Historico | 13 mayo, 2011

Pajas geriátricas y grandes amistades. Cierran mi cine

13 May

Qué tristeza. Hace meses que me dijeron que iba a ocurrir, que iban a montar un Decathlon, pero no me hacía a la idea y seguía yendo con toda la ilusión del mundo. Son los cines Capitol de Bilbao. Son mis cines por cercanía, porque pese a ser bastante antiguos tienen unas estupendas salas (al contrario de los Multis), se pueden comer palomitas (también al contrario de los Multis) y las películas no son independientes pero tampoco lamentables. Es curioso repasar los momentos que he vivido ahí, las grandes películas que me han emocionado, y también alguna en la que me quedé dormida. He ido sola, en pareja, con amigas, con familia…

Ahora que he escrito «sola» he recordado una de las cosas más raras que me han pasado: fui a ver un dramón protagonizado por Angelina Jolie. Hacía de madre coraje y no estaba especialmente sexy (vaya, si es que Jolie puede no estar sexy). Quiero decir que no era una película excitante, sino todo lo contrario. Como digo, fui sola, y a mi lado se sentó una adorable parejita de ancianos, de pelo blanco, más de 70 años. En un momento de la peli, empecé a notar cierto traqueteo al lado mío. Miré de reojo y juraría que ¡se estaban masturbando! Chaquetas en el regazo, vaivén inconfundible… Hice esfuerzos por no volver a mirar en un buen rato. Finalmente, volví a mirar y vi a la señora ponieno un kleenex sobre el regazo del señor. Salieron del cine con una cara de placidez envidiable. Madre mía. Me intrigaron un montón: ¿Serían un matrimonio consolidado combatiendo la monotonía? ¿Serían amantes? ¿O novios que están empezando?

Pero si pienso en cine pienso en Aitor. La música y el cine son los absolutos protagonistas de nuestra amistad. Y creo (corrígeme si me equivoco) que nunca hemos sido infieles al ‘Capitol’. Hemos visto peliculones como ‘Gran Torino’. Recientemente, hemos sufrido con ‘Biutiful’ (a mí me pareció una tortura gratuita, a Aitziber y a él les flipó) y ‘Cisne negro’ (a ambos nos alucinó). También nos dejamos seducir por ‘Vicky, Cristina, Barcelona’, peli que la mayor parte de la gente que conozco considera un bodrio, pero nos gustó, tal vez por la buena compañía.

Y la mayor sorpresa: ‘El luchador’. Igual fue hasta la primera vez que fuimos juntos. Nos regalaron las entradas en el periódico. Yo fui por no desperdiciar el regalo, pero pensaba que sería una pésima película de pressing catch. Resultó ser la conmovedora historia de un hombre que intenta cambiar su forma de hacer las cosas, pero ya no sabe hacerlas de otra manera. Para mí tiene cosas en común con Gran Torino y, desde luego, está claro que es el hermano mayor de ‘Cisne Negro’.

¿Facilitan los fríos y asépticos cines de los centros comerciales almacenar recuerdos y sensaciones? Lo dudo. Pero bueno, me voy a ahorrar el mitin. Nos mudaremos a La Alhóndiga y nos acostumbraremos. Pero qué pena me da.