Entre el desprecio y la humillación
Dos amigos míos van en la próxima expedición a Afganistán. Dos amigos a quienes tengo gran aprecio. Pide, mediocre ministra Chacón, para que no muera ningún soldado español, porque del zapatazo en la boca no te librará ni tu ‘santidad socialista’, Pepiño Blanco, risible máquina de decir majaderías domingueras. Y mucho menos el bobo solemne, de sonrisa zapateril. De ello doy fe. Puedo prometer y prometo que suelo cumplir mis promesas.