Historico | junio, 2011

Orgullo

28 Jun

Cartel de MDMA y Cadáver insurrecto para anunciar la mani de Bilbao

 

Post rápido antes de ir a la manifestación, para desearos un feliz Día de la Libertad Sexual.

Lo que me apetece decir al respecto lo he escrito en un artículo que he publicado dentro del especial 28J de Pikara Magazine. Por cierto, si pensáis que ya no hay homofobia, os recomiendo que leáis el artículo de Itziar Ziga, sobre las nuevas caras de la lesbofobia, basado en los ataques que ha sufrido últimamente. En mi artículo, ¿Qué se me ha perdido en el Orgullo?, abogo por que todas las personas entendamos que el heterosexismo nos limita, también a quienes se definen como heteros.

Por cierto, GranadianWeirdo ha tuiteado lo siguiente: «Sólo me responden mujeres a lo de LGTB. Los demás… Vaya que os tomen por maricas eh? Si al fin y al cabo sí que hace falta un 28J». Efectivamente, y como bien explica Oscar Guasch, homofobia no es sólo sentir conscientemente desprecio hacia los homosexuales. También es el miedo a que nos tomen por marica, y que lleva a no abrazar a un amigo, a descartar el sexo anal, a juzgarse a sí mismo cuando se excita pensando en otro hombre, y a no expresarse en público en una fecha como el 28J. Es cierto que son muchos los hombres que respetan a los homosexuales. El paso siguiente es que entiendan cómo la homofobia les afecta en la construcción de su propia identidad y sexualidad. Y si no estáis de acuerdo, una buena forma de discrepar sería que os unáis a la celebración del orgullo.

Por último, así como en otra ocasión cuestioné a Bildu, hoy me toca agradecer que haya aprovechado esta fecha para volver a pedir la derogación de la Ordenanza del Espacio Público de Bilbao, que prohíbe mantener «relaciones sexuales incívicas» (sea lo que sea eso) en la vía pública.

Y ahora sí, toca prepararse para la mani.

El 15M y los medios

26 Jun

La plataforma del 15M se queja de la manipulación mediática que sufre, y en especial de los intentos por parte de la prensa conservadora de criminalizar al movimiento. Además, el 15M se caracteriza por su crítica a los estamentos de poder, lo que incluye cuestionar el papel que juegan en la sociedad los medios de comunicación hegemónicos.

La Defensora de El País, Milagros Pérez Oliva, publica hoy un artículo titulado «Indignados con los periodistas» que aporta alguna clave interesante (y muchas afirmaciones que no comparto para nada, como que se esté cuestionando el papel del periodismo como intermediario innecesario). Por ejemplo, me ha parecido necesario el siguiente apunte que hace Joaquín Estefanía (consultado por la autora): «[Los indignados] Todavía no han caído en que muchos de los que trabajan en los medios de comunicación podrían formar parte de ese movimiento por sus condiciones económicas, su desafección política o su crítica a los procedimientos con los que se elaboran los programas informativos y de entretenimiento». Efectivamente, creo que hay que tener eso en cuenta y protestar de otra forma que no sea la de abuchear a la redactora precaria de turno.

Mientras que en España se habla de estas cosas, en Euskadi parece que vivimos en otra galaxia. Dentro de los argumentos que he escuchado a la gente de izquierda que se empeña en no creer en el 15M, uno de los que más atónita me ha dejado es que se trata de un movimiento mediático, y que resulta sospechoso que medios como El País den cancha a una iniciativa que se plantea como transformadora y revolucionaria. Alucino. Hay argumentos más terribles, como que se trata de un movimiento español, pero eso es tan estúpido, sectario y xenófobo que no me voy a detener en ello. A pesar de que, por desgracia, es lo que se encuentra detrás de ese desapego y el hipercriticismo de buena parte de la izquierda vasca. (más…)

Qué linda es Cuba

24 Jun

Por si alguien no entiende mi obsesión con Cuba, ahí van unas fotos que sacó mi gran compañera de viaje, Beatriz Uriarte Alonso. Le tengo que dar gracias y pedirle perdón en público. A ella le encanta hacer fotos. A mí no, y en mi afán por parecer lo menos guiri posible, la reprimía bastante. Ahora que estoy venga a mirar las fotos, me alegro de que no me hiciera ni caso.

 

El paisaje espectacular de Viñales. Y Miguel y yo en plan "Un país en la mochila"

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Las paradojas del turismo

22 Jun

 

Una servidora esperando a la guagua en Regla. ¿A que parezco cubana? Foto de Beatriz Uriarte Alonso

 

«¿Es tu primera vez en Cuba?» «Sí». «¿Y en América Latina?». «No, estuve de pequeña en Perú, y el año pasado en Colombia. El año que viene espero hacer un viaje a Chile y Argentina». Fue decir eso y morderme la lengua. Turista = Poder adquisitivo y libertad de circulación. O sea, las dos cosas que añora buena parte de la gente. La gran paradoja de Cuba (a mi humilde modo de ver) es que depende del turismo, pero que el contacto con el turismo es una de las grandes amenazas para el sistema, porque hace recordar todo el rato lo que no se tiene y se desea.

Por ejemplo, sorprende la obsesión por viajar. Al fin y al cabo, viajar por placer es un lujo que se puede permitir una ínfima minoría de la población mundial. ¿Estará la población de Bolivia, Sri Lanka o Etiopía tan emperrada con la idea de ver mundo? Lo dudo. Creo que se debe a estar todo el rato conociendo a viajeros que te recuerdan que tú no puedes hacer lo mismo. (más…)

¿Cómo no creer en esto?

19 Jun

Bilbao mani 19J

La Plaza Arriaga, abarrotada. "No cabemos todos, que abran San Mamés", grita la gente. Foto de @bilbaoacampada

 

Más de 12.000 personas se han manifestado en Bilbao, y esta vez la convocatoria no tenía nada que ver con el conflicto vasco. No se trataba de una marcha contra ETA ni a favor de la autodeterminación. Se trataba de expresar la indignación ante la precariedad, la corrupción, los recortes de derechos. Algo que une a las personas sea cual sea su sentimiento de pertenencia nacional. Y eso en este país se agradece. O al menos yo lo agradezco.

La convocatoria también ha unido a gentes de recorridos dispares: desde jóvenes que probablemente no hubieran pisado una manifestación antes a personas referentes en los movimientos sociales. Mucha juventud, claro, pero también familias enteras, con sus carritos y todo, y personas mayores desgañitándose emocionadas.

Así que yo me pregunto: ¿Cómo no creer en esto? ¿Cómo no creer en un movimiento que logra sacar a la calle en una ciudad como Bilbao a 12.000 personas sin valerse de la visceral polarización política? Y no es sólo la mani. El hecho de ver día a día movimiento en la Plaza Arriaga (y, poco a poco, en otras de los barrios), debates, talleres, gente compartiendo tiempo junta, ya hace al 15M merecedor de mi respeto. (más…)

Perrea y rumbea

16 Jun

 

Una pareja baila rumba afrocubana en el Callejón de Hamel, La Habana. La foto, de Bea o mía; no lo recuerdo

 

Si alguien piensa viajar a Cuba con el objetivo de bailar salsa, que se busque otro destino. Salir de fiesta en sitios de cubanos y bailar casino (como se le llama a la salsa en Cuba) es incompatible. Al menos en La Habana. En Trinidad está la Casa de la Música, unas escalinatas al aire libre donde sí que se baila salsa entre genios cubanos del baile y extranjeras experimentadas (algunas, casadas con los genios del baile). También hay alguna pareja entrañable de guiris torpes que hacen lo que pueden. Se disfruta mucho mirando, te sacará a bailar bastante gente, y alguno te ofrecerá una clase particular. Nosotras la aceptamos y nos gustó.

Por cierto, lo mejor es bailar con los viejitos. Bailan a la vieja usanza, con mucho gusto y poco afán de exhibirse. Ah, y no os pongáis a la defensiva si no queréis ligar, porque el baile es sagrado; es curioso que, creándose tanta intimidad, sea un espacio tan respetuoso. En fin, si os gusta la salsa, después de bailar con cubanos en Trinidad, os costará encontrar otra pareja de baile que os llene.

Pero decía que está complicado bailar casino (o merengue, o bachata) porque el reggaeton está hasta en la sopa. El Gobiero intenta limitarlo, pero es imparable. Está en las discotecas, en los taxis, en las cafeterías, en las casas (a la gente le flipan los videoclips)… Yo lo llevé bien porque… Tengo que confesarlo: soy feminista y me gusta el reggaeton. ¿Por qué? He encontrado la respuesta en esta canción de Calle 13: «Cambia esa cara de seria, de intelectual (…) Yo sé que a ti te gusta el pop-rock latiino, pero es que el reggaeton se te mete por los intestinos, por debajo de la falda como un submarino». Pues sí. Es pegajoso, primario, burdo… Pero funciona. (más…)

Trágatelo tuti

13 Jun

 

El zapatero del barrio pega un impúdico repaso a Bea

 

«¡Parecen cubanas!», nos suelta un mulatón despampanante que pesca en una playa paradisíaca en calzoncillos blancos de Dolce y Gabanna. Nos morimos de la risa. Nos han tomado por alemanas, italianas, francesas, rusas… Y pretende que nos creamos que parecemos cubanas, luciendo palidez rojiza en bikini. Se pasará el resto del día cortejándome: «Qué cuerpito más lindo tienes. ¿Tú eres modelo en Bilbao? Pues deberías». Y me susurra en el mismo tono confidencial en el que me ha ofrecido cocinarnos pescado (lo cuál es ilegal): «Vente a caminar conmigo. Vamos a bañarnos juntos». Yo le digo que ni de coña, que él flipa. Y me contesta: «No, si yo no quiero follal (los cubanos no dicen «follar», sólo cuando quieren dárselas de hablar nuestro idioma), eso está en vuestra cabeza, que no pensáis en otra cosa. Yo sólo quiero jugal«. (más…)

Dientes de oro

11 Jun

Un hombre recoge los alimentos para un mes que le corresponden según la cartilla de abastecimiento. Foto de Beatriz Uriarte Alonso

 

«¿En pesos cubanos o en CUC?», es probablemente la pregunta que más repiten los turistas en Cuba. Si en algo están de acuerdo todas y todos los cubanos (al menos con los que nos hemos encontrado), incluso los más entusiastas de la Revolución, es que lo de la doble moneda es una putada. Algunos turistas se quejan de que es un lío y de que hace que los precios sean prácticamente europeos (y por lo tanto no podamos ponernos las botas a comprar por cuatro duros), pero para los cubanos es directamente insufrible, y está detrás de buena parte de las injusticias que vive la población. La economía no es lo mío, ni voy a entrar en las causas que han originado esta situación. Sólo me voy a limitar a contar las situaciones y desagravios a los que hemos asistido en nuestra corta estancia.

La moneda nacional es el peso cubano, pero en 1994 se introdujeron los pesos convertibles para facilitar la inversión extranjera y el envío de remesas. 1 CUC equivale a un dólar americano (haceros a la idea que los precios que voy a dar son ligeramente inferiores en euros). 1 CUC son 25 pesos cubanos. La cuestión es que el CUC ha ido ganando terreno. Un modelo segregado en el que los turistas pagasen en CUC y los cubanos en pesos plantearía probablemente ciertos problemas, pero la situación actual es bastante peor: son cada vez más los establecimientos en los que sólo se puede pagar en CUC, y los productos que se adquieren usando esa moneda. Los cubanos se encuentran con que ganan un sueldo en pesos cubanos que al cambio resulta mísero (bueno, es mísero en general: 300 pesos cubanos, o sea unos 12 CUC), pero que tienen que gastar a menudo en CUC a precios desorbitados. Por ejemplo, la mujer de la casa en la que nos quedamos en La Habana se puso a buscar por los puestos del barrio chino una nueva alcachofa para la ducha, porque se le había roto. Pues costaba 10 CUC. O sea, prácticamente el sueldo de un mes de las personas que trabajan para el Estado. (más…)

El taxista santero

7 Jun

Tremenda tormenta, fotografiada por Beatriz Uriarte Alonso. Íbamos de Trinidad hacia La Habana

 

Me encantan los taxistas. No sé si estaréis de acuerdo, pero a mí me parece que cuando una viaja por ahí siempre dan un montón de pistas sobre la idiosincrasia del país. Recordaréis que en Colombia me marcó el taxista uribista, un joven exmilitar que llevaba tatuado en el pecho Made in Colombia. Cuba no es el mejor país para charlar con taxistas, porque acostumbran a llevar el reggaeton a un volumen de volverse loca. Pero hubo una excepción de lujo: el taxista santero. (más…)

Los indignados y el Barça

5 Jun

Un bicitaxi porta una ikurriña. Foto de Beatriz Uriarte Alonso

 

«¡España!¡España!» Así, a gritos y con alegría, se referían los cubanos (sí, en masculino; las mujeres no nos hablaban por la calle) a nosotras, cuando no nos tomaban por alemanas, francesas o rusas. Ser española (es lo que yo era en La Habana; la identidad se construye en colectivo) tiene muchas ventajas a la hora de romper el hielo: hablamos el mismo idioma, casi todo el mundo tiene algún pariente aquí, la gente joven está enganchada a El Barco y Física o Química (nos preguntaban si los institutos son así) y la gente más mayor a La reina del Sur. Tenemos un montón de referentes culturales en común.

Pero, sobre todo, el tema es que buena parte de la gente con la que nos cruzábamos lo quería saber TODO sobre España porque quieren venirse. Para algunos es una fantasía; para otros un proyecto a corto plazo. Nos preguntaban cuánto vale el alquiler, cuánto la ropa, si se pagan muchos impuestos, en qué situación viven las personas inmigrantes, si vemos oportunidades para vivir de la música, si es mejor ir a Madrid o a las islas… (más…)