Censura
4 Ago
Confieso que este post no es más que un pretexto para colgar la foto que ha decidido retirar la dirección del Festival de Mérida y que me tiene embelesada. Se trata de una de las obras de Sergio Parra que componen la exposición Camerinos, que muestra a actores y actrices preparándose para salir a escena. Se ve que la dirección recibió unos 200 e-mails de personas molestas con la imagen de Asier Etxeandia desnudo y cubriéndose el pene con la imagen de un cristo.
No es la primera vez ni la última que ocurre algo así. Recordemos que el año pasado una exposición de fotos en Granada, de Fernando Bayona, que mostraban a Jesucristo y María Magdalena follando, que sugerían la homosexualidad del profeta, que convertía la última cena en el inicio de una orgía gay, y demás sacrilegios, no duró ni dos días.
Sin embargo, la decisión de retirar la foto de Etxeandia es más radical, ya que en ese caso no se trata de una exposición cuyo propósito explícito sea hacer «un recorrido crítico, kitsch, irónico, mordaz y subversivo por el Nuevo Testamento», como era el caso de Circus Christi. No existe la voluntad de provocar, de arremeter contra la moral cristiana. La exposición no va de eso. Me recuerda a la muestra pictórica censurada por la Fundación CajaMurica: eran cuadros que buscaban retratar «todo el espectro de las relaciones humanas», según explicó su autora, Pîlar Echalecu, pero la primera obra censurada fue la que mostraba a dos hombres maduros besándose desnudos sobre la cama.
El caso de Mérida es más grave aún, porque quien toma la decisión de censurar es un organismo público. A 200 personas les ofende una foto: es una reacción legítima y hasta deseable en una obra (que impacte, que remueva, que haga sentir, ya sea atracción o rechazo), y tienen derecho a quejarse. El problema es que las instituciones públicas aceptan retirar la fotografía de la discordia dando por bueno que en el arte no tienen cabida expresiones que ofenden a quienes, por cierto, se ofenden fácilmente. Resulta muy gráfica la reacción del PP, que ha respaldado la decisión utilizando una expresión cargada de moral católica: «Una cosa es la libertad y otra el libertinaje».
En las quejas contra la foto se argumentaba que no hubiera permitido exhibir una obra que atentase contra las mujeres, los inmigrantes o los homosexuales. En primer lugar, no me parece comparable, porque citan a tres grupos de personas contra los que se ejerce violencia en la actualidad, contra las que existe una fuerte discriminación, y cuyos derechos por tanto hay que proteger con especial mimo. La comparación válida es imaginarnos si se hubiera exhibido a Etxeandia cubriéndose el pene con una imagen islámica o judía. En todo caso, creo que la frontera no debe ser moral, sino legal: sólo entendería que se retire una obra porque incite claramente al odio y a la violencia contra un grupo determinado. Un hombre desnudo con un cristo sobre el pene puede resultar ofensivo para los cristianos, pero en ningún caso incita al odio y la violencia contra los cristianos, ni hace apología de la cristianofobia (si es que algo así existe). Y en caso de duda (por ejemplo, canciones con tintes racistas u homófobos), estoy por la permisividad.
Creo sinceramente que mi postura no viene determinada por ser agnóstica, partidaria del libertinaje sea lo que sea eso, sentir animadversión hacia la iglesia católica, debilidad por Asier Etxeandia, y poco menos que veneración por su cuerpo en esa foto. Si no me creéis, os reto a que me enseñéis una foto que considere susceptible de ser censurada porque vaya en contra de mis creencias, y debatimos.
Podéis firmar aquí para pedir la reposición de la foto de Etxeandia en la exposición Camerinos.
Me ha encantado leer tu opinión. Y no podría estar más de acuerdo, que te explicas de maravilla ;). Aunque también me queda la duda de si este pedazo de fotón (que lo es) habría tenido tanta repercusión si no fuera porque tiene un Cristo sobre el pito. Y es que los fácilmente ofendibles también aportan juego y mucha publicidad. Aunque por supuesto, espero que esto no condicione la obra que estuvieran preparando, algo que me daría más rabia que la censura sobre la foto en cuestión.
Ineritze, me has recordado a un post de Perla del Turia que he tuiteado hoy, en el que se lamentaba de que el sexo siga vendiendo y escandalizando: http://perladelturia.wordpress.com/2011/08/04/orgasmo-y-sensibilidad/ Efectivamente, tan poco dice de nuestra madurez sexual como sociedad que nos ofenda un cristo sobre el pito, que corran ríos de tinta por un cristo sobre el pito. En todo caso, fíjate que a mí me hubiera costado reparar en el cristo del pito. La foto me embelesa por todo lo demás: su cuerpo, la postura, su rostro, cómo le retocan las heridas…
Y la carga erótica de las imágenes religiosas no es nada nuevo, y los católicos bien podrían reconocerlo. Un conocido sevillano me llevó a ver vírgenes y describía las procesiones (que le encantan) como una orgía primaveral. Decía que, a diferencia de las procesiones castellanas, en Sevilla «la pasión» se llama así por algo. Los cristos marcan abdominal, las vírgenes parecen misses, la gente se exalta, grita, huele a azahar…
Pues sí… y de esta foto qué te voy a contar. Sensualidad y belleza en un hombre. ¡Demasiado sacrilegio! 😉
Me parece muy trillada y facilona esa actitud de escandalizador fatal de poner a Cristo follando con María Magdalena. Me parece cutre y nada interesante. Otra cosa es esta foto, una más dentro de esa exposición Camerinos y de un proyecto que no tiene nada que ver con provocaciones baratas: me gusta la idea de retratar a los actores y a las actrices en sus preparativos antes de salir a escena, me han parecido interesantes las fotos y punto.
Creo que el debate no es si hay colectivos que sufren violencia y discriminación –citas mujeres, inmigrantes, homosexuales- y que merecen un especial mimo y una especial protección contra parodias o provocaciones o lo que sea, mientras otros colectivos sí pueden ser atacables. El respeto debe ser igual para todas las personas. El debate, en mi opinión, es si esa foto realmente falta al respeto o atenta contra alguien. Al margen de las percepciones de la ofensa y de las consideraciones sobre el buen o el mal gusto, que son subjetivas y resbaladizas, yo no veo ningún ataque a nadie que justifique censurar una exposición.
Lo que sí me parece denunciable es que cuelgues esa foto en un desesperado intento por subir la audiencia del blog.
Los católicos siempre yendo de víctimas y arramplando con todo.
Coincidió que hubo un cambio de gobierno que se llevó por delante hasta a la directora del festival, Blanca Portillo.
Me hubiera encantado ver qué hubiera pasado si hubieran seguido en el poder los del PSOE. Porque en estos temas religiosos, son igual de censores que los del PP!
Puedes añadir a la lista de censuras religiosas la que hizo el canal Cuatro (cuando era Grupo PRISA) en una serie de lesbianas que emitió hace dos o tres años (The L World o «L» que lo llamaron aquí), de una escena en la que salía Jesucristo en actitud de dar por culo a María Magdalena. Los supuestos sociatas, en una serie de bolleras y que emitían a eso de la 1 o las 2 de la mañana, se lo llevaron por delante igual. Esa cadena tan moderna, que sólo emitió una temporada y en ese horario. Una serie que arrasó en horarios de máxima audiencia en países como Austria, Alemania, EEUU y países de América del Sur como Argentina.
Menos mal que vivimos en un país aconfesional…
¡puto cáncer del mundo!
un saludo guapa, y feliz verano!
Estos aspavientos religiosos me hacen pensar en que el poder religioso está luchando por recobrar el poder que perdió frente al poder político desde antes del s. XVIII con la secularización.
Quieren un retroceso, amedrentando y coaccionando a la sociedad. En esto, las religiones son parecidísimas, si no iguales, lo de meter miedo lo hacen bien (lo mismo se impide realizar caricaturas de Mahoma, que exponer imágenes de Jesucristo, lo mismo hacen que se retire de la programación el Idomeneo en la Ópera de Berlín que una foto de la exposición de Mérida). A intervenir en el arte y en otras facetas. Quieren la involución, qué pena. Todo por manejarnos, no les dejemos.
Ineritze: Le has dado en el clavo. Creo que más que el cristo en el pito, esa foto les perturba en su conjunto, al igual que lo hace este modelo rubio andrógino cuyo posado con el pecho al descubierto tanto revuelo causó. Porque era bello a rabiar, delicado, femenino… y era hombre. Cortocircuito peligroso.
Ander: De acuerdo en el hartazgo hacia la provocación gratuita, y que esta expo en cambio no tiene nada que ver. Vale que hay que respetar a todo el mundo, pero creo que sí que hay colectivos especialmente vulnerables. No es lo mismo hoy en día meterse con los giputxis (me lo pones a huevo) que con un colectivo que está sufriendo violencia. De lo contrario, por ejemplo, hacer apología del holocausto no estaría especialmente penado: se consideró que el respeto a esas víctimas merecía una atención especial. En todo caso, ese es un debate complicado que da como para otro post. Y estoy de acuerdo contigo en que en este caso la cuestión es que no hay una ofensa de peso se mire por donde se mire. Ah, y me has pillado con lo de la audiencia. Como no funcionó titular un post «Morbosas», ya he recurrido a la artillería pesada.
Itxaso: Bueno, yo diría que el PP censura por convicción y el PSOE por ahorrarse chaparrones. Pero vaya, es cierto que no se mojan, no. No sabía lo de The L Word. Bueno, de hecho ni sabía que la habían emitido en Cuatro (yo la vi por internet, super enganchada, y ni recuerdo esa escena). Creo recordar que también cedieron con Queer As Folk; la lanzaron como apuesta fuerte, y al final la relegaron a una hora en la que nadie la veían.
Nusa: De acuerdo. Una pena que sigan teniendo tal capacidad de influir y de bloquear cambios.
Gracias a todas. Respecto a lo que decía Ander de la audiencia, tengo que repetir la fórmula: un buen desnudo y anticlericalismo, igual a blog animado, jiji.
la fotografia es preciosa. transgresora y perfecta para mi gusto de composición, hay que felicitar a sergio parra. Dar estos pasos adelante nunca es gratis. Tiene un precio inapropiado, como es el disgusto de que te quiten tu obra de la exposicion, pero hace que se nhorabuena a Sergio.