de una comunidad y ese es el único punto que no comparto, porque considero que es principalmente el problema que existe con todo este tema. Creer en algo porque los demás creen es tan tonto como cuando éramos niñatos y fumábamos en la puerta del colegio porque los demás lo hacían. El desafío consiste en generar tus propias creencias, coincidan o no con las del resto, y mediante ellas llegar a generar algo que podrías etiquetar de verdad absoluta. Ojo! Verdad absoluta para ti, porque la verdad absoluta general no existe, y con la suma de las diferentes verdades absolutas individuales, quizás algún día lleguemos a comprender la totalidad de todo este asunto de vivir.

    Enhorabuena por tu blog. Saludos!!

    • June Fernández 19 agosto, 2011 en 12:16 #

      Raúl, estamos de acuerdo en muchas cosas. A mí también me parece más aburrido ser escéptico, cuando lleva a que el escéptico en cuestión no se acerque a ciertas realidades porque las prejuzgue como chorradas. Vaya, no creo que todos los escépticos funcionen así, pero en mi caso, aunque en principio no crea en casi nada, he disfrutado y me ha enriquecido acercarme a terapias alternativas, a ritos religiosos, etc.

      También creo en algo difuso que no se explicar y que yo también llamo energía. Y estoy de acuerdo en que es difícil convencer a alguien de ello si no lo percibe así. Pero vaya, tampoco hay necesidad de convencer de que existe. Tal vez haya que convencer de que para mí es real, aunque para la ciencia no lo sea. Esto me lleva a cuestionar la crítica habitual de los escépticos: que nos basamos en experiencias personales para demostrar algo. Yo no veo necesario demostrar que el reiki funciona (es un ejemplo; no tengo una posición clara respecto al reiki), sólo cuento que para mí funciona. Tengo una amiga muy lúcida e inteligente a la que le han funcionado las flores de bach. No se dedica a defenderlas por la vida ni a recomendarlas ni a convencer a escépticos de que funcionan. Simplemente, para ella funcionan (le da un poco igual por qué), así que las ha usado. A mí esa actitud me parece bien.

      Respecto a sentirnos parte de una comunidad, entiendo lo que dices, pero yo me refería en concreto a cuando la religión se vive como una forma de seguir conectados a nuestras raíces y a la memoria colectiva de un pueblo. Tenía en mente la religión afrocubana: creo que más que por sus postulados, tiene éxito porque permite a las negras y negros cubanos sentirse ligados a ese pasado africano. Es una forma de resistencia anticolonialista y antirracista. Una forma de reivindicar su cultura. Estoy convencida de que muchos afrocubanos siguen o respetan las prácticas de santería más por sus componentes culturales que por los religiosos.

      ¡Muchas gracias!

  9. leire narbaiza 18 agosto, 2011 en 13:09 #

    Me ha gustado mucho tu post, y también me ha alegrado, porque has puesto en el papel (virtual) muchas de las cosas que pienso. En este mundo digital hay muchísima gente escéptica, que además lo mete todo en un mismo saco.
    Creo que hacer laica la sociedad no debería dejarmos sin ritos ni celebraciones, como bien has dicho.
    Por otra parte, creo que si todas esas cosas le ayudan a alguien «en este valle de lágrimas» (¡cuántas citas nos ha dado el catolicismo!), bienvenidas sean. Creo que somos adultos y cada cual es libre de pensar y hacer lo que le plazca.
    No se si soy excéptica, no se si soy crédula. Creo que soy agnostica, o de alguna confesión de la duda profunda, porque dudo de casi todo, pero creo que soy capaz de ver lo bueno de casi todo. Creo pero no creo.
    Leer este post me ha confortado. Ya pensaba que nadie tenía mi punto de vista. Habiendo confortado a alguien podrías crear una terapia alternativa o una religión 🙂
    Mila esker!

    • June Fernández 19 agosto, 2011 en 12:18 #

      Gracias, Leire. A mí también me reconforta encontrar a gente con similar actitud vital. Pues eso, dudemos de todo, pero también en positivo. Que nos lleve también a no cerrarnos a experiencias. Lo de la terapia alternativa, me lo apunto para cuando me quede en el paro. 😛

  10. arasanse 18 agosto, 2011 en 16:12 #

    June, he leído el post y toda la discusión con mucho interés. Creo que es muy difícil enseñar esa parte espiritual o mística o transcendente (como se quiera llamar) que se nos despierta en ocasiones y tú lo has intentado en este post, con mucha honestidad, por cierto. Lo has intentado, aún a costa de ser mal interpretada y caricaturizada en las respuestas. De hecho, aunque en tu texto sólo aparece una vez, en el debate aparece once veces la palabra «creencias» porque es ahí adonde suelen llevar la discusión los «escépticos» en su deseo de demostrar la debilidad de «los creyentes»; cuando precisamente son las creencias, o mejor dicho los sistemas de creencias, los que impiden acercarse a la percepción de lo que es mas allá de lo tangible.

    Lo que está en el centro de tu discurso es precisamente lo que no se puede decir con las palabras, tal vez sea la poesía el lenguaje que más nos puede acercar a su comprensión, ya que la poesía no dice sino que sugiere. Me viene a la mente una plegaría que descubrí hace unos años de la que transcribo unos versos:

    «…
    Dios,
    Pregunta unida al hombre
    que adquiere conciencia de sí;
    Pregunta afín al misterio
    que el hombre es en sí;
    Pregunta que nace del vacío de la «ausencia»
    que crece y se ahonda con él;

    Pregunta nacida del silencio de la «espera»
    Pregunta que no soporta
    ninguna respuesta verdadera
    pero que sin cesar sugiere alguna
    cuando permanece viva;

    Base misteriosa de unión entre los hombres
    cuando cada uno se encara con ella en el secreto;
    raíz de discordia entre ellos
    cuando cada uno le da respuesta fuera del silencio»

    Puedes quitar Dios si el nombre te trae una imagen demasiado concreta. Puedes cambiar «hombre» por «persona» o «mujer» si la connotación masculina te resulta incómoda, pero yo la he dejado tal como estaba, porque así mantiene el ritmo y, además, se entiende igualmente. La he traído aquí porque la última estrofa apunta a lo que quiero decir: el problema es darle respuesta fuera del silencio.

    Y además, ¿cómo explicar la emoción que provoca un rayo de sol que se filtra entre las hojas a quien sólo ve en ello un haz de radiación electromagnética?

    Por cierto, también me gusta cuando escribes de sexo 😉

    • June Fernández 22 agosto, 2011 en 15:56 #

      Gracias, Arasanse. Bueno, yo no soy la persona más espiritual del mundo, ni mucho menos. No veo radiación electromagnética, pero tampoco veo a dios. Pero vaya, entiendo lo que querías transmitir con esas palabras.

  11. jaf 20 agosto, 2011 en 19:31 #

    No puedo estar más de acuerdo con tu entrada. Me parece interesantísimo el tema, no el de las seudoreligiones, sectas… sino el de afrontar la vida y su cosas con algo más que con nuestra limitada racionalidad. Nos guste o no la vida nos marca el paso con sus hitos y eso que llamas ritos nos ayudan y organizan estos momentos tremendos como son el nacimiento, la enfermedad, el emparejamiento, un nuevo trabajo, inaugurar una nueva casa, hasta despedirnos de los que se van y despedirnos del mundo cuando nos vayamos. Pretender racionalizar e intelectualizar todos estos momentos y otros más cotidianos, como sentarnos a la mesa cada día, me parece algo así como soltarnos de la madre tierra (ya se que suena chorra pero lo siento así) y quedarnos flotando bajo un cielo oscuro y frío, sin referencias, aunque estas sean oscuras e inexplicables pero que definitivamente nos ayudan a sentirnos mejor. (Escribo esto viendo al señor Benetico XVI en la tv, y se que definitivamente este comentario no tiene nada que ver con el montaje que han montado estos a lo largo de miles de años).

    • June Fernández 22 agosto, 2011 en 16:01 #

      Jaf, pues sí, estamos de acuerdo en que mucha gente necesitamos referencias, y que hay un término medio entre abandonarse a las pseudociencias y no creer en nada que no esté validado por la ciencia. Y gracias por aclarar que no tenemos nada que ver con Benedicto, porque alguno también ha dicho en Twitter que defendemos lo mismo que él.

Trackbacks and Pingbacks

  1. June Fernández - 15 agosto, 2011

    Yo no soy escéptica. Post a favor de religiones, rituales y misticismos, d creer en las personas y respetar sus creencias http://j.mp/pipLum

  2. Maria Vila Miras - 15 agosto, 2011

    dedicat a @joseltrujillo i altres esceptics que corren sueltos 🙂
    http://t.co/Yupwg1t

  3. YORUBA CANARIAS. - 16 agosto, 2011

    YORUBA CANARIAS Yo no soy escéptica – Gente Digital – Yo no soy escépticaGente DigitalEn este momento de flipe cuban… http://t.co/tBTi3th

  4. joseluis trujillo - 16 agosto, 2011

    @esceptics @FerFrias @lagamez @Sonicando @EoKr @DZPM me pasan este post, diciendo que somos demasiado "escépticos". http://t.co/Z5qsJjS

  5. gentedigital - 17 agosto, 2011

    Yo no soy escéptica, @marikatezari http://t.co/kZO9hTQ

  6. Marina Navas - 22 agosto, 2011

    Me ha encantado "Yo no soy escéptica", de @marikazetari , Recomiendo leerlo, http://t.co/mFQkKdn

  7. June Fernández - 30 septiembre, 2011

    Estoy de acuerdo con @javiviz en su crítica a algunos escépticos. http://j.mp/nGDpgS Mi viejo post sobre el asunto: http://j.mp/pipLum

  8. Buxus Sempervirens - 30 septiembre, 2011

    Estoy de acuerdo con @javiviz en su crítica a algunos escépticos. http://j.mp/nGDpgS Mi viejo post sobre el asunto: http://j.mp/pipLum

  9. edur domingorena - 30 septiembre, 2011

    Estoy de acuerdo con @javiviz en su crítica a algunos escépticos. http://j.mp/nGDpgS Mi viejo post sobre el asunto: http://j.mp/pipLum

  10. Cascarelo - 24 diciembre, 2011

    @Modesto @Tawil Dito isto, discrepo abertamente de muitas das cousas que escreve a autora do blog. Exemplo: http://t.co/s1fVsVED