Correo recibido de HAZTEOIR.ORG
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El pasado domingo, la parroquia de Santa Genoveva en Majadahonda (Madrid) sufrió un ataque frustrado por parte de algunos desconocidos cuya intención era, lisa y llanamente, incendiar el templo. Tras percibir un fuerte olor a gasolina en los conductos del aire acondicionado, el párroco avisó a la Guardia Civil, que descubrió siete artefactos incendiarios de elaboración casera.
Los poderes públicos no paran de concienciar a la sociedad sobre el mal que supone la violencia de género, la violencia xenófoba, la violencia terrorista y cualquier otra forma de violencia que entre dentro de lo políticamente correcto. Pero callan clamorosamente ante hechos como éste, que en España deberían ser motivo de muy especial preocupación si consideramos nuestra historia reciente.