Esclavas del siglo XXI

17 Mar

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No hablo de las víctimas de trata para fines sexuales, no. Llevo unos años en los que cuando se me pregunta qué pienso de la prostitución, respondo con otra pregunta: ¿y qué piensas tú sobre el trabajo doméstico? Si la prostitución hace correr más ríos de tinta es única y exclusivamente (en mi opinión, vaya) por cuestiones morales. Porque lo reconozcamos más o menos abiertamente, nos parece reprobable que una mujer cuyas únicas opciones son limpiar retretes y culos, o chupar pollas, se dedique a lo segundo.

Es fácil compadecerse de la puta (y tras esa compasión hay una condescendencia cargada de prejuicios) porque nos pilla de lejos: las mujeres no las frecuentamos (es más, son las malas mujeres, cuyo nombre es usado para insultarnos cuando nos salimos del papel asignado) y pocos hombres confiesan hacerlo. Sin embargo, en toda familia extensa hay alguna trabajadora del hogar, ya sea limpiando, cuidando a niñas, niños, personas ancianas o dependientes.

Alrededor de la mitad de las empleadas domésticas vascas trabajan sin seguridad social. La inmensa mayoría son mujeres. La mayoría también son inmigrantes; su presencia es especialmente abrumadora entre las que trabajan como internas (estatus que merece un post entero). El trabajo doméstico está regido por un decreto especial de 1985: no está regulado por el Estatuto de los Trabajadores. El resultado son jornadas interminables, sueldos ínfimos y ausencia de derechos básicos como el subsidio de desempleo. No os perdáis el vídeo, que además de explicar estas cosas divinamente, da voz a las afectadas.

En el caso de las inmigrantes, a ese estado de excepción que supone el regimen especial se suma otro: al que las aboca la Ley de Extranjería, que exige estar al menos tres años sin papeles para poder obtener un permiso de trabajo. O sea que incluso cuando tienen la suerte de toparse con una empleadora o empleador dispuesto a hacerle contrato, no les servirá de nada hasta que no cumplan los tres años de clandestinidad obligada. Y, además, es la propia Ley de Extranjería (racista y androcéntrica) la que empuja a las mujeres a estas tareas, sea cual sea su formación académica, su experiencia profesional o sus aspiraciones e inquietudes. Por todo ello, cuando conocemos a una inmigrante pensamos que ha nacido con la fregona bajo el brazo, y nos llevamos una sorpresa si nos cuenta que en su país era bióloga, profesora de instituto o empleada de un banco. Porque no todas vienen huyendo de la miseria económica, como he explicado en el blog de Ander.

¿Por qué se llega a esta situación? Porque aunque las cuidadoras cubren una carencia de nuestra sociedad (las mujeres han accedido masivamente al mercado de trabajo, y los hombres no han asumido las responsabilidades domésticas y familiares en la misma medida, por decirlo de una forma suave), su trabajo no está prestigiado, como no lo están el resto de los asignados tradicionalmente a las mujeres. Y no es mucha la gente a la que interesa mojarse por revertir la situación. Para las instituciones esta mano de obra barata e invisible les permite no invertir en servicios públicos de atención a las situaciones de dependencia. Los sindicatos tampoco han encontrado interesante volcarse en defender a estas trabajadoras. Y para las familias es evidente la ventaja que supone no tener que pagar un sueldo digno a la cuidadora de turno. Es bochornoso, pero lo cierto es que hemos de reconocer que estas situaciones de precariedad y explotación se encuentran muy normalizadas; asistimos a ellas casi a diario.

Tiene que ocurrir un drama para remover un poco nuestras conciencias. Esta semana se ha sabido que la muerte de una mujer que se cayó desde una ventana en Santurtzi no fue un suicidio (como se pensó al principio) sino un accidente de trabajo. Así lo cuenta la ATH-ELE en su web:

T.F.O. , trabajadora doméstica de Paraguay, murió el 12 de marzo en accidente laboral al caer de un décimo piso cuando limpiaba las ventanas de una vivienda en Santurce (Bizkaia). Estaba contratada por medio de la agencia privada de colocación JUNCAL, de Portugalete, que no le tenía dada de alta en la Seguridad Social. T.F.O. llevaba años trabajando sin papeles en el cuidado de personas de edad avanzada. La falta de control de la actividad de las agencias, la falta de derechos de quienes se dedican al trabajo doméstico y la hipocresía de la Ley de Extranjería se combinan en esta muerte. CONCENTRACIÓN DE LA ATH Y LOS SINDICATOS ESTE VIERNES 18 A LAS 18 H. EN PORTUGALETE, SALIDA METRO CARLOS VII

Escalofriante. Pero como ocurrió con la discriminación en los bares, la gente que lea la noticia tenderá a demonizar a la agencia de colocación, esquivando un cuestionamiento a fondo del sistema que estamos construyendo entre todas las personas, un sistema en el que la igualdad de derechos es una quimera, en el que ser mujer y haber venido de otro país supone casi irremediablemente pasarse al menos tres años limpiando casas sin contrato, expuesta a altos niveles de precariedad, explotación y acoso.

Si crees que estoy demasiado pesimista, te animo a que te sumes a la manifestación contra el racismo y la xenofobia que recorrerá hoy las calles de Bilbao. A partir de las 19.30 desde la Plaza Arriaga. O que secundes las actividades que hayan organizado los grupos antirracistas de tu ciudad o comarca en torno al 21 de marzo (Día Internacional contra el Racismo y la Xenofobia). Después de dos semanas asistiendo a discriminaciones brutales, a los escaqueos de las instituciones, el cinismo y/o desfachatez de buena parte de la ciudadanía, a ver si por lo menos logramos juntarnos en la calle el número suficiente de personas como para no sentirnos solas en estos tiempos en los que defender la igualdad de derechos es considerado señal de buenismo y corrección política.

 

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10 Respuestas para “Esclavas del siglo XXI”

  1. Maria 18 marzo, 2011 en 10:07 #

    Mi hermana ha estado buscando a una chica para que le cuide a su bebe de 4 meses, ofreciendo contrato laboral, 8h de trabajo de cuidar al niño, solo cuidar al niño, nada más, 850€ netos y un mes de vacaciones pagado incluido

    No lo ha querido nadie, y las que estaban interesadas querían menos horas y no querian contrato laboral porque prefieren trabajar en negro para además de la retribución que ganan por el trabajo realizado poder cobrar las ayudas sociales

    De esto modo llegar a los 1000€ mensuales pero trabajando solo 4 horas al dia

    Eso si a futuro dios dirá porque evidentemente se quedan sin coberturas sociales

    Y de esta situación quien es responsable?

    No podemos dejar toda la responsabilidad a los gobiernos, a los poderes económicos, a las personas con mejor posición…., los derechos deben ser exigidos y ejecutados por las mismas personas que los necesitan, debemos pedirles también a ellos que cambien su modo de actuación

    • Itxaso 18 marzo, 2011 en 11:02 #

      maría, ¿tu hermana sigue buscando? ¿dónde vive? podría estar interesada. Yo vivo en Pamplona. Si eso, ponte en contacto conmigo!

      Respecto al tema, hay un interés muy alto por parte del Estado de silenciar a gran parte de la sociedad que podría destruir todos los cimientos de este sistema económico-social e incluso sexual: trabajadoras del hogar, inmigrantes, putas, discapacitados…

      Me pilla mal de tiempo para entrar en profundidad, pero tiene tela el temita… muy interesante post, june!

      • Maria 18 marzo, 2011 en 12:29 #

        Al final lo arregló, de todas formas era en Bilbao Itxaso, a mi me dejó alucinada que nadie lo quisiera, y por otro lado me alegré de que su intención fuera hacer de ese modo las cosas, la gente habla muy fácil hacia a fuera y luego no les duelen prendas en aplicar la doble moral en casa, eso lo he visto yo muchas veces en gente cercana así que ver que mi hermana quería actuar de esa manera me alegró mucho

        Bueno todo eso es muy personal, para mi el grano de arena que quería añadir al debate es que la responsabilidad de cambiar la situación actual es de todos, y esto es muy importante remarcarlo

        saludos

        • Mari Kazetari 20 marzo, 2011 en 18:40 #

          Por supuesto que hay que apelar a la responsabilidad de todas las personas, incluidas las que pertenecen a colectivos en general explotados, como este. Pero me parece muy peligroso poner el foco en el fraude que cometen algunas de estas personas. Siempre se mira con lupa a las más desfavorecidas, mientras que el hecho de que los empresarios tengan un asesor fiscal que les ayude a evadir todos los impuestos posibles está normalizadísimo. Lo malo de sembrar sospechas es que luego los gobiernos aprovechan ese descrédito para recortar derechos sociales, como ha hecho el Gobierno vasco con la renta básica.

          Gracias por tus comentarios, Maria, por abrir debates interesantes.

  2. Magapola 18 marzo, 2011 en 17:49 #

    V E R G Ú E N Z A

  3. El jukebox 18 marzo, 2011 en 18:44 #

    Bueno, esto es lo que se llama una descripción precisa de la realidad. Irrebatible en todas sus líneas, pienso. Luego nuestra mayor preocupación es que los controladores aéreos cobran mucho…

    Salud

Trackbacks and Pingbacks

  1. gentedigital - 18 marzo, 2011

    'Esclavas del siglo XXI', reflexión sobre el papel de las amas de casa por en nuestro blog Mari Kazetari, http://bit.ly/dONzb7

  2. Pikara Magazine - 18 marzo, 2011

    Homenaje a la trabajadora del hogar que se mató limpiando las ventanas. @marikazetari http://fb.me/Tp5KvOlA

  3. Fundación Indera - 18 marzo, 2011

    RT @pikaramagazine: Homenaje a la trabajadora del hogar que se mató limpiando las ventanas. @marikazetari http://fb.me/Tp5KvOlA

  4. aitziber eguskiza - 20 marzo, 2011

    Trabajo doméstico sin derechos: esclavas del siglo XXI – http://gentedigital.es/comunidad/june/2011/03/17/esclavas-del-siglo-xxi/