¡¡¡¡¡A jugarrrrr!!!!

9 Oct

De entre todas las desigualdades de género, una de las que más lamento es la disposición a jugar. Observad a parejas con un poder adquisitivo medio-alto a vuestro alrededor: ¿a que a menudo él invierte su dinero y su tiempo en jugar? Se me ocurren: un estudio de fotografía en casa, festivales de música, playstation, club de aviación, campeonatos de mus, una harley, paintball, comprar guitarras…

 

Cuando he preguntado cuáles eran las aficiones de sus compañeras, me hablaban de cosas prácticas como la restauración de muebles, y se daban cuenta de que gastaban mucho menos tiempo y dinero en ellas. Por ejemplo, ¿qué porcentaje de quienes compran avioncitos y barquitos son mujeres? Salvo esas horrorosas muñecas de porcelana, casitas de muñecas y pijadas similares, los fascículos de coleccionista se dirigen a los hombres. Las mujeres quedamos para hacer footing o nos apuntamos juntas a bailar o a aerobic. El principal objetivo: mantenernos en forma. Muchos hombres adultos, en cambio, siguen quedando para echar un partidito de fútbol, baloncesto, squash o lo que sea. Juegan.

 

Ese aprendizaje empieza muy pronto: el famoso anuncio de Max Center en el que el niño juega abstraído con un cohe y la niña posa a cámara barbie en mano es como la vida misma. Además, los juguetes sexistas que nos tocan sirven para aprender a hacer «cosas de mujeres»: cuidar bebés, planchar, barrer, cocinar, tejer, lucir modelitos… Y cuando nos convertimos en mujeres, teniendo una doble jornada laboral y unos hijos e hijas de los que estar pendientes, como que no es plan dejar ese deber de lado para irnos a jugar. Incluso cuando no tenemos responsabilidades familiares, se nos hace raro dedicarnos al disfrute lúdico, más allá de lo que tiene que ver con mantenernos deseables (ir de compras, las sesiones de belleza…) 

También hay un componente de autoexigencia: si la fotografía no es lo nuestro, ¿cómo vamos a gastar cientos de euros en una cámara? No se nos ocurre que disfrutar con ella sea un motivo de sobra. Más aún, a las mujeres nos cuesta más, por lo general, hacer el payaso. Pensad en una reunión familiar o de amistades: ¿acaso no son los hombres los que aportan la vis cómica en la mayoría de los casos? ¿Cómo es que los hombres son más dados a contar chistes? Y cuando se trata jugar con una criatura, ¿quién juega más a lo loco, tirándose por los suelos, saltando, convirtiéndose en niño por unos minutos?

Creo que debemos tomarnos esta cuestión tan en serio como otras aparentemente más cruciales. Ya sabéis que últimamente hay muchos cursos de crecimiento personal dedicados a que cada quien conecte con su niño interior. El problema es que no suelen tener perspectiva de género. Os animo a que este puente os propongáis hacer algo cien por cien lúdico que normalmente no os permitáis hacer. Y a los chicos, os pido que acompañéis a las mujeres de vuestra vida en ese proceso, dándoles el tiempo y el espacio que necesitan. ¡Disfrutad!

Be Sociable, Share!

5 Respuestas para “¡¡¡¡¡A jugarrrrr!!!!”

  1. Lucía Martínez Odriozola 9 octubre, 2010 en 15:06 #

    Muy interesante, aunque incurres en algunas generalizaciones que no se corresponden con la realidad. No creo que sean ellos quienes aportan la vis cómica a las reuniones, no al menos los únicos. De hecho, por o general, las mujeres reímos más.

  2. Magapola 10 octubre, 2010 en 7:33 #

    Me ha venido a la mente la típica imagen de un partido de fútbol americano donde ellos juegan y ellas los contemplan desde las gradas.¡Maravllosa perspectiva, June!

  3. Ander 11 octubre, 2010 en 9:57 #

    Clavado. Estos temas han salido con frecuencia en los últimos tiempos con alguna amiga y se lo he reenviado (lo ha leído, se ha quejado como Lucía de alguna generalización que no le parece precisa pero en definitiva le ha gustado mucho y le ha parecido muy bien).

  4. June - Mari Kazetari 16 octubre, 2010 en 10:08 #

    Lucía, tienes esa percepción porque en las reuniones a las que acudes siempre hay una mujer que aporta la vis cómica: ¡Tú! 🙂 No sé, en mi entorno no falla. En las asambleas de SOS, por ejemplo, son tres chicos, ninguna chica, los que hacen gracietas todo el rato.Bueno, tenéis razón en que incurro en generalizaciones, pero sería un rollo escribir todo el rato con expresiones como "salvo excepciones, por lo general…". Gracias a los tres

Trackbacks and Pingbacks

  1. Dar la talla | Mari Kazetari - 20 marzo, 2011

    […] no. Me da mucha envidia. Podría ponerme a hablar del obstáculo añadido de las mujeres, a quienes no nos enseñan a jugar, pero no quiero buscar excusas para perpetuar el bloqueo creativo. En cambio, […]